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Isla al Sur

PREMIO JUSTO DE LARA

PREMIO JUSTO DE LARA

Otorgado entre 1934 y 1957, constituye uno de los antecedentes más importante en certámenes periodísticos cubanos; sin embargo, hoy es casi desconocido en el gremio.

NÁYARE MENOYO FLORIÁN,
estudiante de primer año de Periodismo,
Facultad de Comunicación,
Universidad de La Habana.

Raúl Roa fue el único periodista que obtuvo dos veces el Premio Justo de Lara, y también el último, cuando el concurso expiró en 1957. Sin embargo, pocos conocen uno de los certámenes más importante de la prensa antes del triunfo de la Revolución.

Conferido entre 1934 y 1957 por la firma comercial El Encanto al mejor artículo o crónica presentado durante el año fue, además, el premio de más larga vida antes de 1959. Roa lo obtuvo en1955 con el artículo 12 de octubre, y en 1957 por ¿Adónde va Cuba?, dos textos de profundo comprometimiento con el país.

Para Pedro García, historiador y periodista de la revista Bohemia, el mérito mayor del certamen consistió en premiar los mejores trabajos del año sin tener en cuenta la filiación política. De esta manera, transitó desde Mirta Aguirre, de posición comunista, hasta Raúl Maestri, conocido reaccionario del Diario de La Marina.

El jurado estaba integrado por el director del Instituto Nacional de Cultura, presidente del jurado, así como un representante de la Sociedad Económica Amigos del País, la Escuela Profesional de Periodismo Manuel Márquez Sterling, el Colegio Nacional de Periodistas y el decano de la Facultad de Filosofía y Letras de la Universidad de La Habana.

Entre los mismos no figuró ningún periodista profesional, a excepción del que el año anterior hubiera recibido el premio. Esto trajo disímiles críticas, sin embargo, todos los fallos del jurado (excepto en 1935) fueron por unanimidad y tuvieron gran acogida de la prensa.

En el Álbum del Cincuentenario de la Asociación de Reporteros de La Habana 1902-1952, Octavio de la Suarce, en su comentario Los premios periodísticos, criticó que en el Justo de Lara los periodistas no podían ser miembros del jurado, lo cual catalogó como barbaridad.

Juan Marrero, Premio Nacional de Periodismo y ex vicepresidente de la  Unión de Periodistas de Cuba (UPEC), acotó que el premio, en su momento, fue muy importante. “En aquel entonces, la televisión no existía, la radio tenía menor realce, por lo que la prensa escrita poseía la supremacía informativa. Concurrían diversos diarios y revistas de diferentes corte y se realizaban trabajos de larga extensión”.

Actualmente, la prensa cubana promueve concursos como es el caso del 26 de Julio. Este premia  los géneros periodísticos en todos los soportes mediáticos; además contempla un premio único en periodismo digital y uno especial de fotografía, otorgado en tres modalidades: foto informativa, fotorreportaje y foto para entrevista, aseguró Belkis Pérez Cruz, vicepresidenta de la UPEC.

Pérez Cruz piensa que este certamen es cualitativa y cuantitativamente superior al Justo de Lara. Sin embargo, no deja de reconocer la importancia del lauro en su contexto. “Considero vital que se conozca en el medio la existencia del Justo de Lara, porque es un antecedente valioso en la historia de la prensa, además de la calidad de los artículos y la prominencia de los premiados”, precisó.

Para Luis Sexto, Premio Nacional de Periodismo, casi ningún periodista conocía el concurso hasta que Germán Amado Blanco y Yasef Ananda Calderón escribieron el libro Periodismo y Nación, partiendo del reconocimiento que la prensa hace al padre de Amado, quien también fue galardonado.

Un muestro realizado entre 40 estudiantes de cuarto año de Periodismo de la Universidad de La Habana reveló que todos conocen sobre la labor periodística de Justo de Lara, pero un 75 por ciento ignora que existió en la república un galardón con su nombre. El resto sabe del premio con vagas referencias adquiridas en preparación personal.

Mario Cremata, profesor de Historia de la Prensa en la Facultad de Comunicación de la UH, declara que es difícil impartir la asignatura en un semestre de clases, por eso la materia se concentra en las referencias más trascendentales. “Pero la preparación del periodista no debe limitarse al aula, por tanto, no concibo que no se conozca del premio en el gremio”, puntualizó.
Justo de Lara era el seudónimo del periodista José de Armas y Cárdenas. El libro Periodismo y Nación,  expone que se escogió este nombre para el certamen por sugerencia de Rafael Solís, quien había sido compañero de mesa de redacción del periodista y, además, estaba casado con la intelectual cubana René Méndez Capote, quien debió influir en la decisión.

La entrega del premio tenía sentido patriótico, puesto que se hacía cada 24 de febrero, en homenaje al reinicio de nuestra gesta libertaria. El estímulo consistía en 1 000 pesos y la publicación de  los trabajos en diversos diarios del país.

Pie de foto: El periodista  Amado Blanco (segundo de izquierda  a derecha) en ocasión de recibir el premio Justo de Lara en 1950.

Ficha técnica:

Tipo de título: Genérico.
Tipo de lead: Especial de  Contraste.
Tipo de nota: Interpretativa-retrospectiva-explicativa.

Tema: Significación del Premio Justo de Lara, otorgado anualmente a solo un periodista. Se optaba por crónica o artículo.

Situación problémica: El Premio Justo de Lara, el más importante concurso  periodístico antes de 1959, es poco conocido en el gremio.

Objetivos colaterales: Demostrar la importancia del Premio Justo de Lara para la prensa cubana.

Estrategia de fuentes:

Documentales:

Diccionario de la literatura cubana, Tomo I, apéndice Concursos.

Álbum del Cincuentenario de la Asociación de Reporteros de La Habana 1902-1952.

Periodismo y Nación. Premio Justo de Lara de Germán Amado- Blanco y Yasef Ananda Calderón. Editorial José Martí. La Habana, 2013.

Directas:

Fuente secundaria, directa: Luis Sexto. Periodista. Profesor de la Facultad de Comunicación de La Universidad de La Habana. Premio Nacional de Periodismo. Juicio de valor.

Fuente primaria, directa: Juan Marrero: Periodista. Historiador y exvicepresidente de la Unión de Periodistas de Cuba (UPEC). Premio Nacional de Periodismo. Juicio de valor.

Fuente oficial, directa, primaria: Belkis Pérez Cruz: Periodista. Vicepresidenta de la Unión de Periodistas de Cuba (UPEC). Juicio de valor y juicio sintético.

Fuente directa, secundaria: Pedro García: Historiador. Periodista de la revista Bohemia. Juicio de valor.

Fuente primaria, directa, implicada: Mario Cremata. Profesor de Historia de la Prensa en la Facultad de Comunicación de la Universidad de La Habana. Juicio de valor y juicio sintético.

Fuente implicada, testigo: Muestreo estudiantil: Estudiantes de Periodismo. Juicio de valor y juicio disyuntivo.

Soportes:

Hecho: Otorgamiento del Premio Justo de Lara de 1934 a 1957.

Antecedentes: República neocolonial, años en que la televisión no ha surgido aún y la radio no tiene del todo la supremacía informativa, favoreciendo a la prensa escrita en el liderazgo de opinión. Como resultado, la prensa escrita tenía un gran espacio, había diferentes revistas y periódicos de perfiles distintos, por tanto, los trabajos largos, de opinión como artículos y crónicas eran comunes en la prensa.

Contexto del Premio: La tienda por departamentos El encanto destinó un departamento a promover la cultura nacional, de ahí, entre otras actividades surgió la idea del premio. Además, Rafael Solís, principal artífice de la instauración y entrega del galardón, fue compañero de mesa de redacción de José de armas y Cárdenas: Justo de Lara.

Contexto actual: Desconocimiento en la prensa del Premio Justo de Lara. No inclusión en el programa de estudios de la carrera. Poca divulgación entre el gremio periodístico.

Tipos de juicio: De valor, sintético y disyuntivo.

 

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