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Isla al Sur

AMENAZA EN LA VÍA

AMENAZA EN LA VÍA

Durante el año 2006 el número de accidentes de tránsito ocurridos en nuestro país disminuyó en relación con similares períodos anteriores, pero los daños que causan son irreparables.

JESSICA CRUZ PÉREZ,

estudiante de primer año de Periodismo,

Facultad de Comunicación de la

Universidad de La Habana.

“Los accidentes de tránsito se han convertido en una de las primeras causas de muertes y lesionados en el país, sin olvidar las secuelas traumáticas que dejan para la familia y la sociedad”, manifestó Eduardo Greach, mayor de la Dirección Nacional de Tránsito, al referirse a los daños que provocan al pueblo cubano dichos eventos.

“El aumento consecutivo de la cantidad y variedad  de vehículos en el país, la falta de medidas de protección a ciclistas y peatones, el deplorable  estado de las vías, su señalización e iluminación, el deterioro técnico de muchos de los vehículos de motor y la indisciplina social, continúan influyendo negativamente en la esperanza de vida de los cubanos”, significó Greach.
 
El  2006 en la vía
 
Durante el año 2005 ocurrieron en nuestro país 9 705 accidentes de tránsito, en los cuales 850 personas murieron y 7 475 resultaron lesionadas. Greach comentó que estas cifras son menores a las totalizadas en 2006, pero aún así los resultados no cubren las expectativas de la Dirección Nacional de Tránsito, pues solo en la capital del país el pasado año perdieron la vida en la vía 230 personas.
 
Según informes de la institución, el 70% de los accidentes ocurrieron en la zona urbana; pero aunque la rural solo totalizó el 30%, fue la más peligrosa al aportar el 53% de fallecidos y el 50% de lesionados.
 
Entre las causas fundamentales de los accidentes ocurridos durante el 2006, además del consumo de bebidas alcohólicas, el exceso de velocidad y las malas condiciones de las calles y los vehículos, estuvo la  incapacidad por parte de  los choferes para conducir sus vehículos; así lo demuestran los 437 accidentes reportados.
 
Secuelas indelebles

Pero estos accidentes no solo ponen en peligro nuestras vidas, sino que además pueden provocar trastornos psicológicos en sus víctimas y familiares. Acerca de este tema, el doctor Cristóbal Martínez, psiquiatra del Hospital Pedriático Universitario Pedro Borrás Astroga, aseguró que las pérdidas ocasionadas por accidentes de tránsito son violentas e inesperadas, por lo que constituyen un elemento traumático.

“Los trastornos por accidentes de tránsito son muy frecuentes. Generalmente, todo individuo que haya sido víctima de uno o lo haya presenciado, presenta síntomas de trauma.
 
“Si el individuo vive el accidente, es decir, si se mantiene conciente durante el mismo, puede presentar un síndrome de estrés postraumático, lo cual provocará que la víctima recuerde a menudo los sucesos y se sienta deprimido, aún cuando haya pasado mucho tiempo. Por el contrario, si el individuo queda inconciente, no presentará traumas gracias a la ausencia de recuerdos.

“Todas las personas están preparadas para afrontar la muerte de sus familiares, pero no cuando estas se producen de manera violenta. Por eso es tan difícil que una familia acepte que ha perdido a uno de sus miembros en un accidente de tránsito, más si se trata de un miembro joven”, explicó el especialista.
 
Para que desaparezca la amenaza

Ya que los accidentes de tránsito tienen consecuencias extraordinariamente perjudiciales deben ser enfrentados por todos  y con todos los medios disponibles. La Dirección Nacional de Tránsito despliega numerosas actividades encaminadas a disminuir el nivel de accidentalidad, asegura el mayor Eduardo Greach.
 
“Se ha venido desarrollando un conjunto de medidas por todos los factores de la sociedad para contribuir a rescatar la disciplina vial en el país y, en especial, en la capital, con la aplicación de un grupo de disposiciones legales, administrativas y policíacas más efectivas, las cuales serán complementadas con la diversificación y ampliación de medidas preventivas y de divulgación. A esto se añade el esfuerzo realizado para contar con un aseguramiento logístico que permita enfrentar esta tarea con mayor eficiencia, profesionalidad y rigor.”

“El objetivo fundamental es contribuir a crear conciencia y lograr una verdadera cultura vial en las personas, entidades e instituciones del país, mediante una mayor participación de todos los sectores de la sociedad.

“Asimismo, pretendemos perfeccionar la orientación y calidad de la actividad preventiva, mediante un trabajo más activo con los organismos de la Administración Central del Estado y el Poder Popular, la promoción de la Educación Vial y de la propaganda sobre la seguridad en la vialidad y el tránsito,” aseveró el Mayor
  
Un granito de arena necesario

La Educación Vial es el proceso donde se adquiere destreza y actitudes necesarias para comprender y apreciar la interrelación entre el factor humano, su cultura y su medio físico, por tanto, la solución de este problema está en manos de la sociedad.

Es necesario que desde edades tempranas cada individuo tenga acceso a una adecuada cultura vial, lo que permitirá la adopción de medidas encaminadas hacia la prevención.

En la tarea de guiar a los niños hacia una conducta ordenada en la vía, los centros escolares juegan un papel esencial. Desafortunadamente no todas las escuelas asumen con seriedad y sistematización los programas propios de la educación vial.

Yainí Fernández González vive en San Agustín, Ciudad de la Habana. Ella tiene 11 años y estudia en la escuela primaria Presencia de Celia. Al preguntarle sobre el tema, dijo que en las clases no le han hablado mucho acerca de las leyes del tránsito.

“No recuerdo nada que me hayan enseñado en la escuela relacionado al semáforo u otras señales en la vía. Todo lo que sé me lo enseñó mi papá”, declaró la niña. 

Sin embargo, en  la Escuela Especial Pedro Rodríguez Santana, ubicada en el municipio habanero de Alquízar, los pioneros tienen a su disposición múltiples posibilidades para conocer sobre el tránsito y sus leyes.  María Cristina Romero Rivero, directora del centro nos habla satisfecha acerca de dichas ventajas.                                                                          
 
“En estos momentos y gracias a varios programas audiovisuales, nuestros niños pueden adquirir conocimientos relacionados con las leyes de tránsito más importantes. Además, existe un software educativo llamado Educación Vial que a ellos les gusta mucho porque los ayuda a sentirse un poquito más preparados e independientes a la hora de enfrentarse a la vida cotidiana en las calles.

“También las clases directas son un eslabón fundamental, por ello en asignaturas como El mundo en que vivimos los maestros relacionan estas cuestiones vinculadas al tránsito del modo más didáctico posible para motivarlos y que se interesen en esos conocimientos”, aseguró la docente.

¿Prevenir o lamentar?

“Lo peor de todo es que pude haber evitado ese accidente”. Estas son palabras de Daniel Cordobés Ceballo, quien sufrió un accidente de tránsito hace solo algunas semanas. Él vive en San Antonio de los Baños y tiene 39 años de edad.
 
“Yo fui víctima de mi propia irresponsabilidad”, confiesa Daniel algo apenado. “Aquel día estaba bajo los efectos del alcohol, pues había bebido en una fiesta del trabajo y aun así me atreví a conducir una moto para llegar a mi casa.
 
“Como consecuencia de esta situación no conseguí ver a tiempo un carro que se aproximaba. Con la intención de evadir el choque me  desvié de la carretera y fui a parar contra una cerca provocándome varias lesiones físicas”.

Alexei Moreno Cruz es un joven de 26 años vecino del capitalino municipio de Playa. Él también ha querido contar su historia.
 
“Para mi era un día igual a cualquier otro y como de costumbre me dirigía hacia mi centro laboral.”
  
El joven manejaba un auto y esperaba pacientemente el cambio de luz que le permitiese avanzar. En unos segundos la señal verde le permitió continuar. Sin embargo, otro chofer violó la luz roja que en ese instante lo obligaba a detenerse, y golpeó por un costado el auto de Alexei, quien recibió numerosos golpes.
   
“Según me informaron después, el ciudadano que provocó el accidente estaba ebrio. No entiendo por qué hay personas capaces   de arriesgar así  su vida y la de los demás.”   
  
Los accidentes de tránsito provocan a nuestras familias demasiados daños como para escatimar esfuerzos encaminados a minimizar los efectos negativos de los mismos. Por tanto, es de vital importancia que cada individuo asuma ante la vía y la sociedad una actitud responsable y ordenada.


Recuadro No.1.

Los accidentes de tránsito constituyen un fenómeno global que anualmente provoca una cantidad considerable de pérdidas humanas. Muestra de ello es que durante los primeros 11 meses del año 2006, 7 557 personas murieron a causa de ellos en Argentina, cifra que representa un promedio de 21 muertos por día y 629 por mes. Asimismo, Colombia perdió 5 481 vidas a lo largo del año anterior.


Ficha Técnica:

Tipo de reportaje: Estándar.

Objetivo: Dar a conocer al lector los principales daños que provocan los accidentes de tránsito y así evidenciar la necesidad de asumir una actitud responsable ante la vía.

Tipo de entrada: De citas

Tipo de cuerpo: De bloques temáticos

Tipo de cierre: De instancia a la acción

Planos temáticos

Pasado: Se muestra a partir del comportamiento de los accidentes de tránsito durante el 2005.

Presente: El comportamiento de los accidentes de  tránsito durante el 2006, los daños físicos y mentales que provocan a sus víctimas y el papel de las escuelas dentro de la educación vial en el país.

Futuro: Las medidas que tomará la Dirección Nacional de Tránsito para disminuir el número de accidentes de tránsito en el país.

Estrategia de fuentes: Mayor de la Dirección Nacional de Tránsito (DNT). Balance anual del comportamiento de la accidentalidad y sus consecuencias. Doctor Cristóbal Martínez (psiquiatra). María Cristina Romero, directora de una escuela. Internet.

Transiciones 
A propósito de dichos acontecimientos
Pero
En este caso
Asimismo
Conducta ordenada en la vía
Educación vial
Sin embargo
El joven

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