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Isla al Sur

MAESTRA = AMOR

MAESTRA = AMOR

La profesora Norma Guillama Santamaría asevera que disfruta enseñar y que el Instituto Superior Pedagógico Enrique José Varona es parte inseparable de su vida.

Texto y foto:
RAIZA ARANGO MEDINA,
estudiante de primer año de Periodismo,
Facultad de Comunicación,
Universidad de La Habana.

Pocas son las personas que antes del triunfo de la Revolución tuvieron la oportunidad de visitar el antiguo Cuartel Columbia, pero menos aún quienes lo conocen en sus versiones para lo que fue construido y en lo  que ha devenido, centro educacional de referencia primera en Cuba. Norma Guillama Santamaría es una privilegiada por poseer esa dualidad.

Hoy recuerda sus pasos de niña por los pasillos del cuartel y comenta que no olvida momentos tan difíciles. Sin embargo, por más que insisto en que devele anécdotas personales, siempre recurre a un “no vale la pena ese pasado”. Lo que verdaderamente no olvidará jamás es su trayectoria por una Cuidad Escolar Libertad ya convertida ella en una profesional de la educación en Cuba.

Los inicios 

Norma no dudó cuando Fidel Castro convidó a una de las más grandes misiones protagonizadas por el pueblo: la pedagogía. Se unió a la tarea y hoy forma parte del claustro del Instituto Superior Pedagógico Enrique José Varona (ISPEJV), formador de numerosas generaciones de maestros.

La Morena -como jovialmente la conocen-, con 62 años se siente en plena capacidad para enseñar a las futuras generaciones. Tampoco olvida sus inicios como educadora y rememora con cariño los momentos que como maestra principiante vivió.

Sin haber tenido indicios de vocación alguna para el magisterio, se alistó en las filas alfabetizadoras del territorio habanero. Es así que, casi sin pensarlo, solo motivada por el cumplimiento del deber y la efervescencia revolucionaria de aquellos momentos históricos, decidió sumarse a la campaña educativa.

“Alfabeticé en la tierra que me vio nacer, Guanabacoa. Lo hice porque pensé que de ese modo estaba ayudando a mi país. Además, creo en acciones nobles como esas. Pero ahí no acabó todo.

“Después, cuando fui atleta del Equipo Nacional, sentí que llevaba cierta inclinación hacia el magisterio. Por cierto, mi profesora Cristi del Pilo me animaba mucho. Decía que yo tenía madera para ser una buena entrenadora y, sobre todo, una excelente maestra, porque poseía disciplina, una cualidad indispensable para la profesión”.

Norma siempre tuvo gran inclinación por los deportes. Desde chica, lo que más la cautivaba eran las piruetas en el aire y los difíciles saltos, aún cuando estos vinieran acompañados por dolorosas caídas. Como todo sueño infantil, el de ella se cumplió en cierta medida.

En la década de los años 70 logró ubicarse entre las mejores del mundo en la rama de Gimnasia Rítmica Deportiva, obtener en más de cinco ocasiones medallas de oro y colocarse en la preferencia de los seguidores de esa disciplina en nuestro país.

El Pedagógico

“Cuando comencé en el Pedagógico era entrenadora, no me había licenciado aún en ninguna especialidad. Fue en uno de los primeros Festivales de la Juventud y los Estudiantes cuando captaron a varios muchachos para ser profesores de Educación Física, por todas las condiciones que presentaban.

“Me esforcé y empecé a trabajar aquí con un grupo de clases diurnas y dos aulas para trabajadores. A los pocos meses comencé en la Facultad de mi especialidad y hago, hasta el sol de hoy, todos los trabajos metodológicos de la Gimnasia Rítmica Deportiva.

“En el año 1980, poco después de haberme retirado como deportista, llegué al Pedagógico por mediación de una amiga. Ella me explicó que estaban buscando profesoras de Educación Física con mis condiciones deportivas, pero necesitaba el título de licenciada para presentarme. Tanto se empeñó para que obtuviera la plaza, que hasta logró una entrevista con la decana del Pedagógico, en aquel entonces, Amelia Santos”.

-¿Y qué pasó?

Ella quedó satisfecha y me explicó que el Ministerio ofrecía una carta de autorización a quienes quisieran trabajar en centros educacionales, aunque no tuviesen título, permitiéndoles terminar sus estudios en cursos para trabajadores.

El cambio me costó muchísimo esfuerzo. La metodología que se empleaba en la docencia no era diferente a las técnicas que utilizaba como entrenadora, pero de todas maneras era un reto y le agradezco de todo corazón al Pedagógico por abrirme sus puertas.

El tiempo parece no alcanzarle a esta mujer y, aún así, obtuvo la Maestría en Educación Avanzada, asume la responsabilidad de atender la superación del Instituto Nacional de Deporte y Recreación (INDER) de Guanabacoa, el trabajo como instructora en la Escuela de Iniciación Deportiva (EIDE) capitalina y, además, es entrenadora del Equipo Nacional de Cuba de Gimnasia Rítmica Deportiva y Gimnasia Musical Aeróbica: “Con tantas obligaciones me estreso, pero reflexiono y reconozco que debo cumplir con todas las tareas. Eso nos toca hoy a los buenos revolucionarios”. 

En la actualidad, lleva consigo los mismos deseos por realizar con excelencia su profesión, y la asume con idéntico entusiasmo al de hace tres décadas atrás: “Pienso que los educadores actuales necesitan aprender mucho de la vieja escuela. Les falta rigor. Por momentos olvidan que emprenden una carrera donde, mientras más trabajo y formación se tenga, mejores clases se impartirán”.

Al hablar de las deficiencias que hoy enfrenta su disciplina, argumenta que una causa importante es el cierre de la Facultad de Cultura Física del Instituto: “Muchos de los pedagogos del centro estamos pidiendo su apertura, porque es indispensable contar con una cátedra para la formación de buenos profesionales”.

Actualmente esta materia se estudia en la Universidad de Ciencias Deportivas Manuel Fajardo. Allí se orienta a todos los maestros de la capital desde el punto de vista metodológico e investigativo. Es el único sitio -dentro de la Enseñanza Superior-, donde se imparten las asignaturas de la carrera.

A pesar de ser difícil para La Morena del Varona la labor diaria con los alumnos, aprendió a trabajar con ellos y sus diversas características: “Los estudiantes, por encima de todo, tienen que confraternizar con su mentor; crear la química alumno-educador con el fin de consolidar el trabajo. Se debe poseer una psicología exquisita que permita descubrir cómo poder en algún momento necesario, desempeñar el rol de padre o madre que todo buen maestro lleva en sí”.

Cuando el tiempo retorna

Tras tantos años impartiendo docencia, hoy descubre con frecuencia en clases a hijos y nietos de quienes fueron sus discípulos en el pasado: “Las sensaciones que se tienen cuando ves sentado en el aula al hijo de uno de tus alumnos es inexplicable. ¡Me siento protagonista de una trama que sólo yo puedo recordar! Eso es como una especie de regalo que me lleva necesariamente al compromiso de educar aún mejor a la nueva generación”.

-¿Qué la apasiona más: trabajar con niños o con jóvenes?

Disfruto enseñar. Me acomodo con facilidad a todos los grupos. Tanto los más pequeños como los mayores tienen siempre algo que brindar.

-¿Por qué la asignatura de Educación Física se imparte hasta en las universidades?

Para mantener el cuerpo y la mente en constante equilibrio. Además, ejercitar el organismo constantemente es de vital importancia para la salud general de los estudiantes, de ahí que cada centro educacional se preocupe. Específicamente en las universidades se hace imprescindible debido a que son los últimos años de la vida en que el cuerpo se desarrolla, por ello los profesores velamos por un armónico proceso de crecimiento.

-¿Ha pensado en la jubilación?

Nunca, ya debo hacerlo, pero no lo deseo. Desde que comencé la carrera de Cultura Física sabía lo largo y provechoso que sería el camino. Cuando doy clases olvido los problemas. Solo algo en la vida me pararía: la muerte. Y en eso no se piensa ni un segundo. Ahora lo que sí me gustaría es obtener la categoría de Profesor Consultante, sería una manera más de contribuir a las generaciones en formación.

Norma ha trabajado por más de 20 años en el Instituto Superior Pedagógico Enrique José Varona, y junto al resto del colectivo lo siente tan cercano como su propio hogar: “Creo que es uno de los mejores centros rectores de la educación en el país. Los profesores que pasan por aquí, egresan muy bien preparados y con un alto prestigio profesional”.

Norma Guillama no esperaba que sus anécdotas estuvieran en un libro. Su prioridad es impartir clases y hacerlo bien. Aunque sabe que la labor está llena de sacrificios, no decae ante los obstáculos. Prefiere que la recuerden como la enérgica mujer de la cátedra de Cultura Física.

De la misma manera, no tiene reparos si de enseñar se trata. Sus alumnos van desde los más chicos hasta los adultos, lo que la obliga a estar muy bien preparada para transmitir varios contenidos de su asignatura y mantener la atención de todos, “tarea más fácil que hablar de mi obra frente a una intrusa grabadora”.

-¿Cómo calificaría al Pedagógico con una sola palabra?

El Instituto Superior Pedagógico Enrique José Varona es parte inseparable de mi vida. Lo califico con la más grande y sincera de todas: amor.

Esta entrevista forma parte del libro en preparación Rostros del Varona, escrito como examen final del género por alumnos de Periodismo de la Facultad de Comunicación de la Universidad de La Habana, a propósito del aniversario 45 de la casa de altos estudios pedagógicos.

Ficha técnica:

Objetivo central: Descubrir cómo llega Norma Guillama al Pedagógico. Indagar sobre su paso por este. Profundizar en el trabajo de su departamento.

Objetivos colaterales: Reconocer su labor dentro del deporte cubano. Saber cómo asumió el cambio de centros de trabajo. Conocer si se siente satisfecha de la labor realizada hasta hoy.

Tipo de entrevista

Por sus participantes: Individual
Por su forma: Mixta
Por su contenido: De personalidad
Por el canal por el que se obtuvo: Contacto directo (cara a cara)

Tipo de título: De referencia al tema
Tipo de entrada: Referencial
Tipo de cuerpo: Mixto
Tipo de preguntas: 1-de indagación; 2-directa; 3-abierta; 4-directa; 5-directa y abierta
Tipo de conclusión: De opinión del entrevistado

Fuentes consultadas: Currículo de Norma Guillama Santamaría. Documental.

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