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Isla al Sur

DE ORO PARA TODAS LAS EDADES

DE ORO PARA TODAS LAS EDADES

A 125 años de la primera publicación de la revista La Edad de Oro, los niños americanos de todas las edades, la valoran como un gran tesoro.

Texto y foto:
YOHANDRA MARÍA PORTELLES,
estudiante de primer año de Periodismo,
Facultad de Comunicación,
Universidad de la Habana.

Hombre bueno y con talento fue, sin duda, José Martí (1853–1895), político, pensador, periodista, filósofo, poeta y masón, creador del Partido Revolucionario Cubano y revolucionario por excelencia. Él regaló a todos La Edad de Oro, una revista mensual dedicada al recreo y la ilustración de los niños, conformada por cuentos, poesías, ensayos y artículos instructivos de su autoría o de grandes escritores, como el francés De Laboulaye, que el Maestro tradujo.

La universalidad de sus valores humanos nos llega a través de un amplio espectro de temas y épocas tratadas en los textos, a modo de incitar en el lector la búsqueda del conocimiento, el amor y la justicia.

Vio la luz la primera revista en julio de 1889, durante la estancia de Martí en Nueva York, y en la portada de esta, la edición príncipe, se puede leer que va dedicada a los niños de América. 

Mas, el bello y generoso proyecto fracasó porque el señor Dacosta Gómez, quien lo financiaba, quiso convertirla en órgano de propaganda católica, pero Martí prefirió renunciar a la publicación antes que traicionar sus ideas y solo se imprimieron cuatro números.

Todos los ejemplares fueron recogidos en un libro con el mismo nombre, que se ha impreso incontables veces y que “forma parte del canon literario cubano y latinoamericano”, al decir del estudioso de la vida del Apóstol, el cubano Cintio Vitier.

Esta compilación, desde sus inicios, respetó el formato original de la revista, encabezada por el texto “A los niños que lean La Edad de Oro”, en el que Martí les pide que si lo ven un día le “apriete mucho la mano, como a un amigo viejo”, y al final de cada número, “La última página”, una suerte de diálogo enriquecedor.

La novena edición de este texto en Cuba, llega bajo el sello editorial del Fondo Cultural de la Alianza Bolivariana para los Pueblos de América (ALBA), en el año 2006, con la edición de Janet Reyneri Martínez y el diseño de cubierta de Eduardo Moltó, un tanto diferente a los anteriores, pues ahora es la propia Pilar quien, con su cubo y paleta, recoge la arena de todos los pueblos americanos que se funden al paso de los zapaticos de rosa.

En el libro se narra La Ilíada de Homero, la historia de Bebé y el señor don Pomposo, la vida de Músicos, poetas y pintores, muestra de que “la educación empieza con la vida, y no acaba sino con la muerte”, y retrata todo lo ocurrido en La Exposición de París de 1889.

Habla de El Padre de las Casas, de Un paseo por la tierra de los anamitas, donde advirtió a cuatro ciegos que fueron a “ver” un elefante y aunque todos lo describieron según su percepción al tacto, no se les puede juzgar, porque “los hombres que desean saber son santos”, o de Tres Héroes: Bolívar, Hidalgo y San Martín, talentosos en el arte de liberar pueblos, y “tener talento es tener buen corazón”, como Meñique, ese que cabía en la bota del padre e hizo sirviente suyo a un gigante, entre otros muchos cuentos instructivos, hermosos.

Y es que La Edad de Oro mantiene su frescura, belleza y vigencia más de un siglo después, hablando a los niños en un lenguaje universal, que no conoce tiempos ni distancias en sus veinticuatro historias, llegadas como en alas de mariposa que revolotea al leer cada línea, pues este es el mejor regalo que nos dejó, aquel amigo sincero.

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