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Isla al Sur

UN PEREZOSO EN EL MUSEO DE HISTORIA NATURAL

UN PEREZOSO EN EL MUSEO DE HISTORIA NATURAL

El “Megalocnus Rodens” se encuentra a vista del público en el segundo piso del edificio, ubicado en la Plaza de Armas del Centro Histórico la Ciudad de La Habana.

Texto y foto:
CAMILO VILLA JUICA,
estudiante de primer año de Periodismo,
Facultad de Comunicación,
Universidad de La Habana.

Un extinto animal se exhibe en el Museo de Historia Natural de La Habana, se trata del Megalocnus Rodens, tipo de perezoso autóctono de Cuba y desaparecido hace aproximadamente 4 200 años.

En el mundo existen solo dos ejemplares del animal, uno localizado en el Museo cubano, y el otro ubicado en el Museo de Historia Natural de Nueva York.

Ambos fósiles, descubiertos en el último decenio del siglo XIX por el investigador cubano Carlos de la Torre y Huerta, fueron restaurados en el museo estadounidense en 1910. Uno de ellos se presentó ante la Academia de Ciencias de La Habana en 1916.

Luego de esto, el Doctor Antonio Núñez Jiménez trajo el ejemplar al museo de la Universidad de La Habana “Felipe Poey”, para después ser trasladado al Museo de Historia Natural de La Habana, donde se exhibe  desde el 26 de mayo de 1964.

Según la directora del recinto, Yasmín Peraza, tener al extinto Perezoso es un privilegio para todo el pueblo cubano, ya que es uno de los dos únicos ejemplares existentes en el mundo. Agrega que la gente debiese valorar eso  y aprender sobre este perezoso que es genuino de la mayor de las Antillas.

Rodrigo Atabales, turista mexicano de recorrido por el museo con su familia, dijo estar maravillado con la pieza ósea y que es deber de cada ciudadano el cuidarla y conservarla para las nuevas generaciones, no solo cubanas, sino de todas partes del mundo, porque la historia de la naturaleza es algo que compete a todos.

Se cree que el Megalocnus rodens llegó a Cuba proveniente desde el sur del continente americano hace aproximadamente 30 millones de años. En  un principio fueron pequeños animales que con el tiempo crecieron hasta convertirse en gigantes. Según investigaciones, el perezoso convivió al menos unos mil años con los aborígenes de la isla.

Según el libro del museo disponible para los visitantes, el mamífero, herbívoro, tenía un hocico corto, orejas pequeñas y una larga cola y extremidades para alcanzar los frutos de los árboles. Su pelaje era espeso y oscuro, y podía ser de color pardo o grisáceo. Como en todos los perezosos, sus sentidos eran muy limitados, no experimentaban amor, odio, miedo, ni valor, todo les era indiferente, excepto lo que se tratase de su alimentación.

El Megalocnus rodens puede ser visitado de lunes a domingo, exceptuando los martes, de 10:00 AM hasta las 18:00 horas. El abono de la entrada es de tres pesos en moneda nacional para ciudadanos cubanos y tres pesos convertibles para visitantes extranjeros.

Pie de foto: El restaurado esqueleto del perezoso.

Ficha técnica:

Tipo de título: Llamativo.
Tipo de lead: Sumario de Qué.
Tipo de cuerpo: Lead + Pirámide normal.
Tipo de fuentes: Directas, documentales.

 

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