Blogia
Isla al Sur

EDUCACIÓN VS TB+

EDUCACIÓN VS TB+

Concluye en diciembre el proyecto de promoción de la lucha contra la tuberculosis, pero el programa educativo de prevención de la enfermedad sigue en pie y en vistas a erradicarla para el 2025.

Texto y foto:
DARÍO ALEJANDRO ALEMÁN CAÑIZARES,
estudiante de primer año de Periodismo,
Facultad de Comunicación,
Universidad de La Habana.

Cuenta la Doctora Lourdes Suárez con largos años de experiencia trabajando como funcionaria de la Dirección Nacional de Higiene y Epidemiología del MINSAP, y ahora se encuentra al frente de la campaña de lucha contra la tuberculosis que se ha desarrollado en nuestro país en los últimos años. Sobre lo relacionado con este proyecto accedió a hablar, dado que el principal objetivo de este es promover el conocimiento acerca de la enfermedad que en muchos países es considerada una epidemia y Cuba no está exenta.

Un proyecto de todos

-¿Qué peligros existen de que

en Cuba la tuberculosis se

convierta en una epidemia?

Cuba está entre los países de más baja tasa de permanencia de la enfermedad, por lo que se propuso un proyecto de fortalecimiento del programa de lucha contra la TB+, todo en pos de su eliminación.

Se considera hoy la tasa de eliminación de cinco enfermos por cada 100 000 habitantes; Cuba el año pasado terminó con una tasa de seis por cada 100 000, lo que significa que no nos falta mucho.

A pesar de esto, hay que seguir trabajando, pues aún quedan brechas con lo referido a los grupos más vulnerables de la población: alcohólicos, diabéticos, tuberculosos reincidentes, pacientes con VIH, inmunodeprimidos…, se trabaja mucho con esas personas.

Se pesquisa a los que presenten síntomas para así identificarlos, porque todas las enfermedades transmisibles, mientras más rápido se detecten los casos, más expedito se corta la cadena de transmisión.

-Unos años esta campaña del MINSAP

contra la tuberculosis no era tan

fuerte como en estos últimos…

Todo está relacionado con el programa. Estamos buscando aunar esfuerzos, dado que por la poca cantidad de casos existentes, las personas no tienen percepción de riesgo. De hecho, dentro del propio sector de la Salud, como no lo ven todos los días no piensan en la enfermedad.

Este proyecto se trabajó con otros organismos fuera de Salud Pública como el Ministerio de Educación Superior, Ministerio de Educación, la radio, la televisión y quienes atienden docencia médica en epidemiología. Las personas piensan, cuando les hablamos de tuberculosis, que estamos muy mal y es una epidemia, cuando lo que realmente se quiere es –sobre la base de los escasos casos– lograr la total eliminación que será, según cálculos, para el 2025.

-Pero… ¿cómo se estructura

el sistema de promoción?

En cada centro provincial de Higiene y Epidemiología hay un especialista en promoción y educación para la salud que atienden distintos proyectos como el de la TB+ y el VIH.

Factores de riesgo

-¿Algunos aspectos en los

que fortalecer el trabajo?

Si. El programa fue actualizado en el segundo semestre de este año (2013), falta su aprobación para brindársela a los especialistas de las provincias.

-Habla de los pacientes con

VIH como factores de riesgo…

Sí. Ellos están entre los grupos de riesgo… Años atrás era diferente, pero al expandirse el SIDA como lo ha hecho, estos pacientes se convierten en marcadores de la tuberculosis. Esto lo trabajamos en conjunto con los programas relacionados con el SIDA para brindarles, una vez que se identifican, los antirretrovirales que fortalecen su inmunidad. Es frecuente entre los VIH que enfermen de tuberculosis.

Otro tema es el de la “multidrogorresistencia”, o sea, pacientes tuberculosos que toman sus medicamentos por haber enfermado (por primera vez) y no se curan. Es inusual ya que hay una tasa de curación de un 90 por ciento en nuestro país.

-¿Existe algún factor que contribuya

de manera especial en la

adquisición de la TB+?

Te hablaba de los grupos de riego: alcohólicos, diabéticos…

-¿Influyen las condiciones

de hacinamiento?

Si, es cierto, pero los casos más usuales son los alcohólicos porque beben y no se alimentan, haciéndolos vulnerables a la enfermedad. Están los reincidentes con tuberculosis BK+, que se diagnostica por basiloscopía (por esputo) que transmiten la enfermedad. De ellos tenemos sus contactos para hacer labor quimioprofiláctica.

-¿Y el hacinamiento cuánto influye?

Influye porque es una enfermedad que se transmite por vías respiratorias…

-¿Es La Habana de las

provincias más afectadas?

Si, pues también depende del tamaño de la población. Villaclara y La Habana son las de mayor incidencia. Pero te digo, de manera general en nuestro país hay una tasa muy baja comparada con el mundo, es decir, seis por 100 000 es muy baja.

Piedras en el camino

-Volviendo al proyecto,

¿tuvieron inconvenientes?

Con la crisis por la que atraviesa el mundo no se concibe que a un país con baja tasa se le destinen recursos cuando otros están en situaciones más desfavorables.

-¿Y esos recursos los da…?

La OMS (Organización Mundial de la Salud). En verdad, el proyecto nace en el Fondo Mundial de la Salud de Naciones Unidas.

-¿Al país le es difícil acceder a

medicamentos para curar la TB+?

No. En el mundo son gratuitas las drogas de primera línea. Estas son las que se le suministran a pacientes que enferman por primera vez. Los que le hacen resistencia a estos medicamentos o son tuberculosos crónicos necesitan otras medicinas muy caras, aunque estos casos graves son escasos: no pasan de 12. A nuestro país sí se le hace muy difícil conseguirlas, como muchas otras, por el bloqueo.

-¿Alguna consideración final?

El Día Mundial de Lucha contra la tuberculosis se celebra los 24 de marzo. Agregar que el proyecto se enfocará más en la búsqueda de recursos, en la compra de equipamientos para fortalecer los diagnósticos en los laboratorios provinciales de microbiología. Lo otro a tener en cuenta es no desmayar en la capacitación, educación y promoción que llegue a las comunidades y a los mismos médicos.

0 comentarios