CRISTO RENOVADO EN LA HABANA

Terminó la reparación de la escultura más grande de la capital de Cuba.

Texto y fotos:
THU TRAN LE ANH,
estudiante de primer año de Periodismo,
Facultad de Comunicación,
Universidad de La Habana.

La renovación de la escultura del Cristo de La Habana, ubicada en la bahía y considerada la escultura más grande de la Isla, concluyó después de un largo proceso de trabajo realizado por el Complejo de Museos Histórico-Militares de las Fuerzas Armadas.

El principal objetivo de la reparación era embellecer la estatua y darle más años de vida, pues tenía afectaciones muy severas al sufrir varias descargas eléctricas producidas por rayos, así como muchas filtraciones. La reconstrucción de esta obra tuvo también el apoyo del Consejo Nacional de Patrimonio Cultural.

El Cristo fue concebido hace más de 50 años por la escultora pinareña Jilma Madera, y restaurado en esta oportunidad por un grupo de especialistas dirigidos por el ingeniero Carlos Bauta, quien comentó que se utilizaron los materiales más flexible existentes y se esforzaron para que el resultado fuera lo más cercano posible al original inaugurado el 25 de diciembre de 1958.

“Tuvimos que hacer un trabajo muy fuerte, pues la escultura estaba dañada; el equipo de restauradores realizó una limpieza profunda en toda la superficie de la obra, incluyendo la estructura interna de acero. Además, se emplaron inyecciones de resinas consolidantes para dar mayor resistencia y se le instaló una nueva iluminación para las noches”, explicó Carlos Bauta.

El Cristo de La Habana es el tercero monumento más grande del mundo sobre Jesús de Nazaret, fue hecho en Italia con mármol blanco de Carrara y tiene una altura de 20 metros, sobre un pedestal de 3 metros; además, pesa 320 toneladas. Las 67 piezas de la escultura fueron traídas de Italia en un barco que bendijo el Papa Pío XII.

La estatua alrededor tiene un parque donde las personas pueden descansar y mirar la ciudad, mientras los niños juegan. María de la Caridad Jiménez, vecina de la localidad de Casablanca, expresó que se sienten muy contentos con la nueva imagen del Cristo, porque representa a esa parte de la ciudad y la destrucción que tenía hacía que se viera muy triste.

Desde el lugar se puede ver casi toda la ciudad de La Habana y admirar su bello paisaje, por eso quisimos que el Cristo mostrara su mejor apariencia y también es un importante lugar turístico para la capital, agregó el ingeniero Bauta.

En varias ocasiones Jilma Madera dijo que había hecho esta escultura para que las personas recuerden a Jésus, no para que lo adoraran y que dejó los ojos de la escultura en blanco para que pareciera que estaba mirando hacia todos los lugares.

Ficha Técnica:

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Primer valor noticia: Interés colectivo.
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Tipo de fuentes declaradas: Fuentes no documentales.