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Isla al Sur

DERECHOS SEXUALES

DERECHOS SEXUALES

El doctor en Ciencias Médicas Eusebio Rubio Aureoles, presidente de la Asociación Mundial para la Salud Sexual, conversó sobre el trabajo que realiza la institución en las distintas regiones del mundo.

MÓNICA BARÓ SÁNCHEZ Y CAROLINA GARCÍA SALAS,

estudiantes de primer año de Periodismo,

Facultad de Comunicación,

Universidad de La Habana.

El doctor en Ciencias Médicas Eusebio Rubio Aureoles, presidente de la Asociación Mundial para la Salud Sexual (WAS, por sus siglas en inglés), fue uno de los ponentes invitados al IV Congreso Cubano de Educación, Orientación y Terapia Sexual, realizado recientemente en el Palacio de Convenciones de la Habana.

En su conferencia magistral Prioridades globales para el logro de la salud sexual: un análisis de las metas del milenio y las necesidades globales de la salud sexual presentó los objetivos que se trazó la WAS durante el XVII Congreso de Sexualidad,  realizado en Montreal en el 2005.

Entre las aspiraciones de la organización destacan el reconocer, promover y proteger los derechos sexuales para todos; condenar y combatir cualquiera de las formas de violencia sexual y discriminación; proveer acceso universal a la información y educación de la sexualidad integral; detener la propagación del VIH/SIDA y demás Infecciones de Transmisión Sexual (ITS); y lograr el reconocimiento del placer sexual como un componente del bienestar; entre otras.

Luchar por estos sueños, que algunos escépticos catalogarían de utopías, exige voluntades inagotables y grandes esfuerzos, pero definitivamente el mundo sería un sitio mejor si se materializaran. Acerca de ese universo el doctor Rubio contestó a varias inquietudes sobre la labor y estrategias de la asociación que él preside.

-¿Cómo actúa la asociación ante los casos de poblaciones que abrazan religiones donde la mujer ha sido legendariamente considerada un ser inferior, y como tal ha sido tratada?

Hay un principio: el de los derechos humanos, que es un llamado a la dignidad de las personas y fue logrado por un acuerdo internacional. Cualquier sistema que no reconozca igualdad de derechos entre hombre y mujer, es cuestionable. Siempre se afirma de forma contundente que deben prevalecer ante cultura, costumbres o tradiciones, aunque afirmar no se traduce en actuar, porque ni nuestra asociación, ni ninguna otra, pueden imponer los cambios. La estrategia nuestra es la difusión del conocimiento científico para que las sociedades se vayan moviendo en esa dirección. Este es un proceso que aún no ha terminado, pero que ya va desarrollándose. Estoy convencido que el conocimiento y la luz que da el saber, ilumina. Creo, también, que el avance hacia la igualdad en los géneros es innegable hasta en las regiones islámicas.

-¿La asociación tiene programas para la protección de mujeres víctimas de la discriminación de género?

No,  la asociación no llega a esos niveles. No podemos intervenir en los asuntos de los países, solo mediante discursos y señalamientos. Sin embargo, hay otras que tienen un poco más de recursos y de alguna manera enfrentan la discriminación. Ojala tuviéramos una estructura que nos permitiera hacer más. Este es un problema muy grande, el número de mujeres discriminadas en el mundo es gigantesco. No obstante, a pesar de la situación actual, hoy la mujer no es la misma que la de hace 50 años, aún cuando nos queda mucho por hacer.

-Algunas culturas africanas someten a las mujeres, siendo bebés o niñas, a la circuncisión genital. ¿Existe alguna condenatoria de la asociación?

La mutilación genital femenina que se practica en muchos países, principalmente africanos, es algo condenable. Y se realiza con el objetivo de disminuir las posibilidades de que la mujer sienta placer, e irónicamente, se hace porque en esas sociedades se tiene la idea de que la mujer es un ser muy poderoso que adquiere el poder a través del  placer sexual. Entonces, para "emparejar las cosas" es que realizan esa práctica. La asociación en 1975 emitió una declaración condenándola y exigiendo que se eliminara porque atenta contra la salud, pero es muy complejo erradicar algo que depende tanto de la cultura de las personas.

-¿Tiene su institución grupos especializados que se dirijan a diferentes zonas geográficas para tratar esos problemas?

Tenemos regiones. En Asia hay una región organizada, en América existe otra y recientemente se conformó la Federación Africana para la Salud Sexual y los Derechos Sexuales, la cual ha estado muy activa.  Próximamente se hará un congreso en Nigeria. Estos enclaves de grupos de profesionales están trabajando para mejorar las condiciones de la salud sexual en la mayor parte del mundo.

-¿Y cómo enfrentan el analfabetismo presente en tantos de esos lugares, a la hora de instruir sobre educación sexual?

Ojalá nada más fueran las personas analfabetas, porque entonces nos dedicaríamos a ellas exclusivamente y les daríamos las herramientas para que se convirtieran en letradas; pero desgraciadamente no son las únicas. Aunque es cierto que mientras más desarrollo económico hay, menos problemas sexuales, de cualquier forma no es suficiente porque el dinero no lo resuelve todo. También influyen otros factores. Esto es muy complejo, los recursos deberían estar destinados a los países con menor progreso. Y desde luego que el problema de la salud sexual es muy importante, pero no está aislado de los otros, sino inmerso en ellos.

-Actualmente África es el continente más afectado por el VIH-SIDA, ¿qué proyectos tiene la asociación para evitar allí el auge de la pandemia?

Las organizaciones internacionales están poniendo todo su empeño en mejorar la situación de este continente. Lo que hay que hacer es facilitar la educación, reconocer los derechos del hombre, la igualdad y evitar la discriminación. Eso es lo que la asociación considera necesario. Y lo tienen que ejecutar los gobiernos de cada país, no les queda otra. La intervención tiene que ser a través de cada gobierno.

-¿Poseen algún programa dedicado específicamente a niños y jóvenes?

Tenemos una serie de procesos para favorecer y reconocer la trascendencia de la educación sexual. Cada dos años damos un premio a la mejor innovación de educación sexual en el mundo. Además, contamos con  una red de organizaciones afiliadas a nosotros, como el CENECEX por ejemplo, donde se intercambian experiencias, ideas y programas dedicados específicamente a niños y jóvenes. Por estos medios la asociación promueve que se optimicen los niveles de educación sexual en le mundo.

-¿Cómo evalúa la labor del Programa Cubano para la Educación Sexual?

El programa cubano es muy destacado y uno de los más avanzados del mundo. Primero, por su concepción de la  transexualidad y su tratamiento a este asunto, además de todo el trabajo que vienen haciendo en la educación sexual y la salud. La asociación reconoce muchísimo toda su labor.

-¿Qué significa para un latinoamericano, un mexicano como usted, presidir la Asociación Mundial para la Salud Sexual, institución con una misión tan importante en nuestros días?

Es muy difícil  lidiar con las diferencias culturales e ideológicas que existen en el mundo, por lo que significa para mí un enorme compromiso y un gran orgullo.

 

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