UN ARTE MARCIAL QUE BENEFICIA EL ALMA

La clase de Taichi de la maestra Concha Ayala mejora la salud de sus discípulos de la tercera edad.

Texto y foto:
HUY TRINH QUANG,
estudiante de primer año de Periodismo,
Facultad de Comunicación,
Universidad de La Habana.

Las clases de Taichi bajo la dirección de la maestra Concha Ayala comenzaron en 2005 en el parque que une las calles San Pedro y Ermita, en Plaza, y constituyen un ejemplo destacado en beneficio de la salud de los alumnos de la tercera edad que participan en esos encuentros.

Este próximo 5 de diciembre (2014), los integrantes del grupo de Taichi organizarán un encuentro para conmemorar el aniversario noveno del establecimiento de las clases y contarán con una representación de las personas que en La Habana practican este deporte.

Con solo 30 miembros en los inicios, en el presente el grupo aumentó a 90 y cada vez atrae a más alumnos por la ventaja de esta práctica china.

“Los efectos principales de la actividad deportiva es que beneficia a los que la practican, tanto en la salud física y espiritual como en el tratamiento para determinadas dolencias o enfermedades”, añadió la maestra Concha Ayala.

A su vez, Javier Castillo Rodríguez, un alumno de la tercera edad que lleva mucho tiempo en la clase, compartió: “Antes siempre me sentía cansado, aunque hacía otros tipos de ejercicios como correr, caminar y nadar, pero desde que entreno el Taichi, mi resistencia y flexibilidad han  aumentado mucho más.”

La profesora Concha -Concepción Ayala Díaz- dijo que en este entrenamiento no existen competencias, mayormente lo que se hace son exhibiciones no solo en Cuba sino a nivel mundial.

Según la maestra Ayala, no hay clases de Taichi en todos los municipios, sin embargo, hay otros como Plaza y Centro Habana que tienen varias cátedras. Se practica en casi todas las provincias y se poseen buenas referencias de Santiago de Cuba y Las Tunas.

La disciplina asiática es conocida como un arte marcial desarrollado en el República Popular de China, y es practicada en la actualidad por millones de personas en todo el mundo. Con los movimientos suaves y flexibles, este deporte ayuda al corazón, los pulmones y los sentimientos de bienestar físico.

En el año 1995, el cubano Roberto Vargas Lee viajó a China para estudiar y dominar el Taichi. Luego regresó a la Isla y dio clases a la población. Por eso, él fue el primer maestro de esta práctica y es admirado por el pueblo.

Pie de foto: Cada mañana Concha Ayala fortalece el cuerpo de sus pupilos con el Taichi.

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