PARTICULARMENTE CONMOVIDO

Iraida: He leído particularmente conmovido las notas que relatan mi modesta intervención en tu clase hace unos días. Me han conmovido las opiniones y juicios sobre mi persona y mi ejecutoria periodística. Y me han sorprendido, sobre todo, la precisión y la exactitud con que recogieron mis palabras las notas que leí. Incluso he sentido vergüenza por las observaciones tan generosas que tus alumnos me han premiado. Vergüenza, porque no creo merecerlas. Pero también he dirigido mi gratitud hacia las alumnas que supieron estimular mis años. Creo que tus alumnos poseen una base humana que les garantiza llegar a ser excelentes periodistas. Son generosos y saben ver en los demás las virtudes que llevan en sí, según el decir martiano. Nadie que carezca de virtud podrá descollar en nuestra profesión. Porque es una faena de servicio, cordialidad y solidaridad. Las glorias personales solo valen si se dirigen a tratar de ayudar a los demás. Por ello, tiene tanto el periodista de soldado y de sacerdote. Tanto el periodismo de entrega y consagración. Felicítalos en mi nombre. Gracias. Y los espero en la redacción. Creo que el relevo, como suele decirse, está garantizado. Luis Sexto