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Isla al Sur

OTRA VEZ, ¿UN CUENTO?

OTRA VEZ, ¿UN CUENTO?

A partir de febrero del presente año se retomaron las labores de reconstrucción del teatro Vicente Mora, único del municipio artemiseño Guanajay y joya de la cultura cubana.

DACHELYS ALFONSO LEAL,
estudiante de primer año de Periodismo,
Facultad de Comunicación,
Universidad de La Habana.

Desde 1930, cuando abrió el teatro Vicente Mora, este constituyó la sede cultural de Guanajay, municipio artemiseño. Hoy, a más de 25 años de clausura por reparaciones, el pueblo continúa privado de sus servicios, aunque las expectativas aumentaron en febrero, al retomarse la reconstrucción del edificio.

El centro cerró en 1988 para ser restaurado mediante un proyecto basado en mejoras y no porque se encontrara en mal estado. Sin embargo, poco tiempo después, el país entró en el denominado “Período Especial” y no hubo recursos para tal propósito, lo que provocó el aumento del deterioro, constató el arquitecto Lázaro Capdevilla en el artículo S.O.S. Teatro Vicente Mora, tras su experiencia de atender durante más de una década la instalación.

No es hasta inicios del siglo XXI que se comenzó a trabajar en el rescate de la institución. Ada Rodríguez, directora municipal de Cultura, comentó que en el 2010 solicitaron ayuda a Eusebio Leal, en nombre del pueblo y organismos municipales, pues su familia es de Guanajay. Él accedió.

“Comenzamos, pero tuvimos un fallo: lo primero que teníamos que hacer era la presentación de proyectos para poder solicitar la inversión y, por desconocimiento, empezamos al revés, arreglando algunas cositas, para buscar la forma de que no creciera el daño”, añadió la funcionaria.

La Oficina del Historiador de la Ciudad de La Habana ayudó mucho, pero no podía asumir una inversión valorada en más de 20 millones de pesos. En el 2012, Atrio, empresa del Ministerio de Cultura especializada en los trabajos de restauración, comenzó a realizar los proyectos.

“Los estudios están listos, excepto el de clima, por carecer la empresa de un arquitecto especializado en ese tema. Ya se puede decir que comenzamos. Lo que necesitamos exclusivamente es continuar. Hay interés del Estado en que todo salga. La principal traba es financiera porque la obra es muy costosa”, expresó Rodríguez.

Pero no para todos la encrucijada es económica. José Cuellar, jefe de Secretaría en la Dirección Provincial de Cultura, precisó que esta obra es nominalizada, por lo que tiene respaldo en dinero y recursos. El pasado año se le asignó 100 mil pesos en moneda nacional (CUP) y 70 mil en divisa (CUC) para todos los proyectos y los cumplieron.

Agregó que actualmente está aprobada una primera fase, para la cual hay 1 280 000 pesos en CUP y 48 300 en CUC. El objetivo de la etapa es demoler la parte trasera, lo que se llama tramoya y camerino, la más afectada porque no tenía techo.

El 30 de abril (2015) se debe presentar la segunda parte del proyecto en el Consejo de la Administración Provincial, destinada a la restauración de la red eléctrica e hidráulica, el sistema hidrosanitario exterior, terminar lo relacionado con la arquitectura interior del inmueble e impermeabilizar el techo, propósitos para el 2016. De ese organismo se envía al Ministerio de Planificación Económica y Finanzas, encargado de aprobarlo. “Tienen dinero y recursos, pero faltan dos aspectos muy importantes: la voluntad y el deseo de hacer las cosas. También es necesario un control constante”, puntualizó Cuellar.

Implicados como los arquitectos Arturo Ross y Lázaro Capdevila, coinciden en la necesidad de que exista un “líder” al frente de la obra, encargado de guiar la voluntad política de los organismos que intervienen, para alcanzar los resultados deseados.

Ross argumentó: “Somos muchos, pero al final, se dan decisiones que empiezan a pelotear como un decantador que viene de arriba hacia abajo, y cuando llega abajo no es lo que hacía falta, y entonces vuelve de nuevo. Los hombres están aquí y deseos de trabajar hay”.

Sin embargo, Lilian Oliva Morales, primera secretaria del Partido en el municipio, no considera que la ausencia de una persona con esa única función sea un problema, porque personalmente es quien controla la actividad.

En tanto, Arturo Ross señaló que aunque la parte política es necesaria, se trata de una construcción, lo que requiere la dirección de especialistas. Esa especie de “líder”, que no existe en la obra, es el contratista principal, quien se encarga de que todo el engranaje funcione y de proteger los recursos.

La unidad resulta fundamental en torno al rescate del Vicente Mora, cuya fachada es similar a la de la Ópera de Berna, en Suiza. El tiempo que demora el trabajo también influye y la Resolución 91 establece  que una inversión de más de cinco años caduca por ley, o sea, se detiene.

Luis Noa, vecino de la comunidad, recuerda los años en que visitaba la esplendorosa institución, desde la década de 1950, cuando funcionaba ya como cine, aunque en ocasiones venían compañías de teatro bufo: “Era una obra de arte, por las pinturas del techo, parecía que estabas bajo la noche estrellada”.

También, Eloy Rodríguez, joven guanajayense, señaló su insatisfacción con el deterioro del inmueble, al carecer de medios para disfrutar de espectáculos teatrales, pues le es  difícil acceder a centros semejantes, ubicados, fundamentalmente, en la capital.

Pie de fotos: 1-El teatro Vicente Mora, cuya fachada es similar a la de la Ópera de Berna, en Suiza, fue la sede cultural de Guanajay; 2 y 3-El escenario donde se presentaran distinguidos artistas como Ernesto Lecuona y compañías como Teatro Martí, se ha convertido en escombro y a más de 25 años de clausurado el teatro Vicente Mora por reparaciones, el pueblo continúa privado de sus servicios.

Ficha técnica:

Tipo de título: Llamativo.
Tipo de lead: Especial de Contraste.
Tipo de nota interpretativa: Proyectiva.

Tema: Reconstrucción del teatro Vicente Mora, destacada institución cultural del municipio artemiseño Guanajay.

Situación problémica: A pesar de tener más de 25 años de clausura por reparaciones, aún no finaliza la restauración del teatro.

Objetivos colaterales: Dar a conocer los daños provocados por la demora de la restauración, así como la importancia del centro en la vida cultural de la localidad. También, conocer las opiniones y acciones de los directivos del municipio y la provincia que intervienen en la obra.

Estrategia de fuentes:
 
Documentales: Artículo S.O.S Teatro Vicente Mora, del arquitecto Lázaro Capdevilla de Armas, ponencia publicada en la revista EL PENSADOR, Año XV.I, No. 96, 2005. 

Directas:

Ada Rodríguez, directora municipal de Cultura, fuente oficial, directa e implicada, juicio analítico y de valor.

José Cuellar, jefe de Secretaría en la Dirección Provincial de Cultura, fuente oficial, juicio analítico y de valor.

Lázaro Capdevilla, arquitecto guanajayense que durante 20 años atendió el teatro, fuente implicada, experta y testigo, juicio de valor.

Arturo Ross, arquitecto involucrado en las labores de reconstrucción del teatro, fuente implicada, directa y testigo, juicio analítico y de valor.

Lilian Oliva Morales, primera secretaria del Partido en el municipio, fuente oficial, juicio valorativo.

Luis Noa, vecino de la comunidad, testigo, juicio de valor.

Eloy Rodríguez, joven guanajayense, testigo, juicio de valor.

Soportes:
 
Hecho: Restauración del teatro Vicente Mora. 

Antecedentes: El teatro se cerró en 1988 por una reparación para mejorarlo, pero al entrar el país en el denominado “período especial”, no se continuó y aumentó el deterioro.

Contexto: Es un teatro único, cuya fachada es similar a la Ópera de Berna, en Suiza, eje de la vida cultural del municipio, sin embargo, los problemas económicos del país y la dirección de la obra han incidido en la demora de su restauración.

Situaciones colaterales que también pudieran incidir: Problemas económicos que atraviesa el país, así como falta de unidad entre los organismos responsables y  dirección de la obra.

Tipos de juicios:
 
Analíticos: Los que ofrece el artículo S.O.S Teatro Vicente Mora cuando explica por qué no se restauró el centro cuando cerró en 1988, los que ofrece Ada Rodríguez cuando explica el proceso que ha llevado la reconstrucción del teatro, los que emite José Cuellar sobre el financiamiento de la obra, los que emite Arturo Ross cuando explica lo que implica la necesidad del contratista principal de la obra.

De valor: Los que ofrece Ada Rodríguez al dar su valoración sobre el principal problema de la obra, José Cuellar cuando opina sobre los aspectos necesarios para la realización de la restauración, Arturo Ross y Lázaro Capdevilla cuando opinan sobre la importancia de un líder al frente de la obra, Lilian Oliva cuando expresa sus consideraciones sobre la presencia del líder, Luis Noa cuando comparte sus experiencias en el teatro y Eloy Rodríguez cuando señala su opinión sobre el deterioro del teatro.

 

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