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ENTRE LITERATURA Y PERIODISMO

ENTRE LITERATURA Y PERIODISMO

Tema: Acerca de la tradicional disyuntiva entre la literatura y el periodismo, Bernardino Martínez Hernando, sacerdote, periodista poeta, ensayista y escritor español, expresa: "Empieza por no haber géneros y termina por desaparecer el periodismo para dejar paso, así por las buenas, a textos pagados a tanto la línea a favor del mejor pagador".

YOHANDRA MARÍA PORTELLES,
estudiante de primer año de Periodismo,
Facultad de Comunicación,
Universidad de la Habana.

En la mayoría de los casos, la literatura puede acercarse al periodismo o alejarse en un doble movimiento para marcar distancias o aprovechar coincidencias. La función de la una es distinta a la del otro, pero el lector puede ser el mismo, incluso el autor, por lo que cabe afirmar que ambos se presentan como aliados inseparables.

Acerca de la tradicional disyuntiva entre la literatura y el periodismo, Bernardino Martínez Hernando, sacerdote, periodista poeta, ensayista y escritor español, expresa: "Empieza por no haber géneros y termina por desaparecer el periodismo para dejar paso, así por las buenas, a textos pagados a tanto la línea a favor del mejor pagador".

Pero aún el más profundo y revelador periodismo tiene que someterse a la realidad con la mayor honradez y honestidad profesional. "La literatura, la creación literaria, es un lujo, el periodismo es una necesidad", refirió Gonzalo Martín Vivaldi (1986).

Luis Sexto, Premio Nacional de Periodismo y profesor de la Facultad de Comunicación de la Universidad de La Habana, afirmó: “Ninguno de cuantos se han apoyado en la literatura para escribir un reportaje -entiéndase José Martí, García Márquez, John Reed, Elena Poniatowska, Norman Mailer y otros- han pretendido abolir los géneros, sino han enriquecido otros, en particular los narrativos, o los que tienen algún punto de tangencia  con la lírica, o la crónica” (EP, 2014).

Durante mucho tiempo se había marginado el estudio de lo literario en la actividad periodística. “Hasta fechas muy recientes, ha sido más estático, combinando lo que se podría calificar como géneros de funcionamiento rutinario, con géneros de códigos fijados, construido en cierta medida por oposición al de la literatura”, refirió Vivian Bustamante, periodista del semanario Trabajadores (EP, 2014).

“La tradición occidental se asienta sobre determinados presupuestos epistemológicos; entre ellos, la separación de hechos y opiniones y la búsqueda de la “objetividad”, que levantan un muro entre el relato y el comentario, entre el periodismo y la literatura”, explicó el periodista y fotógrafo del semanario Trabajadores, Yuris Nórido (EP, 2014).

Sin embargo, en el libro “Literatura y Periodismo: una tradición de relaciones promiscuas” (Chillón, 1985: 14), se ve como una profesión intelectual, ejercida por auténticos escritores que no han de quedar constreñidos en sus posibilidades expresivas por las limitaciones impuestas por una falsa e imposible objetividad.

“No se  trata de hacer periodismo o literatura. Sino quizás, en lo que respecta al periodismo, de auxiliarse de la literatura donde y cuando le sea pertinente; se trata de enriquecer ciertos géneros del periodismo con las técnicas de la literatura, y en particular de la narrativa”, añadió el profesor Luis Sexto.

Un reportaje literario no implica la abolición del periodismo, sino multiplicar su capacidad de influir y atraer mediante el interés formal.  A veces  tanto se degrada a los géneros periodísticos, que una nota informativa ampliada la llamamos reportaje. Preguntémosle a Martí si con El terremoto en Charleston abolió el género reportaje y  desnaturalizó al periodismo, o  a Pablo de la Torriente si con Realengo 18, empobreció o enriqueció el periodismo de su época.

A los géneros los maltratan la distorsión y la simplificación, en particular cuando combaten la mezcla creativa de periodismo y literatura. Esa mezcla, realizada con efectividad, le ha quitado al periodismo el estigma de criado de la “frase bonita”, que no es ni periodismo ni literatura.

La Doctora Miriam Rodríguez Betancourt, profesora de la Facultad de Comunicación y Premio Nacional de Periodismo, afirmó: “Creo que la eliminación de los géneros como modelos puede conducir a ese peligro al que alude Martínez Hernando, y que supone de hecho, y bajo el pretexto de la democratización del uso comunicativo, la irrupción en el espacio digital especialmente, de cualquier texto, de cualquier ´escribidor´, ya que en definitiva todos podemos ser periodistas en el ancho, infinito mundo de la comunicación electrónica” (EP, 2014).

Habitualmente, una especial elaboración del lenguaje es síntoma de que nos encontramos ante un fenómeno literario. Dicha elaboración puede estar puesta a conciencia por el autor al servicio de una intención en origen literaria a tono con las reglas de un género determinado o puede haber surgido de modo espontáneo como calidad de escritura no prevista.

Martín Vivaldi (1973: 74) señaló: “Es difícil, aún hoy, encontrar la línea de demarcación definida entre lo que llamamos literatura y lo que denominamos periodismo”; apuesta porque el futuro pertenecerá “a los periódicos hechos por periodistas-escritores”, por “periódicos bien escritos, en los que cada línea haya sido pensada, y en los que cada frase, a más de su elegancia, esté cargada de sentido. El futuro, en suma, pertenece a los periódicos hechos por periodistas escritores”.

Por eso no resulta extraña su afirmación: “Parece que los moldes expresivos van perdiendo puntos. El formalismo se doblega ante la personalidad del periodista-escritor. Personalidad que se va imponiendo cada vez más, a expensas de unas estructuras estilísticas cuya inamovilidad está por demostrar. En un periódico interesa sobremanera una buena ´pluma, con nervio, con ´garra´, con estilo propio, mejor que un redactor estandarizado, por no decir adocenado, contrahecho, a fuerza de seguir una pauta impuesta por circunstancias profesionales meramente históricas” (Vivaldi, 1973: 57).

En el año 1985, con la publicación por parte de Bernal y Chillón, de la Universidad Autónoma de Barcelona, del libro Periodismo informativo de creación, se inicia una reacción contra el paradigma dominante y un sistema de géneros que no dejaba espacio para el periodismo más creativo.

“El asentamiento de la disciplina, la influencia estadounidense y la incorporación de nuevos estudiosos han hecho que a inicios de la década de los 80 el periodismo literario empiece a valorarse en los departamentos de Periodismo. Ya no hay temor al contagio, no se le ve como un elemento contaminante, sino como una riqueza”, comentó la Doctora Hilda Saladrigas, profesora de la Facultad de Comunicación de la Universidad de La Habana.

Cuando Lázaro Carreter -fallecido filólogo español, director de la Real Academia Española-, y posteriormente Eugen Coseriu -una de las máximas figuras de la filología del siglo XX-, plantearon que no cabía un periodismo que fuera literatura, “estaban pensando en el periodismo como discurso narrativo y referencial” (Gutiérrez, 2007: 42).

El Periodismo literario ampara “escritos que son Periodismo porque en ellos manda la actualidad, el interés y la comunicabilidad, y porque están escritos con el triple propósito de informar, orientar o distraer”, apunta el Doctor Rafael Yanes, profesor de la Universidad Complutense de Madrid.

Gabriel García Márquez expresó al respecto, en entrevista concedida al periodista Diserdy de León, que este último publicó en su Blog: “El periodismo no tiene que conciliar, con nada ni con nadie. Su misión es en eso idéntica a la del artista: revelar los abismos y las luces más secretos del hombre, agitar las aguas, estimular la imaginación, provocar el cambio, luchar sin sosiego para que las perezas y los conformismos que adormecen la inteligencia sean derribados”.

Bibliografía:

BERNAL y CHILLÓN. Periodismo informativo de creación. Barcelona. Mitre (1985).

CHILLÓN. Literatura y Periodismo: una tradición de relaciones promiscuas. Bellaterra: Universidad Autónoma de Barcelona. 1999. “Las escrituras facticias y su influjo en el periodismo moderno”, Trípodos, nº 19, pp. 9-23 (2006).

COSERIU, Eugen. “Información y literatura”, Comunicación y Sociedad, vol. 3, nº 1 y 2, pp. 185-200 (1990).

GABRIEL GARCÍA MÁRQUEZ. Entrevista realizada y publicada por DISERDY DE LEON el lunes, 19 de abril de 2010, bajo el título: Reportaje El Periodismo Literario.

GUTIÉRREZ CARBAJO Y MARTÍN NOGALES, en el estudio introductorio de su antología de artículos literarios en prensa, publicado en 2007, dedican la mitad del epígrafe titulado Literatura y Periodismo al debate iniciado por el Nuevo Periodismo, y aluden en él a las relaciones entre “documentación y ficción”, publicado por EFE (2007, 42).

MARTÍN VIVALDI, GONZALO. Géneros Periodísticos, Madrid, Paraninfo, 2º edición (1986).

MARTÍN VIVALDI, GONZALO. Géneros periodísticos: Reportaje, crónica, artículo (Análisis diferencial). Madrid. Paraninfo (1973).

YANES MESA, RAFAEL: Géneros periodísticos y géneros anexos: una propuesta metodológica para el estudio de los textos publicados en prensa. Madrid. Fragua (2004).

Profesores consultados:

Doctora Miriam Rodríguez Betancourt, profesora de la Facultad de Comunicación de la Universidad de La Habana y Premio Nacional de Periodismo, el 23 de abril de 2014.

Luis Sexto, Premio Nacional de Periodismo, periodista y profesor de la Facultad de Comunicación de la Universidad de La Habana, el 24 de abril de 2014.

Doctora Hilda Saladrigas Medina, profesora de la Facultad de Comunicación de la Universidad de La Habana, el 30 de abril de 2014.

Periodistas consultados:

Vivian Bustamante, periodista del semanario Trabajadores, el 28 de abril de 2014.

Yuris Nórido, fotógrafo y periodista colaborador del semanario Trabajadores, el 28 de abril de 2014.

 

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