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Isla al Sur

RENACE EL SANTÍSIMA TRINIDAD

RENACE EL SANTÍSIMA TRINIDAD

Este buque de guerra fue el más poderoso de la época colonial, pues contaba con un total de 140 piezas de artillería.

Texto y foto:
LISBET PENÍN MATOS,
estudiante de primer año de Periodismo,
Facultad de Comunicación,
Universidad de La Habana.

La maqueta del navío Santísima Trinidad, única de su tipo en Cuba, se exhibe desde hace un mes, en el Museo Castillo de la Real Fuerza, pues fue el barco más poderoso de la época colonial al contar con 140 piezas de artillería.

La construcción de la muestra se patentará en los primeros meses del año venidero (2012), para formar parte de la colección naval del museo. El proyecto lo realizó la Oficina del Historiador de la Ciudad de La Habana junto a Ken y Jane Woods, ingenieros navales de origen canadiense.

El buque original lo hizo el experto Mateo Mullan, hace 244 años, en el arsenal donde actualmente está la Estación Central de Ferrocarriles de La Habana. Luego de cuatro años de trabajo, se culminó en agosto de 1769, y por Orden Real fue nombrado Santísima Trinidad.

La reproducción de la embarcación mide cerca de 4 metros de largo y 3,50 metros de altura, elaborada con cedro y elementos de caoba. Las figuras de los marineros se fabricaron con un material similar a la cera, el cual es fácil de moldear y permite destacar los detalles, haciéndolas más realistas.

La popa tiene estilo de peineta, ornamentada con esculturas diseñadas por Mullan y dedicadas al Rey Carlos III. Sobre un pedestal aparece un artillero mutilado soportando el peso de Tritón con su tridente. Además, está rematada por dos banderas y dos leones. Por presentar tantas particularidades, la realización de la obra duró tres años, comentó Jorge Echeverría, museólogo del Castillo de la Real Fuerza y miembro del proyecto. 

El bajel participó en la captura de un convoy británico, en el combate de Cabo Espartel, en 1782. Durante la Batalla de Trafalgar fue capturado por los ingleses, y luego de sufrir serias averías, se hundió. 

“La desaparición del Santísima Trinidad, el más grande navío de línea de su tiempo, tuvo gran repercusión, porque marcó el fin de la etapa de los barcos veleros y años después, el surgimiento del vapor. Fue el tránsito de una época a otra”, expresó Adonys Barrios, promotor cultural del museo.

Pie de foto: Maqueta del navío Santísima Trinidad.

Ficha Técnica:

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