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Isla al Sur

MÁS DE 100 AÑOS DANDO LA HORA

MÁS DE 100 AÑOS DANDO LA HORA

Un reloj-autómata francés del siglo XIX se encuentra expuesto permanentemente en el Museo de la Orfebrería.

JAVIER ROQUE MARTÍNEZ,
estudiante de primer año de Periodismo,
Facultad de Comunicación,
Universidad de La Habana.

Aún activo con un engranaje que no por viejo deja de conferir fuerza a sus músculos de metal, el Museo de la Orfebrería conserva entre sus colecciones un reloj autómata, probablemente de la época decimonónica, pieza de alto nivel museable por lo difícil de encontrar otro con igual mecanismo y estado de conservación en pleno siglo XXI.

Alicia Calzada, directora de la institución, explicó que la pieza fue confeccionada en Francia y luego comercializada en La Habana. Se cree que data del siglo XIX, cuando alcanzaron gran popularidad, aunque también pudiera ser del primer cuarto de la centuria pasada.

El cuerpo de la máquina es de bronce dorado y se alza sobre cuatro patas circulares. Su parte inferior es de forma rectangular, rodeada de cenefas con esmalte de varios colores y decorada con motivos vegetales. Sobre la base se observan cuatro columnas adornadas con guirnaldas de flores metálicas.

En el centro y sobre una pieza cruciforme se observa un pájaro-mariposa de llamativos colores y tamaño de diez centímetros de alto por siete de ancho. Este autómata  emite  un canto suave, pero audible a través de un mecanismo formado por piezas muy pequeñas conectadas a una caja de música que se activa cada una hora, comentó Leslie Cordovi, técnica en museología.

La base posee un orificio para introducir la llave que acciona la cuerda del  dispositivo musical guardado en su interior, el cual se engancha a la maquinaria del reloj mediante un alambre, agregó la especialista.

En el centro de la parte superior se encuentra el reloj, ornamentado en forma de flor doble, una con diez pétalos pequeños de colores rojo y azul y otra de mayores proporciones, en blanco y amarillo.

La esfera tiene inscrito el nombre de la casa comercializadora “El Ante O’jo”. Aunque la costumbre de la época era diseñar los relojes con números romanos, este los presenta en arábigo. 

Los autómatas son máquinas que mediante complejos sistemas de piezas vinculadas entre sí imitan la figura y movimientos de seres vivos. Durante la Edad Media, destacados inventores como Leonardo Da Vinci, Al-Jazari y René Descartes se encargaron de profundizar en el tema y dejaron a las generaciones posteriores estudios y bocetos de gran importancia.

Para el siglo XVIII comenzaron a crearse los primeros autómatas especializados con forma humanoide y se tiene conocimiento de algunos capaces de tocar el piano, escribir y dibujar sin manipulación. Fue a principios del siglo XX, con el estallido de la I Guerra Mundial, que la producción de estas piezas decreció hasta prácticamente desaparecer. Con la llegada de los robots modernos hacia la década de 1960, vuelven a tomar protagonismo, según datos aportados por Wikipedia.

El Museo de la Orfebrería, ubicado en Obispo No. 113, en el Centro Histórico, abre las puertas al público de martes a sábado. Sus colecciones abarcan piezas elaboradas entre los siglos XV y XX y se corresponden con los cánones del arte occidental en sus diferentes estilos.

Pie de foto: Reloj autómata con forma de pájaro-mariposa, probablemente del siglo XIX.

FICHA TECNICA:

Tipo de título: Llamativo. 
Tipo de lead: Sumario de Cómo.
Tipo de cuerpo: Lead + Pirámide invertida + Dato adicional.
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Otros valores noticia: Prominencia del protagonista. Interés colectivo.
Tipo de noticia: Blanda, simple.
Tipo de fuentes: Tradicionales, documental.

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