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PALABRAS Y ACCIONES DEBEN IR JUNTAS DE LA MANO

PALABRAS Y ACCIONES DEBEN IR JUNTAS DE LA MANO

Para Orfilio Peláez, redactor del diario Granma, el periodismo medioambiental requiere de múltiples conocimientos al considerarlo como una de las especializaciones más complejas de la profesión.

Texto y foto:
DAVID GALLO SÁNCHEZ,
estudiante de primer año de Periodismo,
Facultad de Comunicación,
Universidad de La Habana.

El periodismo medioambiental por la función que desempeña tiene gran protagonismo en la difusión de los desafíos actuales y futuros para la naturaleza y el hombre. Además, incrementa su importancia  por ser capaz de informar y a la vez formar,  contribuyendo a la sensibilización y toma de conciencia.

Como reportero del periódico Granma, Orfilio Peláez divulga la realidad ambiental de Cuba mediante disímiles publicaciones que muestran, sin velos protectores, la situación de los ecosistemas naturales y artificiales de toda la región.

Con una extensa obra que el Ministerio de Ciencia, Tecnología y Medio Ambiente reconoció al publicarle en versión digital una compilación de sus más destacados trabajos y titularla Meteorología con rostro periodístico, ha desempeñado un significativo rol en los procesos de educación ambiental y en la eliminación de prácticas perjudiciales hacia el entorno, al brindar sus conocimientos y sensibilizar a la población sobre los problemas que atentan contra el porvenir de la vida en el planeta.

Su larga experiencia tratando temas de ciencia y técnica en el principal periódico del país lo avalan como presidente del Círculo de Periodismo Científico de la Unión de Periodistas de Cuba. Peláez es una voz autorizada para responder a diversas interrogantes sobre periodismo medioambiental.

-El periodismo medioambiental requiere

del periodista una amplia preparación 

y diversidad de conocimientos. ¿Puede

ser considerado entonces como

una de las especializaciones

más complejas de la profesión?

Sin hacer culto a la especialización, puedo asegurar que hay determinadas esferas en las que se debe ser casi experto, pues esto no es una simple reunión fácil de dar cobertura. El periodismo ambiental no es solo la contaminación  del río Almendares o que las playas estén retrocediendo. Es tratar el cambio climático, la calidad del agua, la protección de la flora y la fauna, las energías renovables, la biomasa cañera, el ruido, el medio ambiente en general. Es normal que todos comencemos desde cero, pero si alguien desea dedicarse a este tipo de trabajo debe prepararse porque es muy difícil improvisar. Mi experiencia me permite asegurar que realmente puede ser considerada como una de  las temáticas más complejas de la profesión, sobre todo, si uno va a adentrarse de lleno en este campo.

-¿Cómo se podría, desde el periodismo,

revertir el estado de deterioro de la

naturaleza a nivel mundial  y nacional?

El periodismo puede hacer mucho .Si hay un sector donde la prensa debe hacerse sentir es en lo relacionado con el medioambiente. Corresponde denunciar los problemas ambientales de una forma objetiva, pero que no se vuelva un tiroteo a ciegas. Hay que informar y alertar sobre el verdadero deterioro de los ecosistemas y tratar de lograr una concientización de todas las personas.

-A partir de su experiencia, qué dificultades

imposibilitan hoy en Cuba el tratamiento

de la temática  medioambiental.

En sentido general, me he encontrado, lamentablemente, con temores ante la creencia de que si son sacados a la luz los problemas del país, se le hace daño y no lo favorece. Puede que como estrategia eso respondiera a determinado momento  histórico, pero ya no es beneficioso e impide el desarrollo de las temáticas ambientales. También la ausencia de responsables a la hora de asumir culpas por determinados problemas significa una traba en su tratamiento.

-En un contexto tan complejo en el orden

económico, social y político en el que se

desarrolla el periodismo medioambiental,

¿qué no debería omitir quien se dedique a él?

Ante todo, tener presente nuestro código de ética donde todo lo dicho tiene que ser totalmente verídico. Las fuentes deben ser varias para corroborar criterios porque el afectado y quien realiza la afectación, siempre comentarán diferente sobre lo mismo. Es preferible buscar el mejor especialista sobre el tema que se abordará para dar mayor confiabilidad al trabajo y se tiene que ser capaz de enviar mensajes claros y denunciar los problemas.

-Llamados a desempeñar un rol

imprescindible en la creación de

conciencia ambiental en la sociedad,

¿cumplen con su cometido los medios

de comunicación cubanos?  ¿Cómo?

Los medios realizan muchos esfuerzos. Hay decenas de spots televisivos y radiales para alertar, pero no podemos apuntarles todas las responsabilidades a ellos ni a los periodistas, pues nosotros planteamos los problemas y los denunciamos, pero si no hay respuestas por parte de las autoridades, no logramos nada. Te pongo un ejemplo: para qué seguir  tratando el tema de la basura en las calles si el problema continúa, esto, aunque no se  quiera, crea un desgaste que es difícil combatir.

-¿Dentro de las prioridades de las agendas

de los medios, considera que se encuentra

el tema ambiental? ¿En qué lenguajes

más, en que lenguajes menos?

Pudiera estar mucho más. Teniendo en cuenta la real importancia del medioambiente desde todo punto de vista, era para que estuviera presente casi a diario, si no fuera por problemas de  espacio. Con la cantidad de medios de comunicación existentes sería posible que tuviera una presencia mucho mayor.

No veo que haya una clara superioridad de presencia en un medio sobre otro. Es necesaria la existencia de un informativo dedicado al periodismo científico, que incluye el ambiental, pues hay noticieros deportivos e informativos culturales,  pero no hay prevalencia de temáticas ambientales.

Otro ejemplo, salvo Prensa Latina, en Cuba no hay más órgano de prensa que tenga una redacción de ciencia, tecnología y medio ambiente, ni Granma, ni Trabajadores y a duras penas Juventud Rebelde. Considero que esa es la lamentable realidad debido a que se subestima la importancia del tema, se subvalora.

-¿Para usted, cuáles son las problemáticas

fundamentales de los ecosistemas cubanos?

Dentro de ellos, ¿cuáles son

los de menor mención?

El deterioro de las playas por la erosión y su retroceso, los desechos domésticos y el tratamiento de los hospitalarios, destacando este último como un problema gravísimo que requiere de mucha atención por parte de la prensa y de las autoridades. También la contaminación del aire que respiramos por factores como industrias y autos en mal estado, es un problema que aqueja al país y en gran medida a la capital y, sin embargo, es difícil tratar dicho tema y hablarlo claramente. Incluso, está demostrado el mayor nivel de asma en municipios industrializados como Regla y Guanabacoa, y aún así…

-¿En quiénes recae la responsabilidad

de que algunos aspectos sean

tratados y otros no?

Lamentablemente, y espero que no lo sufras en carne propia, las personas piensan que los responsables son los periodista al no ser capaces de tratar dichas temáticas, pero como expliqué hace un momento, inciden muchos factores en esta especialización, por lo que es complicado destacar un máximo responsable. Espero que pronto se traten con mayor libertad y desaparezcan las dificultades para beneficio de todos.

-Algunos periodistas especializados opinan

que su misión es informar, no formar.

¿No deberían armonizar ambos propósitos

teniendo como premisas la función de informar,

educar y orientar inherentes a la prensa?

Discrepo totalmente de los que piensan que solo deben informar. De los especialistas  en temas ambientales  que conozco, como mis colegas y buenos profesionales, Mara Roque, experta en temas de ciencia, tecnología y medio ambiente, y Gladys Rubio, del Sistema Informativo de la Televisión Cubana, todos creen que se debe crear conciencia en la población. Hay que contribuir en la formación ambiental desde edades tempranas y despertar el deseo de cuidar la naturaleza y el mundo que nos rodea.

-Como dificultades más repetidas para

desarrollar dichos temas se encuentran

los conflictos de intereses que se generan,

la supuesta falta de espacio en las

publicaciones y el no seguimiento

sistemático al contenido. ¿Qué

hacer cuando ocurre esto?

Está claro que como cualquier otra especialización tiene dificultades para su tratamiento que provocan desánimo por parte de los periodistas, pero nunca puedes rendirte en tu labor. Hay que ser perseverante e insistir, pues de alguna forma, aunque sea de la menos obvia y esperada, se verá el resultado de los trabajos y el agradecimiento en las personas, incluso, cuando en la calles logres escuchar, entre tanto ruido ambiental, un susurro que diga ¡que limpia está mi ciudad!
 
Pie de foto: Orfilio Peláez, periodista del diario Granma, considera que hay que contribuir a la formación ambiental desde edades tempranas y despertar el deseo de cuidar la naturaleza y el mundo que nos rodea.

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