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Isla al Sur

CAMBIO CLIMÁTICO, ¿PROBLEMA DE TODOS?

CAMBIO CLIMÁTICO, ¿PROBLEMA DE TODOS?

Los terremotos, sismos y  ciclones tropicales constituyen realidades que amenazan la tranquilidad del planeta y se convierten en una  problemática de interés global. Cuba no está exenta de estas variaciones

YAMILET PÉREZ PEÑA,
estudiante de primer año de Periodismo,
Facultad de Comunicación,
Universidad de La Habana.

Nada es tan desolador como la destrucción y el daño que se observan después de un huracán. Miles de horas de trabajo se pierden en breve tiempo cuando fuertes corrientes de aire baten directamente contra centros económicos y sociales. Los ríos se desbordan, barren cuanto encuentran a su paso e inundan extensas zonas. Escuelas, policlínicos, viviendas, techos, fábricas, almacenes, carreteras y puentes son sacudidos por los vientos y las aguas.

Es preocupante ver fenómenos como estos perjudicar al mundo en gran escala. Cuba ha sufrido durante siglos los azotes de disímiles huracanes y tormentas tropicales que trajeron consigo daños  irreparables e, incluso,  pérdida de vidas humanas.

El año 2008 fue un ejemplo del incremento de estos meteoros, pues en menos de diez días acecharon el territorio nacional dos ciclones de altas categorías. Gustav e Ike cambiaron drásticamente el clima cubano. ¿Será éste un efecto del cambio climático? ¿Estará el archipiélago cubano exento de las variaciones del clima?

2008, ¿realidad o hipótesis?  

Para muchos, el año 2008 fue la prueba que permite afirmar la incidencia de las variaciones climáticas en la Isla. Adelfa Pérez, pinareña del municipio de Los Palacios, damnificada por el impacto de Gustav e Ike,  opina que el paso de fenómenos de este tipo en el territorio cubano durante la temporada del 1ro. de junio al 30 de noviembre de una forma más continua e intensa, puede ser un efecto de las variaciones del clima.

Sin embargo, para los especialistas en el tema, asegurar que  los ciclones tropicales del año pasado son un problema del cambio climático pudiera ser una aseveración muy precipitada: “Se necesitan bases más sólidas, las suposiciones no bastan para aseverar una dificultad de tanta envergadura”, expone Luis Paz, científico del Centro del Clima del Instituto de Meteorología (INSMET).

Para este experto, es normal la incidencia de fenómenos en el país durante los meses típicos de la temporada ciclónica: “Pueden pasar un número X de huracanes con categorías altas o bajas y no  necesariamente son un efecto de las variaciones del clima, aunque vale destacar que se rompieron varios récords registrados por décadas”.

Por otra parte, Yoanna López, estudiante de la Facultad de Derecho de la Universidad de La Habana, considera la agudización de estos meteoros en la Isla como un problema del cambio climático y  supone que se producen de una forma más sistemática debido a la acción desconsiderada del hombre sobre los recursos naturales.

A su vez, José Rubiera, director del Centro de Pronósticos de INSMET, destaca a Ike como el sexto huracán intenso (categoría 3 o superior de la escala Saffir–Simpson) que daña a Cuba desde el año 2001: “No existen registros de que tal número de fenómenos naturales hayan perjudicado al país en un período de ocho años, e incluso diez años, desde 1791 hasta el presente.”

Encuestas y estudios realizados por el Ministerio de Ciencia Tecnología y Medio Ambiente (CITMA), demuestran que la gran mayoría de los afectados por los huracanes coinciden con la perspectiva de que el clima en nuestro archipiélago variará con facilidad y ven al 2008  como el comienzo de una nueva era donde  la naturaleza le quitará a la especie humana todo lo que ésta le  robó con su accionar ilimitado.

Retos y desafíos

Mientras algunos de los expertos centran su atención en determinar si  estos hechos climatológicos del pasado año son consecuencia o no del cambio climático, otros como Andrés Plana, Presidente de la Junta Directiva de la Asociación Meteorológica de Cuba, aseguran que lo ocurrido provocó daños en el archipiélago.

“En el municipio Los Palacios, en la provincia de Pinar del Río, se obtenía una de las mayores cosechas de arroz del país, el 40 por ciento anual de este cereal en la Isla. Pero hoy  día se reduce casi a la mitad  la  siembra del cultivo debido a la salinización del suelo. “
 
Para Andrés Planas, el paso de Gustav por el territorio pinareño ocasionó, además de severos trastornos en  la flora y  la fauna del lugar, dificultades que aceleraron la degradación del manto freático.

”El problema ya se venía produciendo, pues se notaban las diferencias en los resultados de las cosechas, al comparar las siembras pasadas de 600 hectáreas con las actuales de alrededor de 350, se aprecia la disminución de las tierras cultivables. La mayor parte de los cambios de la naturaleza se presentan en forma de crisis, y no paulatinamente, de ahí que la incidencia de los huracanes acrecentó la improductividad del suelo.”

Pero este problema de las variaciones en el clima no solo se concentra en una zona determinada, pues se manifiesta a lo largo de todo el país de diferentes formas y envergaduras. Durante los últimos seis meses, después de los récords de bajas temperaturas ocurridas durante una de las etapas invernales más largas de nuestra historia, se origina un inconveniente aún mayor: la sequía.

Abel Centella, director Científico del INSMET, refiere que debido a las variaciones en las temperaturas se está produciendo una temporada seca con pésimos resultados para la agricultura.

”En mayo llovió un solo día -el primero- y el agua no fue suficiente para la recuperación de los suelos. Por esta seca prolongada se pierden diariamente entre el 40 y el 20 por ciento de las cosechas de cereales, cítricos, vegetales, y a ello se suma la proliferación de incendios forestales de mayor o menor magnitud en muchas regiones del país.”

Según Regino Peña, campesino del municipio de Guanabacoa, la recogida de las cosechas resulta decepcionante: ”Es muy triste ver cómo después de tantos sacrificios no se obtienen buenos resultados, cada vez los frutos son peores y los productos no tienen la calidad necesaria. Unos años atrás podía cultivar 40 cordeles de plátano, por mencionar un ejemplo. Hoy, escasamente llegamos a los 25 cordeles en una finca promedio.”

Por su parte, Gisela Alonso, especialista de la Agencia de Medio Ambiente (AMA), expresa: “La sequía  se convierte poco a poco en el principal problema de las variaciones  en el  clima de nuestro país y si se sigue agravando puede cambiar, incluso, muchas de sus características generales, como es, por ejemplo, la humedad. Datos históricos del AMA permiten afirmar que la temperatura del suelo cubano ha aumentado en un 8 por ciento en general, siendo la región oriental la más afectada en este sentido con un incremento  de 3 ºC con respecto a las demás regiones del país.”

Más allá del presente…

Según los expertos, las transformaciones del clima en Cuba no son un problema actual, en determinados estudios realizados por los científicos del INSMET se comprobó que este cambia de forma paulatina, pero en los últimos tiempos se  acrecentó.

“Mediante series de observación se analizaron los estados climáticos consecutivos de treinta años de duración, los resultados fueron comparados con cifras anteriores que evidencian una diferencia entre las mismas de 10 ºC. En esta información se describe la sucesión de ciclos cálidos alternados de períodos fríos. Durante las dos primeras décadas del siglo XX, no se apreciaron oscilaciones marcadas, hasta el inicio de una etapa cálida en los cuarenta”, explica Herminia Serrano, especialista de AMA.

Para el doctor José Rubiera solo podemos hablar de cambios climáticos cuando se alteran las variables máximas y mínimas, la cuales consisten en la  aparición de una serie de efectos debidos a la sucesión de tipos de tiempo: vegetación, posición de los centros de acción y el  movimiento de la atmósfera. Esto, naturalmente, sin perjuicio de que la misma tolerancia implique períodos más o menos  fríos o cálidos.”

De manera general, el planeta se ve asechado por los efectos de la naturaleza, aunque en disímiles regiones del mundo los sismos, los terremotos y los tsunamis se vuelven una realidad palpable cada vez más frecuente, de interés no solo de los habitantes del lugar, sino de todos los que convivimos en el Planeta Azul. Pero el mayor problema en cuanto al cambio climático consiste en sus drásticas consecuencias.

La ley de la selva

“El agravamiento de las variaciones del clima en períodos más cortos de tiempo es una problemática de nuestros días. La acción desconsiderada de la mano del hombre provoca  daños irreparables a la naturaleza y la más afectada será  la especie humana”, alertaba la Organización Oxfam Internacional en el año 2002, en su informe El derecho de sobrevivir.

Resulta que en los últimos años el clima ha variado con mayor frecuencia en un menor tiempo y ha desestabilizado la tranquilidad de muchas personas para convertirse en una “verdad incómoda e insegura”. El ex candidato demócrata, Al Gore, así lo refleja en su película–documental, donde pronostica que los mayores daños a escala mundial serán en los países pobres debido al despilfarro de energía y recursos por parte de los ricos.

Al parecer, no se encontraba errado de lo que pasaría años más tarde, pues ya se sufre el cambio del clima en América Latina, incidiendo de manera directa en la pérdida de numerosas especies y para mediados de este siglo se asegura la desaparición de algunas de las selvas tropicales, como la Cuenca del Amazonas.

Cuba no está exenta de los pronósticos: podría perder el 3 por ciento de los bosques de manglares con una subida de un metro del nivel del mar, así lo afirma la Organización de Naciones Unidas (ONU).  

El incremento de la temperatura ambiental en unos pocos grados es otra de las preocupaciones recurrentes, “pues no solo tendría efecto inmediato en los humanos y especialmente en la población anciana de las zonas urbanas de Cuba, por su avanzada edad, sino también modificaría la composición química de la atmósfera y esto a su vez puede influir en la contaminación atmosférica, principalmente del ozono en la troposfera”, asegura Luis Paz, especialista del Centro del Clima.

Por otra parte, la ONU asegura que el número de personas dañadas en el mundo a causa de desastres relacionados con el clima podría crecer en un 50 por ciento para el 2015, hasta alcanzar unos 575 millones de damnificados. Solo entre 1998 y 2007, el 98 por ciento de las personas perjudicadas por sequías, inundaciones, terremotos y ciclones tropicales, entre otros fenómenos naturales,  fueron víctima de la proliferación de diferentes enfermedades como la fiebre amarilla, la tuberculosis, parásitos intestinales y externos, enfermedades respiratorias agudas y otras.

Sin embargo, los países desarrollados siguen desechando tóxicos a la atmósfera e incrementando el CO2, contaminando el aire con gases de efecto invernadero y creando nuevos fertilizantes para la agricultura; de ahí el incremento de la existencia de las Nubes Marrones, mayormente conocidas como ABC, partículas tóxicas creadas por el hombre que contribuyen a la propagación de padecimientos.

Sobre estos temas, el Comandante en Jefe Fidel Castro expresó en una de sus Reflexiones: “Entre países se establecen diferencias a veces abismales entre las que se califican como naciones ricas o pobres. Los que tienen mejor clima, más tierra cultivable, más agua, más recursos naturales en el espacio en que les tocó vivir cuando no existen más territorios que conquistar, los que dominan las tecnologías, los que poseen más desarrollo y manejan infinitos recursos mediáticos, y los que, por el contrario, no disfrutan ninguna de estas prerrogativas.  Esa  simplemente es la ley de la selva”.

Después de la tempestad, ¿llegará la calma?

Lo que pueda suceder con el clima de Cuba y del mundo es un enigma aún. Los científicos, por su parte, siguen estudiándolo y pronosticando variaciones. Cuando muchos lo ven ajeno a nuestro acontecer, la nación se prepara cautelosamente para luchar contra un enemigo con fuerzas inexplicables: el cambio climático.

En estos últimos tiempos las transformaciones del mismo ha llevado a los especialistas en el tema a conformar un plan de medidas para contrarrestar sus efectos, sobre todo en relación a las temperaturas y las consecuencias directas de los fenómenos naturales que nos acechan cada año.

Abel Centella, director Científico del INSMET, en correspondencia con otros expertos, considera que se deberá, en primer lugar, estar informados ante cada pronóstico, acatar las principales normas para el cuidado y la responsabilidad de todos en el entorno que nos rodea, y emplear racionalmente los recursos naturales con que contamos.

Mantener la confianza en las medidas adoptadas y orientadas en cada momento por la Defensa Civil y los órganos relacionados con la protección física y espiritual de los cubanos es otra de las responsabilidades ciudadanas a la hora de enfrentar fenómenos de este tipo.

Destupir tragantes y alcantarillas, no salir a las calles durante el azote  de un huracán, pues se corre el riesgo de perder la vida por los tendidos eléctricos caídos en las vías, no cruzar ríos ni presas crecidos, y tener listas las condiciones indispensables ante cualquier llamado de evacuación, son algunas de las precauciones a tomar para enfrentar fenómenos naturales y, de este modo, no sufrir las peores consecuencias.

El año 2008 resonará en el pensamiento y el sentir de muchos que, afectados o no directamente por el impacto inevitable de dos huracanes, variaciones de temperaturas, altas mareas, fuertes vientos, sequías y otros  efectos climatológicos, trazarán el camino a la reflexión y el análisis sobre el futuro que debemos y tenemos la obligación de cuidar.

Como en septiembre del 2008, podrán venir en esta próxima temporada ciclónica días en que el sol se niegue a asomar por entre las nubes, mañanas de sombras y brisas atormentadas que removerán árboles, flores, casas y sueños. Pero ante tanta destrucción, tendrá entonces que erguirse un pueblo y emplear todo esfuerzo en la recuperación y contribuir a forjar un planeta mejor y más perdurable. Habrá que encontrar la calma después de cada tempestad y seguir viendo al  cambio climático como un problema de todos.

FICHA TÉCNICA:

Tema: Influencia del cambio climático en Cuba.

Propósito: Demostrar que en la Isla se producen cambios en el clima y que los ciclones tropicales del año 2008 influyeron en estas variaciones.

Objetivos colaterales: Exponer la polémica entre los especialistas y parte de la población cubana sobre la incidencia de los huracanes del año 2008 como un efecto directo del cambio climático. Argumentar con opiniones especializadas la repercusión de  las     variaciones del clima en Cuba. Explicar que las variaciones climáticas en la Isla no son un problema actual sino que se venían produciendo paulatinamente décadas atrás. Plantear las drásticas consecuencias del cambio climático para los países pobres en primer lugar. Exponer el Plan de Acción realizado por los científicos para contrarrestar los efectos de las variaciones climáticas en el archipiélago cubano.

Estrategia de fuentes: Para la realización de este reportaje utilicé fuentes documentales como:
Informes de la Organización Oxfam Internacional sobre el  cambio climático.
Película–documental de Al Gore, ex candidato a demócrata de los      EE UU, titulada “Una verdad incómoda.”
Informes de la Organización de Naciones Unidas (ONU) sobre las variaciones del clima en América Latina.
Paz, Luis.”Consecuencias Generales del Cambio climático”. Editorial Científico Técnica. La Habana, 2007

No Documentales:
Adelfa Pérez, residente de Los Palacios, municipio de Pinar del Río, damnificada por el impacto de los ciclones tropicales del pasado año.
Yoanna López, estudiante de la Facultad de Derecho de la Universidad de La Habana.
Luis Paz, científico del Centro del Clima del Instituto de Meteorología.                           
José Rubiera, director del Centro de Pronósticos del Instituto de Meteorología.
Abel Centella, director Científico del Instituto de Meteorología.
Andrés Planas, Presidente de la junta Directiva de la Asociación    Meteorológica de Cuba.
Regino Peña, campesino del municipio de Guanabacoa.
Gisela Alonso, especialista de la Agencia de Medio Ambiente.
Herminia Serrano, especialista de la Agencia de Medio Ambiente.

Soportes a emplear:
Hecho: Después de los huracanes del año 2008 se incrementaron los efectos del cambio climático en Cuba.

Contexto: A raíz de los ciclones tropicales del año 2008 se han venido   produciendo serias transformaciones en el clima de la Isla.

Antecedentes: Desde el siglo XX se comenzaron a apreciar variaciones climáticas en Cuba y mediante una serie de observación se analizaron los estados climáticos de treinta años atrás.

Proyecciones: Teniendo en cuenta las medidas aplicadas por la Defensa Civil y el Instituto de Meteorología se pueden contrarrestar los efectos directos de las variaciones climáticas en el archipiélago cubano.

Fuentes: Enunciadas en la estrategia de fuentes.

Tipos de juicios:
Analíticos: Este tipo de juicio aparece en todo el trabajo.

Sintéticos: Las medidas que se tomarán ante fenómenos naturales tienen un matiz sintético aunque los científicos no pueden dar pronósticos futuristas de lo que pasará con las variaciones del clima.

De valor: En el reportaje utilicé mayormente juicios de valor porque tanto la población como los especialistas, cuando exponen su opinión con respecto al cambio climático, permiten contrastar criterios. Ambas fuentes tienen una gran carga subjetiva en sus opiniones.

Tipo de título: Genérico.
Tipo de entrada: Descriptiva.
Tipo de cuerpo: Bloque temático.
Tipo de transiciones: Utilicé moderadamente transiciones como: sin embargo, por su parte, para seguir el hilo conductor del tema y para unir dos aspectos diferentes de un mismo tema. Con este mismo fin recurrí a palabras claves y sinónimos a lo largo de los párrafos.
Tipo de cierre: Instancia a la acción.


 

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