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Isla al Sur

REGALO JUEVENIL EN LA BiblioTECLA

REGALO JUEVENIL EN LA BiblioTECLA

Faltaban sólo diez minutos para las dos de la tarde. En la punta del boulevard espirituano un hombre de cara al lector dedicaba un Regalo de Jueves. Sorprendimos al Genio de la lámpara ocurrente por la espalda cuando escribía uno de sus teclazos en la primera página. Le di una palmada en el hombro y  me respondió el saludo: "¿dime poeta?". "Poeta es usted" pensé decirle, pero no le empañé su broma de siempre, y le presenté a mi novia, a mi hermana y a su novio.

Me preguntó que si me había sido fácil conseguir visa para el Yayabo, asentí, y le devolví la interrogante. "¡Imagínate!". Lo único que yo podía imaginar, mejor dicho, apreciar era que a unos pasos de distancia, a sus espaldas y frente a mí, sus lectores lo esperaban  en el portal de la Biblioteca "Rubén Martínez Villena".

Oscar Padilla, el autor intelectual de las Tertulias Ocurrentes en Sancti- Spíritus, ensanchó nuestro diálogo y enunció las actividades en tierra yayabera. Que si a las dos en la biblioteca, que si a las cuatro un recorrido por el casco histórico, que si  después a la casa de los refranes en las afueras de la ciudad, que si a las siete la comida,  y  que en la UNEAC provincial a las nueve. Guillermo  pidió que de ser posible lo excluyeran de la parte nocturna para  descansar el pie inflamado. 

Seguimos conversando y se fijó en el letrero de mi pulóver. "Vuelvan Carás" acentuó con toda intención en la última sílaba, y me preguntó que de dónde lo había sacado, le dije que de un "Lugar de la Mancha...", y enfatizó: "Pero de cuyo nombre, sí quiero acordarme..." Comprendí su mensaje y nos fuimos acercando a la biblioteca. Hicimos camino al conversar. Respondió mis preguntas sobre la re-unión de tecleros en el centro del país. "Mañana va a salir una guagua de ocurrentes desde La Habana, y vendrán de cualquier parte". "Debemos iniciar a las doce en Guaracabuya, y terminaremos cuando se termine", decía con buenos aires de felicidad.

Justo en la escalinata de la  "Martínez Villena" centró sus palabras en un hombre, en un acontecimiento. Me removió la curiosidad  preguntándome cuál había sido el balcón desde el que  Fidel se había dirigido al pueblo espirituano el seis de enero de 1959. Me dijo que los historiadores han polemizado sobre el asunto: que si el del  centro o el de la derecha de frente al parque Serafín Sánchez. "En las fotos de la época está la clave", sonrió. Como los buenos maestros, me dejó con la cabeza llena de asombro. Probablemente el jueves  siguiente despejaría dudas desde su columna pública.

Mientras me daba una clase luminosa -por el sol de la tarde y el de su verbo- sobre la historia de mi ciudad, alguien insistía en dejar constancia de la entrada de Guillermo a la BiblioTECLA. El flash de la cámara no cesaba. "Guille" seguía conversando y "Ermo"  señalaba a los balcones. Después de escucharlo dejé que hiciera su entrada libre. Ascendía, mientras yo cambiaba la conversación hacia Rosy, una estudiante de periodismo. 

Él entró por el flanco izquierdo. Pronto el portal de gente rompió en aplausos. Era como si entrara alguien a quien leían mucho, y admiraban más. Era como si un Genio compartiera con los demás su espacio fuera de la lámpara. Era como si todo eso se nos ocurriera y ocurriera al mismo tiempo. Sus lectores lo sentían de carne y hueso. Abrazos. Apretones de mano. Aplausos. Miradas. Besos. Lindezas del escritor y sus lectores. Regalos "jueveniles" un sábado con sol.

En lo más alto del recinto bibliográfico había dos filas de sillas con un "chiste agropecuario" de bienvenida. De un lado las "Vacas Flacas" y del otro las "Yeguas Flojas". Un Carlos sin ser Otero animó con ánimo de animador. En aquel ambiente familiar conocimos a la más y la menos joven de las tecleras espirituanas. Una de 14 años, la otra con 76 de juventud acumulada. Ambas hermanas por parte de Tecla, como los demás.

Se pasó lista tertuliana. Santiago, Holguín, Santa Clara, Sancti Spíritus, Matanzas. El grito singular de quien representaba a la Atenas de Cuba se escuchó pluralizado. Conocimos a quien por ocurrencia propia echó sus manos a andar sobre una cartulina y las  convirtió en las portadas de los libros  que se presentarían esa tarde: La maldición del avestruz, Penicilina para bailar el son, Oficio de intruso y Regalo de Jueves.

Supimos que las tertulias de Santa Clara y la del Espíritu Santo se hermanaron en el Campismo Plantacantú el 4 de enero de este año en pleno Escambray. Aquella tarde se lanzó la iniciativa yayabera de hacer en septiembre el encuentro más largo entre tecleros: de seis a seis. Desde que el sol se acuesta hasta que se levanta. También se anunció el proyecto "BiblioTECLA". Al Guille lo sonrojaba tanta ocurrencia junta.

"En vez de escribirse prólogos deberían escribirse epílogos para no prejuiciar al lector", dijo cuando le tocó la misión de presentar el libro Oficio de intruso de su amigo Ciro y Regalo de Jueves "de su socio Guillermo". Alabó el de su amigo. Del suyo expresó que un sábado no era el mejor día para hablar de un texto que se regala los jueves. La risa pública captó su humildad de caballero.

¿Y Sancti- Spíritus qué le parece?, le preguntaron de cara a sus lectores: "Me parece una ciudad... Espiritual y Santa". Una mujer resumió todos los disparos de elogios al corazón: "Guillermo es un hombre que hace honor a su nombre porque es como el pastor de sus ovejas", dijo.  

Recuadro:

1er Añito.

Nos reunimos hoy día 30 de Junio/2007 en nuestra casa grande, la Biblioteca "Rubén Martínez Villena" para celebrar nuestro primer aniversario junto a buenos amigos.

La Esperanza

¿Qué otra cosa es la esperanza sino negarnos a los embates sino el modo interior de creer en el mañana?

GRAFFITI

Tecleros: Alguien nos unió hace un año, hoy la tecla anuncia alegría"                                                                                                 Todos.

Santa Clara: Tú eres mi pasión y yo tu loca hermana. Tecla Sancti- Spíritus.

Cañón: Si tú no vienes (no hay sábado sin sol). Las viejas.

Regalo de Jueves

Quien vive en la Tecla tiene vida eterna. Sancti- Spíritus.

Randy Saborit Mora

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