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Isla al Sur

FANTASÍAS Y MISTERIOS PARA UNA SOLA MUERTE

FANTASÍAS Y MISTERIOS PARA UNA SOLA MUERTE

El deceso de María Cerero y su lápida funeraria continúan en interrogantes a los azares de la historia y los archivos. 

Texto y foto:
ROSALIA CARMONA LEDESMA,
estudiante de primer año de Periodismo,
Facultad de Comunicación,
Universidad de La Habana.

Desde su tumba responde sin pertinencias al llamado de la vida y resucita para explicar los misterios de su muerte. Si desea conocer la lápida funeraria de Doña María Cepero, monumento más antiguo de cuantos existen en Cuba, visite la galería norte en el patio central del Museo de la Ciudad: la pieza, realizada al fallecimiento de la mujer, cumple 455 años. 

Este relieve tallado en una piedra compacta, similar al mármol, se encuentra instalado en la pared que da entrada a la Sala de las Cocheras y Caballerizas, en el Palacio Municipal. La inscripción ubicada a la derecha explica la muerte de la señora, desaparecida físicamente en 1557.

“Como no existen señales de que sirvió de losa o tapa de bóveda, se determinó que es un auténtico monumento funerario situado en el lugar original de su muerte. La inscripción en latín, traducida, dice: “Aquí murió Doña María Cepero herida casualmente por un arma año 1557”, así lo demuestra”, aseguró Yilian Armas Concepción, subdirectora del museo.  

No hay un recuerdo exacto del sitio donde se colocó la lápida por primera vez para señalar el accidente, pero se conoce que estuvo sobre los muros de la Parroquial Mayor de La Habana, pequeña iglesia de cal y canto que guarda su memoria en la Sala Parroquial del Palacio de los Capitanes Generales.

Emilio Roig, en su libro Los Monumentos Nacionales de La República de Cuba, expresó: “Es indudable que el accidente que le ocasionó la muerte debió haber sido un suceso memorable, tanto por su carácter extraordinario como por el linaje de la víctima, perteneciente a las familias fundadoras y principales de la Villa”.

El historiador José María de la Torre, en su texto Lo que fuimos y lo que somos, declaró que existían varios relatos tradicionales del tema, entre ellos que murió por una bala de cañón escapada de un barco en el puerto; o que fue alcanzada por un proyectil descargado durante una fiesta preparada por ella. 

Manuel Pérez Beato, en Inscripciones Cubanas, destacó que el suceso tuvo lugar en 1557 durante la proclamación del monarca Felipe II y supuso que María, entonces madre joven, se desplomó por el disparo de un arma ante el asombro de todos.

El relieve se inscribe dentro de un estilo artístico de presencia bastante excepcional en la Isla, el plateresco o renacimiento español, y este es el único exponente auténtico e íntegro conservado en Cuba. Su mensaje está logrado con una elegante economía de medios decorativos, llena de una modernidad que hace honor a la tradición clásica griega y romana, explicó Zuzete León Carballo, museóloga.

Una copia de esta aún permanece expuesta sobre los muros de una edificación en la esquina de las calles Obispo y Oficios, hoy restaurante La Mina, en el mismo lugar desde donde fue trasladado el original en 1914 para conservarlo en las colecciones del Museo Nacional de Cuba.

Pie de foto: Lápida funeraria a Doña María de Cepero  y Nieto, monumento más antiguo de cuantos existen en Cuba.

Ficha técnica:

Tipo de título: Llamativo.

Tipo de Lead: Especial Imaginativo.

Tipo de cuerpo: Lead + Pirámide Invertida.

Primer valor noticia: Singularidad.

Tipo de fuentes declaradas: Documental, No documental, No tradicional, Complementarias.

Tipo de noticia: Ligera, Principio de placer.

 

 

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