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Isla al Sur

CUENTOS CRUELES EN MI BOCA

CUENTOS CRUELES EN MI BOCA

Texto y foto:
NGA TRAN THU (NINA),
estudiante de primer año de Periodismo,
Facultad de Comunicación,
Universidad de La Habana.

Parecen cuentos satíricos, humorísticos, en algunos casos surrealistas… pero miedo, lo que se dice miedo, no inspiran demasiado. Sin embargo, eso no quita que no sea un libro más que recomendable, pues casi todas las historias me resultaron bastante originales y en algunos casos hasta divertido. Es un libro bastante entretenido.

Así pudiéramos definir Vox populi y otros cuentos crueles. Son cuentos del francés Auguste Villers de L’Isle–Adam (1838-1889), quien los escribió en 1883 y fueron publicados originalmente en 1991. Resulta que es el último relato leído en el Taller de Lectura, que invita a descubrir la sociedad de la época, los personajes y sus conductas. Este autor tiene algunas obras muy famosas: Morgane, Axel y Rebeldía, La Eva futura.

El título es una expresión latina que proviene del refrán "vox populi, vox dei" que significa algo así como ”la voz del pueblo es la voz de Dios”, señalando que la voluntad popular se equipara con el designio divino.

Vox populi, La cartelera celeste, La máquina de gloria S.G.D.G, Virginia y Pablo y el convidado de las últimas fiestas son algunos de los cuentos que contienen un estilo profundamente lírico, para describir historias más oscuras y alejadas de la realidad.

El viejo y ciego mendigo es el principal personaje. Él representa con su salmo "¡Compadezcan, por favor a un pobre ciego!", la voz de la conciencia popular, ya que no sólo pide una limosna, sino que está rogando por el futuro de todo un pueblo. Por ello, el autor se refiere a él con expresiones como Lázaro, Elegido del Infortunio, Voz inmutable, Veterano de la humana miseria, Voz verdadera, Vigilante nocturno.

Al adentrarse en el libro, el narrador brinda dos situaciones espaciales y precisas: los Campos Elíseos, lugar de celebración de las victorias militares en Francia y la Catedral de Norte Dame, centro religioso del país.

La obra trata más bien de transmitir al lector burgués, a quien iban dirigidos estos textos, una especie de desasosiego al descubrir que lo terrorífico está en la vida cotidiana, en el sistema en el cual vivían y en la hipocresía, las falsas apariencias.

Y todo ello era narrado con un gran sentido del humor, pues se muestran de un modo muy inteligente las formas de burlarse de las normas sociales, la doble moral… de la alta sociedad de su época.

En cuanto a las referencias temporales, es válido mencionar que coinciden con diferentes conmemoraciones, desfiles militares y cambios en la configuración política del país: "¡Doce años sufridos desde esta visión!", "¡Diez años llevados por el viento...!", "¡Nueve años soportados desde ese sol turbulento!", "Y dos lunas más tarde...".

También hay dos campos semánticos durante el relato: el militar, asociado con los Campos Elíseos y los desfiles que allí tienen lugar: caballería, clarines, salvas, fragor de los tambores, desfiles, infantería; y el religioso, agrupado con el personaje del mendigo y su lugar de recaudación, por ejemplo: Lázaro, Sagrado, Pontífice, caridad divina, iglesia, profeta.

Aunque todas las historias poseen ese gusto por la sátira inteligente como nexo de unión, lo cierto es que cada relato es diferente el uno del otro y esto le da al libro una gran riqueza, pero también el que haya cuentos más interesantes que otros. Sin duda, Vox populi y otros cuentos crueles es un maravilloso ejemplo del talento narrativo de su autor.

 

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