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Isla al Sur

MITO Y REALIDAD EN COOPERATIVA

MITO Y REALIDAD EN COOPERATIVA

MARÍA FERNANDA ZORRILLA,
estudiante de quinto semestre de Comunicación Social,
Universidad Cooperativa de Colombia, Sede Bogotá.

Una de las universidades privadas más grandes de Colombia, la Universidad Cooperativa de Colombia que cuenta con 19 sedes en todo el país, muestra en su infraestructura elegancia, clase. Pero en Bogotá, en su sede principal, corren varias historias de extraños ruidos y apariciones.

La leyenda dice que la Universidad Cooperativa, sede principal, se encuentra sobre un antiguo cementerio, se rumora que allí, se enterraban a las personas pudientes de épocas pasadas. Debido a su ubicación en Teusaquillo desde 1958, este barrio es patrimonio cultural.

Otrora este barrio se caracterizó por tener casas que no superaban los dos pisos, en cuyo diseño se apeló a todo el repertorio estilístico con influencias neocoloniales, francesas e inglesas.

Para 1935 era considerado el mejor barrio de la ciudad por sus amplios espacios verdes, como el famoso parque O'Higgins, conocido también como Teusaquillo y ubicado en la calle 34 con carrera 17.
Estudiando mapas y fotos de la época, no se encontró ningún cementerio en el lugar donde hoy se conoce la Universidad Cooperativa.

Andrés Méndez, decano de la Facultad de Comunicación Social, cuenta que ha oído varias historias en torno al cementerio, pero él se ve un poco escéptico con relación a este tema. También reitera que según datos históricos, en tiempos pasados, en el lugar donde hoy queda la sede principal de la Cooperativa, se ubicaban una serie de casas.

Pero esto no es lo que creen algunos estudiantes, muchos relatan cómo los han asustado varias veces. Julián Moreno, alumno de Ingeniería Industrial, dice que un día vio varias sombras en el último piso del bloque 1 y sintió algunos ruidos extraños.

Lo mismo manifiesta Karen Noguera, estudiante de Comunicación Social, quien el día de la fiesta universitaria entró al bloque principal y en el primer piso sintió una presencia detrás de ella y como si le hubiesen hablado. Quedó perpleja.

Esta leyenda no se ha podido comprobar, pero Wilson Urrego, uno de los celadores que se encuentra en las horas de la noche, manifiesta que “no sabemos si el rumor sea cierto, pero nosotros hacemos ronda solo hasta la media noche, pues en ciertos lugares del primer piso se oyen ruidos extraños, realmente aterradores”.

Por el contrario, Sara Rodríguez, celadora en la mañana, relata que nunca ha escuchado ruidos raros, que en la noche es un lugar tranquilo, pero que de igual forma le da un poco de temor hacer la ronda, luego de ciertas horas en la noche.

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