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Isla al Sur

“ESTUDIAR Y PREPARARSE BIEN: ESE ES EL SECRETO”

“ESTUDIAR Y PREPARARSE BIEN: ESE ES EL SECRETO”

Más de tres décadas ha consagrado la profesora Marlene Reyes Rodríguez a formar hombres de bien y buenos profesionales.

ELIZABETH  PÉREZ  PÉREZ
estudiante de primer año de Periodismo,
Facultad de Comunicación,
Universidad de La Habana.

La Master en Ciencia Didáctica de la Biología, Marlene Reyes Rodríguez, subdirectora docente de la Sede Universitaria Pedagógica del municipio capitalino de Regla, ingresó al mundo del magisterio a los 14 años, dedicando todo su ejercicio profesional a la investigación de la Botánica y a la preparación de profesores en el Instituto Superior Pedagógico Enrique José Varona (ISPEJV).

Al desempeñar este papel encomendado por la Revolución, Marlene valora su trabajo en el ISPEJV como la obra más importante de su vida: “La mayoría de las alegrías, las penas y las tristezas me las ha dado, precisamente, mi labor en el Varona”.
 

En 1972, el Comandante Fidel Castro exhortó a la juventud cubana a enfrentar la  carencia de maestros que presentaba el país. Entonces, ella desechó el sueño de ser doctora para participar en ese proceso revolucionario. El ingreso al Segundo Contingente del Destacamento Pedagógico Manuel Ascunce Domenech señaló el inicio de su carrera.
 

“En septiembre de 1973, los jóvenes del Destacamento nos incorporamos a las secundarias en el campo, donde trabajé impartiendo clases de Biología. Allí asumimos la vida de la escuela, y al mismo tiempo, recibimos todas las asignaturas de la formación educativa en la Unidad Pedagógica Eugenio Maria de Hostos, en el municipio San Antonio de los Baños.”

 
-¿Qué significado tuvo esa

misión en su formación?

Fue una madurez brusca porque a pesar de ser muy jóvenes, tuvimos que desarrollarnos rápido. El catalizador nuestro fue la responsabilidad asumida ante las tareas de enseñar y estudiar. Realmente, creo que hice mi papel en el momento justo, y apoyé a la Revolución con gran entusiasmo. Por eso estoy orgullosa de haber pertenecido al Destacamento.

En cuarto año de la carrera, sus profesores la seleccionaron alumna ayudante, experiencia válida para adentrarse en el trabajo de la enseñanza. Cuando en 1978 se graduó de Profesora General de Biología, nivel medio, la ubicaron en el Varona, y fue allí donde en 1980 obtuvo el título de Licenciada en Educación en la misma especialidad.

Ese año también se vinculó al Concentrado Internacionalista que preparó a los educadores del Destacamento Ernesto Che Guevara, como Jefa del Departamento de Biología y profesora de Fisiología Vegetal.

“Esa obra fue el primer paso del internacionalismo cubano en la rama de la educación, y tuvo gran importancia porque dio la posibilidad a países como Angola y Nicaragua de erradicar el atraso escolar y elevar el nivel de instrucción de su pueblo.”

En el 2000, asumió las nuevas transformaciones de la Tercera Revolución Educacional formando el claustro que inició la preparación de los Profesores Generales Integrales (PGI) en la escuela Salvador Allende: “Fue una experiencia enriquecedora y bella porque ahora veo cómo esos jóvenes imparten clases y ocupan otras responsabilidades. Trabajamos mucho, incluso, significó un reto porque impartí Geografía, Química y Biología, y eso implicó un gran esfuerzo.”

-¿Cómo se preparó para

asumir esas asignaturas?

No dormía. Para dar una buena clase el conocimiento es fundamental. Para enfrentar cualquier tarea hay que estudiar y prepararse bien: ese es el secreto.

Su labor metodológica está centrada en el campo de los medios de enseñanza. En su tesis de maestría propuso cómo utilizar los videos en la Botánica. Fue guionista de los programas Labores y Mecanización Agropecuaria y Plantas con flores. También asesoró a las tres primeras profesoras de Biología del Canal Educativo: “El trabajo en la televisión me gusta mucho. Además, nos brinda la posibilidad de enseñar los contenidos de manera simultánea a mayor cantidad de estudiantes”.

-Sobre el uso diario de los equipos

audiovisuales como sopote de las

clases existen diversos criterios

en el estudiantado y la población.

¿Cuál es su opinión como docente? 

El uso de esas tecnologías ha sido una necesidad. Lo perfecto sería que el profesor utilizara en su clase un video para apoyar su discurso. Pero en estos momentos contamos con maestros en formación, por lo tanto, no podemos exigirles el dominio del contenido de todas las asignaturas para impartir las clases de manera frontal.

Si dispusiéramos en nuestras escuelas de los profesionales precisos para dar las clases, no requeriríamos de la televisión y el video de la manera actual, pero verdaderamente esto no puede ser por el éxodo de maestros que tenemos. Es preferible una variante intermedia a un aula sin maestros. La educación y la salud son las conquistas más grandes de nuestro pueblo y debemos defenderlas a toda costa.

-Usted ha vivido gran parte del acontecer

histórico de la docencia en el período

revolucionario. ¿Pudiera decir en cuál

etapa de desarrollo se encuentra

la educación cubana?

Lo considero un momento de trance, porque estamos utilizando las nuevas tecnologías que nos llevan hacia delante; pero, por otro lado, gran parte del personal relacionado con los equipos no está lo suficientemente capacitado como para enfrentarse a ellos.

Trabajamos en su formación desde el punto de vista educativo e instructivo porque los conocimientos que traen son elementales, y hay que reforzarlos. Ese es el problema que tratamos de solucionar en este momento: capacitar al profesor adecuadamente para que pueda hacer un uso correcto de esos equipos.

En el 2005 comenzó su labor como asesora del  programa Yo sí puedo en Michoacán, estado de México. Allí atendió los cuatro municipios que izaron la bandera Vencedor del Analfabetismo, categoría otorgada por la Organización para la Educación, la Ciencia y la Cultura de las Naciones Unidas (UNESCO) a aquella región  geográfica con un índice por debajo del 4 por ciento de analfabetismo.

“Fueron dos años muy fuertes, de mucho trabajo. Tuvimos que esforzarnos para lograr resultados, pues existen grandes diferencias entre nuestros sistemas: la educación cubana tiene un plan de estudio desde el cabo de San Antonio hasta la Punta de Maisí. Allá cada escuela tiene su programa, algunas poseen una mejor formación en relación con otras.

“Como es lógico, todo se paga: los uniformes, los libros, las libretas, la merienda. Las escuelas terminan al mediodía, incluso los círculos infantiles. Algunos centros trabajan por la tarde, pero no hay doble sesión. No existe el grado de consagración de los maestros cubanos. Los profesores recién graduados no tienen trabajo, esas cosas no ocurren aquí”.

-Siendo usted una profesora

consagrada, ¿considera que la pedagogía

cubana responde a la sociedad actual?

Nuestra enseñanza está precisamente dando respuesta a las exigencias de la nación. El objetivo fundamental del PGI es ser el preceptor del niño. Esa es la meta de la educación actual: tratar que los jóvenes  vean en la escuela una guía para la vida.

La instrucción de hoy pretende formar verdaderamente al individuo del futuro: un hombre que eleve la bandera y conserve las conquistas de la Revolución.

A Marlene siempre le atrajo el campo científico: “Si algo hice desde estudiante fue investigar.” En segundo año de la carrera presentó su primer trabajo: La mariposa como flor nacional. Años más tarde integró el proyecto Flora, del Jardín Botánico Nacional, donde realizó un estudio taxonómico de la familia Myricaceae, y publicó el artículo  Patrones de nervadura foliar del género Cyrilla en Cuba:  “Ese ha sido, de manera general, mi trabajo en el programa. No fue una cosa muy grande, pero puse mi granito de arena.”

También participó en la redacción de los libros Elementos Básicos de Agricultura -para vincular el proceso docente a las áreas productivas de los institutos preuniversitarios en el campo-, y Fundamentos de Agropecuaria, primera y segunda edición.

“Los profesores debemos incluir otras actividades en el plan de trabajo para no limitarnos a explicar un contenido de forma plana. Nos corresponde dar ideas claras, despertar nuestra iniciativa y creatividad para elevar realmente la calidad de la clase.”

-¿Considera al Varona como

rector de la pedagogía cubana?

El Pedagógico siempre es el abanderado de todas las transformaciones. El Ministerio de Educación confía en sus profesionales y les encomienda las tareas más difíciles con la seguridad de que su claustro sabrá enfrentarlas.

Siempre está a la vanguardia en la formación de maestros. Cuando se habló de la municipalización, el Instituto enseguida reorganizó sus facultades e inmediatamente fuimos para los municipios. Cualquier tarea asignada por la Revolución, el Varona la cumple dignamente.

Galardonada en 1993 con la Medalla por los 20 años del Destacamento Pedagógico Manuel Ascunce Domenech y en el 2000 con la Distinción Por la Educación Cubana, Marlene Reyes considera que “el mayor orgullo de los maestros es ver cómo nuestros alumnos se transforman de manera positiva.”

Actualmente se encuentra cursando el Doctorado, una continuación de la Tesis de Maestría, e imparte clases de Taller y Defensa de Diploma en la Sede Universitaria Pedagógica Municipal de Regla.

“Cuando, hace poco, me hablaron de la sede, muchas personas pensaron que vendría molesta, pero estoy bien aquí: los maestros son imprescindibles para la Revolución y enseñarlos me enorgullece mucho.

“Yo me siento madre de mis estudiantes: quiero ser su consejera cuando tienen algún problema, su guía cuando las cosas no van bien. Ese es el sentimiento que profeso hacia ellos, porque toda mi intención es formar hombres de bien y buenos profesionales.”

Esta entrevista forma parte del libro en preparación Rostros del Varona, escrito como examen final del género por alumnos de Periodismo de la Facultad de Comunicación de la Universidad de La Habana, a propósito del aniversario 45 de la casa de altos estudios pedagógicos.

FICHA TÉCNICA:

Objetivo central: Develar aspectos de la labor profesional de Marlene Reyes Rodríguez que demuestren la calidad de la formación docente del Instituto Superior Pedagógico Enrique José Varona y la consagración de sus profesores.

 
Objetivos colaterales: Experiencias en el extranjero. Opinión sobre determinados temas relacionados con su profesión. Aportes a la Biología como ciencia y a la metodología de la enseñanza de la misma. Proyectos actuales de trabajo.
 

Tipo de entrevista:
Por sus participantes: Individual.
Por su forma: Mixta.
Por su contenido: De personalidad.
Por el canal que se obtuvo: Vía directa.
 

Tipo de título: De cita textual del entrevistado.
Tipo de entrada: De presentación.
Tipo de cuerpo: Mixto.
Tipo de preguntas: 1) abierta; 2) abierta; 3) abierta; 4) polémica; 5) polémica; 6) abierta.
Tipo de conclusión: De opinión o comentario del entrevistado.

Fuentes consultadas: Currículo del entrevistado (documental).

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