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Isla al Sur

UNA IDEA QUE PUEDE CAMBIAR EL ENTORNO

UNA IDEA QUE PUEDE CAMBIAR EL ENTORNO

 

 

Eliseo Luis Peraza, experto en la preservación de especies en Pinar del Río, informó sobre la reintroducción de la Amazona leucocephala en el área protegida Mil Cumbres.

 

Texto y foto:
CLAUDIA GONZÁLEZ CORRALES,
estudiante de primer año de Periodismo,
Facultad de Comunicación,
Universidad de La Habana.

Cuenta la leyenda que la cotorra tiene la capacidad de ser interlocutora con lo divino; es, por excelencia, el ave que trae la fortuna sin tener que pedirla. A juzgar por el entusiasmo con el que Eliseo Luis Peraza, especialista en conservación de la Empresa de Flora y Fauna en Pinar del Río, se refiere a ella, pareciera que cree en esos “poderes sobrenaturales” que de manera tradicional se le han atribuido.

El entrevistado, con más de veinte años de experiencia,  resulta una persona sencilla, siempre presta a ayudar, le agrada compartir sus conocimientos, incluso con una inexperta estudiante de Periodismo. Se siente simplemente feliz cuando habla sobre un programa encaminado a la conservación de la cotorra cubana (Amazona leucocephala), variedad endémica en peligro de extinción.

“La idea surgió el año pasado (2011) y tiene como objetivo reintroducir el ave en el área protegida Mil Cumbres, ubicada en el municipio La Palma, Pinar del Río.

El estudio es coordinado por la empresa provincial, y cuenta con la asesoría del Doctor en Ciencias Vicente Berubides, experto en temáticas de manejo y preservación de la flora y fauna cubanas”, comentó apenas me presenté.

Su hogar se convirtió en escenario de este diálogo en el que la intención de “rescatar” a la especie resultaba contagiosa. Una peculiar fotografía, en la que se encontraba representada la efigie de un loro, parecía escuchar atenta la conversación.

Sin dudar, pregunté: ¿Por qué el lugar seleccionado fue el área protegida Mil Cumbres?

“Porque realmente es en este lugar donde ha disminuido la cifra poblacional en mayor medida. Además, la zona ocupa unas 17 mil 200 hectáreas, en las cuales las variedades endémicas viven en espacios de supervivencia estricta, donde no se permite ninguna acción salvo vigilancias y pesquisas, por lo que estarán menos expuestas a riesgos”.

-¿A qué tipo de peligros se refiere?

A la depredación humana, que convierte a los pichones en mascotas o los comercia de manera ilegal.

-Para cumplir el objetivo de la

propuesta ecológica existe una estrategia

general que oscila de dos a

tres años, ¿a qué se debe?

Una  reintroducción no se hace por hacerla: primero se evalúan las causas por las que desaparece o mengua una especie; luego, se procesan los datos;  y, finalmente, se determina en qué lugar se van a soltar y  los especialistas dan seguimiento. Esto en sí lleva un período de trámites para el traslado, el permiso para la captura…, en fin, lograrlo en un solo año sería prácticamente imposible.

-A su juicio, ¿cuáles son los

motivos de la reducción?

La imposibilidad de las aves en el momento de encontrar cavidades para anidar. También pienso que el animal es sometido a un indiscriminado asedio furtivo, mediante el cual suelen morir varios ejemplares.

-¿De qué forma se asociaron

los orígenes de la disminución?

A partir de la realización de entrevistas a los residentes en el territorio pinareño y del estudio, en los campos, de las condiciones de las cotorras.

-¿Cómo valora la actitud de los

pobladores a la hora de

emprender la propuesta?

Creo que se han comportado muy bien. Los habitantes están prestos a ayudar con la mayor parte del plan, inclusive, a divulgar que se va reintroducir la especie y que  es necesario protegerla. De hecho, la población en general siempre está dispuesta a salvaguardar los animales que se encuentran en peligro de extinción.

-Especialistas cubanos han logrado

una nueva metodología para la

reproducción del loro a partir de la

incubación y la cría artificial,

¿considera esta una estrategia

viable en el programa?

No, en ningún momento lo imaginé, pues las especies obtenidas en cautiverio tienen una forma diferente de crianza, están muy familiarizadas con las personas que las atienden, no son capaces de alimentarse por ellas mismas. En Mil Cumbres se quiere introducir una cotorra que sea capaz de subsistir, que no dependa de las personas, que se adapte a las condiciones del medio por sí sola.

-¿Qué importancia tiene la educación

ambiental en el éxito del estudio?

Pienso que si educamos a las personas, si logramos que entiendan que la cotorra es un símbolo de nuestra naturaleza, podremos detener a los depredadores, y lograr mayor supervivencia de esta ave. Sin una adecuada enseñanza en las comunidades, el programa no tendría buenos resultados.

-En la Isla ya están oficialmente

extintos el guacamayo cubano y la

paloma migratoria, ¿considera que

 la cotorra siga el mismo destino?

Soy de los que piensan que el ave en ningún momento llegará a extinguirse, ya que el Estado ha tomado el designio con gran seriedad para lograr la conservación de la especie. Solo hay que ver cómo se mantiene el incremento en la población silvestre en la Isla de la Juventud; en el parque de Guanahacabibes, donde con frecuencia se ven muchas más cotorras; en Mil Cumbres se quiere reintroducir; e incluso, ya se cría en cautiverio, por lo que no creo que, al menos en Cuba, llegue a desaparecer.

Pie de fotos: A la izquierda, Eliseo Peraza no piensa que la cotorra cubana llegue a extinguirse. A la derecha, la cotorra cubana habita en palmares, bosques de pino, manglares y lugares donde existan conjuntos de árboles frutales.

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