Blogia
Isla al Sur

SER PERIODISTA NACE DEL ALMA

SER PERIODISTA NACE DEL ALMA

MANUEL ALEJANDRO HERNÁNDEZ BARRIOS,
estudiante de primer año de Periodismo,
Facultad de Comunicación,
Universidad de La Habana.

“El periodista ha de saber,
desde la nube hasta el microbio”.
José Martí

Son los periodistas los que con entrega total a la profesión y una amplia responsabilidad expresan a través de su pluma la noticia, participan como reporteros de guerra o hacen la crítica mediante un comentario, pero no todos logran obtener el Premio Nacional José Martí (1999), aunque su labor periodística sea meritoria y tengan elevado prestigio.

Orlando Contreras Castro, excelente comunicador, se enorgullece de haberlo merecido en 1999. También, ostenta la Distinción Félix Elmuza y fue invitado de honor al Congreso de la Unión de Periodistas de Cuba (UPEC), en 2008.

En su casa, rodeado de libros, revistas, la prensa en general, me recibe con familiaridad e intuyo una conversación amena con este chileno que nació el 25 de enero de 1937 y llegó a Cuba en 1959. Por demás, se graduó de la carrera de Letras de la Universidad de La Habana.

-Desde muy joven ejerció el Periodismo.

¿Cómo se inició en los medios?

Tenía unos 14 años cuando comencé, fue en Chile, mi país natal. Las radioemisoras no eran muy buenas, pero uno se pagaba el espacio y le permitían realizar un programita. Duró poco, la economía no daba para mucho, entonces decidí marcharme, fui a Perú. Viajé en un barco italiano llamado Antoniotto zo di mare. Con 16 ó 17 años, por casualidad y por percibir cómo introducirme en los espacios comunicativos, me hice periodista.

-¿Cómo lo logró?

Llevaba un estilo de vida bohemio y trabajaba en una librería, eso me permitió el vínculo con mucha gente, conversaba con uruguayos, argentinos, peruanos, disfrutaba mucho hablar con las personas; ganaba en experiencia y conocía mejor la vida, lo sentía una necesidad.

Un amigo periodista me dijo que la gaceta La Tribuna se volvería a editar. Él ofrecía sus servicios a un diario de la Alianza Popular Revolucionaria Americana.

La Tribuna tuvo durante un tiempo un arraigo popular bastante grande y a mi amigo le reofrecieron ser jefe de la página hípica, sección dedicada a todo lo relacionado con caballos, y me dice: “Tú eres un muchacho inteligente, necesitas dinero, podrías perfectamente trabajar conmigo”. Decidido, acepté la propuesta.

-¿Cuál fue su labor periodística en la redacción? 

Al inicio sentía temor. Cuando llegué me hicieron una entrevista, preguntaron si conocía a alguien vinculado con los medios informativos. Dije sí rápidamente. En ese momento recordé a Solano, excelente reportero, muy escuchado por aquel tiempo en Chile, pero en realidad, no había cruzado ni una palabra con él. Me preguntaron dónde se encontraba, respondí que debía estar en Chile, lo suponía porque conocía de su labor por allá.

Me comentaron que estaba allí en ese momento y me invitaron a saludarlo. Tembloroso llegué hasta él, y le dije: -“¡Señor Solano, qué bueno verlo nuevamente!”, y le di un fuerte abrazo. Inmediatamente, me respondió: “Fíjate huevón que eres patudo”. Sólo yo conocía el significado de ese comentario, él se dio cuenta de mi estratagema para meter fuerza y apoyó mi apretón. Desde ese día se convirtió en mi padrino y una verdadera fuente de enseñanza constante.

Cuando me inicié en el mundo laboral lo hice con una pasión muy grande. Estaba aprendiendo de todo. Un día, el editor de las noticias internacionales faltó y me pusieron a cubrir la sección para comprobar si podía hacerlo. Parecía fácil, leía los titulares y seleccionaba los cables, pero me percaté que no podía jugar con la información, la elección debía ser la correcta. Allí aprendí tipografía y diagramación también.

-¿Qué motivo le hizo venir a Cuba?

Cuando tenía 15 años y estando en Chile, recuerdo que Salvador Allende se presentó por primera vez a la presidencia. A veces, después de clases, me pasaba hasta las tres de la madrugada pegando propagandas a favor de él.

Desde que salí de Chile, e inspirado en mi tío Mario Contreras, neurocirujano de profesión, miembro del Partido Conservador, y torturado con 69 años, aprendí a no ser dogmático ni sectario.

Realicé muchísimas acciones revolucionarias; éstas me fueron motivando hasta decidir incorporarme al Movimiento 26 de julio        (M-26-7). Estando en Perú, específicamente en Lima, me vinculé a este grupo con entrega total. Una vez llegado el glorioso triunfo de la Revolución Cubana, tan esperado por nosotros, los de izquierda, nos mandarpn a buscar en un avión C-46. Así llegué a Cuba.

-¿Comienza a estudiar inmediatamente o a trabajar?

Primero empecé a trabajar en la revista Verde Olivo, en el año 1960, pero rápidamente decidí estudiar una carrera universitaria; dirigía aproximadamente a unos 40 redactores y no tenía ningún título en ese momento.

También pertenecí al equipo del programa televisivo Hoy Mismo y he dado cobertura a importantes acontecimientos fuera de Cuba, incluyendo viajes del Comandante Fidel Castro.

Actualmente laboro en la sección Hablando Claro, del programa Haciendo Radio, emisora Radio Rebelde, dedicándome al comentario. Lo recreo con un lenguaje coloquial y el público lo espera cotidianamente; analizo en ellos los equilibrios dentro de la sociedad.

-¿Por qué escogió graduarse de Filología y no Periodismo,

profesión que ejercía desde su adolescencia?

Es cierto, decidí estudiar Filología en la Facultad de Letras. Existían profesores brillantes, de vasta experiencia, lo que los validaba como auténticos maestros, pero la escuela de Periodismo necesitaba de programas teóricos más sólidos. No existía la actual Unión de Periodistas de Cuba (UPEC), no es hasta julio de 1963 que surge. El cambio en los medios se avecinaba, un nuevo periodismo nacía y era necesario  adquirir otros conocimientos.

Estaba convencido que debía estudiar Letras. La calidad del claustro, el alto nivel de contenido y el peso teórico de la carrera hicieron posible el desarrollo posterior de  mi profesión como reportero. 

-¿Recuerda a algunos de los profesores

que le impartieron clases?

Por la Universidad de La Habana han pasado varias generaciones de profesores y tuve la suerte de tener algunos como Camila Henríquez Ureña, familia de grandes intelectuales dominicanos, era una mujer excepcional. Julio Cortázar, escritor argentino, nos impartía algunas  conferencias. También impresionaban los temas abordados por la poetisa Mirta Aguirre. 

-¿Considera el periodismo una profesión o un arte?

La combinación de ambas. En esta profesión se debe ser lo más creativo e imaginativo posible, eso forma parte de la maestría con que la pluma corre. Hay viejas técnicas del periodismo que aprendí hace tiempo, por ejemplo, esa cuestión de los yanquis del qué, cuándo, dónde, quién, cómo y por qué, funciona. Hoy existen variedades de estilo.

El corresponsal es un trabajador intelectual, un profesional que requiere de oficio y de preparación constante, aunque a veces se cometen errores. El periodismo es síntesis y presencia.

Napoleón, artífice de la guerra, consideraba la prensa como algo  importante. Dondequiera que llegaba implantaba una publicación. Ese genio militar realizaba periódicos en todas partes; para él, en primer lugar, tenían la misión de informar, por supuesto, desde su punto de vista.

-¿Qué cualidades cree que debe tener un periodista?

Debe ser intrépido, ágil, una persona de reflejos rápidos, con un buen sistema nervioso capaz de permitirle captar la información vertiginosamente y dar seguimiento a la noticia. Debe escribir de una manera amena, no como un ladrillo en la nuca. Aprender a dar matices, no ser plano.

El conocimiento insaciable es otra de sus características para poder discutir y convencer, de manera que su participación como reportero sea responsable y creíble; un detective diario, observar siempre lo que ocurre a su alrededor.

Además, estudiar las biografías de los personajes, saber de historia. La lectura es fundamental, por ejemplo, entre mis escritores preferidos está César Vallejo.

En esta profesión se corren riesgos, pero la clave es no destruirse moralmente. Conocer a la gente, sacarle información, saber recoger lo esencial, tener independencia en los trabajos planeados. No se debe esperar a que le digan ve para allá; hay que adelantarse y decir ya fui, ese un mérito. Es una persona proveedora de información, un cuestionador. Darse a conocer y lograr el respeto de la gente son otras de sus cualidades, los compromisos éticos los maximizan. Nace del alma esta labor, para ella hay que tener madera y espíritu. 

-¿Considera la crítica sana y necesaria?

La crítica, si se hace con responsabilidad, es necesaria. Debemos contribuir con ella a mejorar la sociedad. Un periodismo sin crítica no sirve. Reprochar dificultades no significa que ahora digamos: vamos a acabar con esto o aquello.

La prensa ayuda a la reflexión, orientación y educación de una nación. Uno puede equivocarse en su opinión, a los ángeles y arcángeles que están en el cielo no les ocurre.

-En los últimos años se realiza un

periodismo diferente en Cuba.

¿Cuál es su opinión en relación con ello? 

Es cierto, hemos observado cambios sustanciales en este sentido. El comentarista nacional e internacional ha transformado el estilo a la hora de dar la noticia, el lenguaje utilizado es más abierto y se ha comenzado a profundizar en los temas más interesantes para la población cubana, aunque no todo lo deseado, la gente siempre espera más.

Hoy se ponen en manos de los informadores los recursos  tecnológicos de última generación para no dejar escapar la novedad. En las distintas provincias del país hay déficit de corresponsales, el incremento de ellos ayudará al desarrollo del nuevo periodismo cubano diseñado para llegar a ser local. Creo que la asunción de lo local lo hará más universal.

Esta entrevista forma parte del libro en preparación sobre los Premios Nacionales de Periodismo José Martí, escrito como examen final del género por alumnos de Periodismo de la Facultad de Comunicación de la Universidad de La Habana.

Ficha técnica:

Objetivo central: Conocer al Premio Nacional de Periodismo José Martí, Orlando Contreras Castro.
 
Objetivos colaterales: Indagar en su vida profesional, por qué siendo chileno está en Cuba y por qué ejerce el Periodismo.

Tipo de entrevista:

Por sus participantes: Individual
Por su forma: Preguntas y respuestas
Por su contenido: De personalidad
Por el canal en que se obtuvo: Cara a cara

Tipo de título: De Cita textual
Tipo de entrada: Comentada
Tipo de cuerpo: Preguntas y Respuestas
Tipo de preguntas declaradas: 1-informativa, 2-abierta, 3-abierta, 4.-directa, 5-abierta y directa, 6-abierta, 7-abierta, 8-de criterios divididos, 9-de opinión, 10-de opinión, 11-de opinión
Tipo de cierre: De opinión del entrevistado
 
Fuentes consultadas:

Documentales:

Página web oficial de Radio Rebelde
Programa Hablando Claro
Artículos en Internet de Orlando Contreras Castro

 

0 comentarios