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Isla al Sur

UN MAMBÍ DE BRONCE EN EL CAMPANARIO

UN MAMBÍ DE BRONCE EN EL CAMPANARIO

La campana que terminó con la vida de un centinela español al rebotar en ella un disparo de las fuerzas cubanas, se conserva en el Museo Municipal de Nueva Paz, Mayabeque, y cumple 155 años de fundida.

Texto y foto:  
JOSÉ MANUEL PÉREZ GONZÁLEZ,
estudiante de primer año de Periodismo,
Facultad de Comunicación,
Universidad de La Habana.

El único soldado de las gestas emancipadoras que aún pervive en Nueva Paz, la campana que mató a un centinela español al rebotar en ella un disparo mambí, se conserva en el Museo de esa localidad de Mayabeque y cumple 155 (2014) años de fundida.

Según el licenciado José López Martínez, historiador del municipio, “lo sucedido con la campana mambisa es un hecho irrepetible que está vinculado con una de las acciones militares más gloriosas de la historia de Cuba: la invasión a Occidente”.

Afirmó el historiador que el día primero de enero de 1896 la columna dirigida por los Generales Máximo Gómez y Antonio Maceo acampó en los terrenos de Nueva Paz, primer campamento de la invasión en la antigua provincia de La Habana.

El día 2 continuaron avanzando y pasaron por la parte sur del poblado con el objetivo de incorporar nuevos adeptos a la causa. Uno de ellos fue el joven Ramiro Pérez Ortiz, de solo 18 años.  Durante la marcha, las descargas de fusilería provenientes del campanario de la céntrica Iglesia Parroquial hostigaron a las huestes cubanas.

El muchacho recién incorporado, con fama de buen riflero, realizó un solo disparo contra la torre de más de 20 metros, este rebotó en la campana de la cara sur y mató al centinela español, de cuyo nombre no existe referencia. Puede decirse que tuvo una “muerte por carambola”, contó el historiador local.

El Doctor en Historia Pedro Ponce de León en su libro Historia del Término Municipal de Nueva Paz (1946), afirmó que “la Iglesia fue tomada como cuartel de la guarnición española y la torre servía de atalaya para vigilancia y seguridad”, lo que demuestra que el campanario fue objetivo de los proyectiles mambises. 

Según los archivos del centro que guarda esta pieza, la campana fue fundida en el año 1859 por José Calbeto, de quien nada se conoce. Está hecha de bronce y tiene 0,75 m de largo y 2,22 m de ancho. Se considera que su estado de conservación es regular, pues con el objetivo de evitar el crecimiento de la rajadura provocada por el impacto del proyectil, se le hizo un orificio que tuvo el efecto contrario al deseado.

El Director del Museo Municipal, licenciado Lázaro Pinto Navarro, aseguró que durante una celebración religiosa los golpes hicieron que perdiera parte del aro inferior y que la zona quebrada aumentara, por lo que cayó en desuso. En el año 1985 el Padre Fernando Rivero Hernández, sacerdote que fungía como párroco, la donó a la institución donde hoy se encuentra.

“La grieta de nuestra campana es como una medalla de guerra, por eso preside muchos de los actos patrióticos que se realizan en el territorio. Es la más vieja de los combatientes neopacinos”, declaró el licenciado Pinto Navarro.

El municipio Nueva Paz está ubicado al sureste de la provincia Mayabeque, sus pobladores tuvieron una activa participación durante la Guerra Necesaria, llegando a tener un Regimiento de más de 1 100 mambises. Uno de ellos, Ramiro Pérez Ortiz, cayó en combate el 7 de diciembre de 1896, con el grado de Capitán.

Pie de foto: “La grieta de nuestra campana es como una medalla de guerra. Es la más vieja de los combatientes neopacinos”, aseguró Lázaro Pinto Navarro, director del Museo Municipal de Nueva Paz.

Ficha técnica:

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