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Isla al Sur

“LO QUE HAGO, LO HAGO CON AMOR”

“LO QUE HAGO, LO HAGO CON AMOR”

Desde el anonimato del Archivo Central, Leticia Puerto se encarga, junto a sus compañeros, de atesorar y hacer fluir la memoria casi tricentenaria de la Universidad de La Habana.
 
ADIANEZ MÁRQUEZ,
estudiante de primer año de Periodismo,
Facultad de Comunicación,
Universidad de La Habana.

foto: MARÍA DEL CARMEN RAMÓN

Al caminar por el costado de la Facultad de Cibernética- Matemática y pasar junto a las ventanas del Archivo Central de la Universidad de la Habana, este último parece un lugar muy tranquilo, pero una vez que dentro, es que realmente una se percata de que el trabajo allí nunca termina. Existe un ambiente de cordialidad y una limpieza impecables.

Las personas que laboran en él hacen lo posible por ayudar al usuario y brindan su servicio esbozando siempre una sonrisa. Interesada por conocer más sobre este departamento, converso con Leticia Puerto Colina, graduada de nivel medio en Construcción Naval en el año 1982 y trabajadora del Archivo Central de la casa de altos estudios habanera desde el 1 de abril de 1996, cuando ocupó la plaza de Archivera A, puesto en que desempeñó hasta el 1998. Su labor consiste, fundamentalmente, en el trabajo con el fondo documental del archivo: organizarlo, devolver los expedientes a su lugar, sacarlos en un momento determinado, reparar el que estuviese en mal estado, entre otras tareas que aseguran parte del buen funcionamiento de la institución.
 
-¿Qué cargos ha ocupado durante sus años de trabajo en el departamento?

En septiembre de 1998 empecé en lo que sería mi segunda ocupación: encargada del control de expediente académico. Desde junio del 2004 estoy en la plaza de técnico en Gestión Documental.

-¿Ha realizado otros cursos relacionados con la temática en qué se desarrolla?

Para ocupar  la plaza de encargada en Control de Expedientes, pasé un curso de adiestramiento y fui evaluada para el mismo. Luego estuve en otro para secretaria de Organización y Manejo de los Archivos de Gestión, el cual fue organizado por la Dirección de Recursos Humanos de la Universidad en coordinación con la Facultad de Comunicación. Más tarde participé en uno de habilitación, para el conocimiento general de operador de microcomputadora del Centro Nacional de Superación y Adiestramiento en Informática. Actualmente me encuentro en segundo año de la carrera de licenciatura en Bibliotecología y Ciencias de la Información, en la Sede Universitaria Municipal de Plaza de la Revolución.

-En el Archivo Central se realizan dos procesos: atención a investigadores y la reproducción de documentos y confección de títulos de graduados. ¿Podría explicar brevemente  en qué consiste cada uno?

La atención a investigadores realmente no es una actividad en la cual yo me desempeñe dentro del Archivo, pero puedo decirte que su atención consiste en facilitar toda la documentación necesaria solicitada por ellos oficialmente, ya que aquí se encuentran documentos valiosos que datan desde que se fundó la Universidad.

Yo trabajo en el área de reproducción de documentos, destinada a la confección de diferentes documentos como, por ejemplo, la certificación de notas, certificados de graduados o de bajas, entre otros; también, la confección de los títulos de graduados, ya sean desfasados o de la graduación masiva, confección de los catálogos y su registro; revisión de los expedientes de los graduados y las bajas.

-¿Cómo es una jornada laboral de usted en el Archivo Central?

Bastante intensa. Tengo por regla el día anterior dejar a la vista en mi buró los trabajos pendientes, las cosas urgentes, cualquier problema que ver con las facultades, o que solicitar algún expediente u otra cuestión que no me quede clara en el  momento de revisar la documentación. Eso es lo primero que hago cuando llego.

A partir de ahí, reviso las solicitudes que entraron el día anterior y comienzo entonces todo el proceso que estas llevan en el Archivo: ver si las cartas están bien confeccionadas, si el motivo se corresponde con el documento que se solicita, dar su entrada, localizar el número de ese expediente y proceder a la confección del documento pedido. Realmente no soy la persona que elaboro diariamente algunos de esos documentos, aunque cuando es necesario los asumo igual.

Durante el día atiendo a los usuarios que presentan un problema determinado, debido a que el personal es bastante nuevo; también a las secretarías de las facultades que tienen alguna inquietud. Por ejemplo, en estos momentos se están recibiendo los expedientes de los graduados del curso anterior (2006-2007) y los listados de los posibles graduados de este período (2007-2008), para poder asentarlos en el libro de registro y que se proceda a confeccionar  los títulos.

Como mi función fundamental es la de controlar y supervisar el trabajo que se realiza en mi área de responsabilidad, que  salga con la calidad requerida, pues entonces el mayor peso de mi actividad consiste en revisar cuidadosamente el documento que se ha confeccionado anteriormente con el propósito que contenga toda la información que en él se registra correctamente y que coincida con la que aparece en el expediente, por ejemplo, que no tenga faltas de ortografía, que contenga las notas, la expedición del título, la escala de clasificaciones, etc.

-¿A su juicio, qué importancia ha tenido el Archivo Central en la historia de la Universidad de La Habana?

La importancia fundamental es que atesora todos los documentos generados por la Universidad desde su fundación, los cuales representan  su historia.

-¿Qué relación  tiene su trabajo en el Archivo con la Secretaría General de la Universidad y con las diferentes secretarías de las Facultades?

Trabajamos de manera independiente, pero nos subordinamos todos a la Secretaría General de la Universidad. A partir de ella es que se reciben las informaciones y las regulaciones que se establecen para la labor docente-educativa, esto vinculado a las secretarías de las facultades.

El expediente docente, como reflejo de la vida del estudiante, se genera en cada una de las secretarías de las diferentes facultades. Culminado sus estudios, ese documento se transfiere al Archivo Central para su guarda y custodia, y posteriormente, es utilizado para la confección de los documentos solicitados.

-¿Los expedientes se guardan por tiempo indefinido o tienen alguna fecha para deshacerse de ellos o trasladarlos a otro lugar?

Hasta hoy, que yo conozca, están guardados por tiempo indefinido y no se ha hecho ninguna valoración de la documentación para su depuración.

-¿Disfruta usted su trabajo?

Sí, lo disfruto, porque empecé desde abajo y he ido ocupando distintas responsabilidades. Eso me ha dado un conocimiento general del trabajo que realizo y,  además, lo hago con amor.

-¿Ha recibido algún reconocimiento?

Nunca he trabajado por reconocimientos, lo hago por conciencia, tanto aquí, en el Archivo, como en otros centros anteriores y, como te dije anteriormente, lo que realizo es con amor y me esfuerzo para que sea lo mejor posible. Pero si te refieres a diplomas y esas cosas, no.

-¿Alguna experiencia importante que haya tenido en estos años?

Para mí todo el tiempo que he estado en el Archivo ha sido importante, cualquier actividad que he realizado me ha aportado una gran experiencia. Considero que realmente lo que soy hoy es el fruto de esa trayectoria laboral por este Archivo.

-¿Qué ha significado la Universidad para usted?

Para mí ha tenido gran significado porque verdaderamente empecé a trabajar en ella en el año 1988. Antes laboraba en el municipio de la Unión de Jóvenes Comunistas de Plaza de la Revolución y atendía  la Universidad. Después de cumplir con esa tarea, estuve algún tiempo en la librería Alma Mater, posteriormente en la Facultad de Enseñanza Dirigida, conocida hoy como Facultad de Educación a Distancia. Si sacamos cuenta, llevo buena parte de mi vida aquí, o sea, que en este momento pudiera decir que ha representado mucho.

Leticia Puerto es una persona dispuesta a ayudar a todos, sin importar la enorme cantidad de trabajo que le espere en su buró. Ella siempre encuentra un espacio para brindar a quienes soliciten su ayuda. Gente así, sencilla, honran a esta casa de altos estudios y hacen fluir la memoria casi tricentenaria de la Universidad de La Habana.

Esta entrevista forma parte del libro en preparación Nosotros, los del 280, escrito como examen final del género por alumnos de Periodismo de la Facultad de Comunicación de la Universidad de La Habana, a propósito del aniversario de la casa de altos estudios cubana.

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