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Isla al Sur

MÁS ALLÁ DEL OFICIO

MÁS ALLÁ DEL OFICIO

IRAIDA CALZADILLA RODRÍGUEZ
Foto: CORREA

El mecánico, a sus hierros; el químico, al laboratorio; el informático, a la computadora; el abogado, a las leyes. Hace unos años atrás pocos profesionales fuera del sistema de Educación hubieran votado por la posibilidad de ser docentes. Es más, desconocían sus propias posibilidades. Bastó que apareciera la universalización de la enseñanza y, como en tremolina, en cada municipio se armó una verdadera revolución para reclutar fuerzas.

El diapasón abarcó a los jubilados, excelentes maestros en sus oficios que la edad había postergado, quizás, a la lisura de la jaba y las colas. Si de algo no puede dudarse es que la autoestima vistió a unos y a otros, y en cada quien renació el deseo de entregarse completo a nuevas tareas y saberes.

Remedios, no la bella garcíamarquiana, sino la villaclareña ciudad de las parrandas, no escapa a estos tiempos de transformaciones. Más de 180 alumnos hoy son atendidos por un claustro de 50 profesores procedentes de los más disímiles sectores: Educación, Cultura, Justicia, Salud, Azúcar, jubilados y de los Joven Club. Un ajiaco donde bien se mezclan sabidurías.

Los docentes son portadores de un fuego nuevo. Significa darse más allá del propio oficio, trasladar experiencias, hablar desde la base que aportan la teoría y los conocimientos prácticos, saber desenredar entuertos ante cualquier problema de una asignatura con la perspectiva de la vivencia. Y una más, el imprescindible acercamiento humano.

El tema surgió de pronto, en medio de un fuego de preguntas que hacía un grupo de colegas. Fue Bárbara Fuentes, especialista principal del Museo de Historia de la localidad, quien habló de "ir más allá del oficio" al actuar frente a los alumnos. Y el término tomó cuerpo mientras explicaba la necesidad de desentrañar las esencias del individuo, de conocer aquello que cada quien guarda y, en otras, se vuelve necesario despertar.

"Mi alumno Yordani era un desocupado. Ahora estudia Socioculturales y está vinculado como promotor cultural a la Literatura. Es un ser humano más que hemos ganado. Y como él, otros; personas que requieren de una segunda oportunidad para ser útiles plenamente a la sociedad. Por eso digo que no es impartir una asignatura, no es dar el pedacito de lo que uno sabe. Es, sobre todo, entender que formamos a mejores hombres y mujeres. Cuando voy por la calle y me dicen `profe', me doy cuenta de cuántos se suman al proyecto."

El historiador de la localidad, Rafael Farto Muñiz, habla de la responsabilidad que adquiere el tutor, una figura de vital importancia en este modelo educativo. La relación con el estudiante no se reduce al intercambio y ampliación del conocimiento. Abarca, sobre todo, los espacios de la sensibilidad humana, el estar allí cuando ellos lo precisen.

"Hay estudiantes que realizan grandes esfuerzos, y uno siente admiración por ellos. Ese es el caso de mi alumna Danaisi Jiménez, trabajadora del cayo Santa María. Ella pidió el sábado como día libre para asistir a clases, y muchas veces me llama de noche para que le coordine una consulta con algún profesor. Trato, entonces, de hacer efectiva mi responsabilidad, de ayudar a una persona que hoy tiene una meta", dice.

Y el camino no está sembrado de rosas. Bien se sabe que en este modelo pedagógico, centrado en el estudiante, adecuado a sus ritmos de aprendizaje y sin límite de tiempo para el vencimiento de la carrera, hay que hacer énfasis en el trabajo independiente de los alumnos, y perfeccionar la orientación del profesor a los jóvenes.

"Pero ya se percibe un cambio de mentalidad de ambas partes. En unos, mejora la ortografía, la expresión oral, el nivel cultural. En los otros, darles la oportunidad de impartir clases significó elevar la autoestima. Se trata, en todos los casos, de ser mejores", comentó el director de la sede, Reynaldo Bermejo, quien por más cargos que haya desempeñado en el municipio siempre precisa que Educación es su cordón umbilical.

Pero la "bomba" la puso Lisnay Mederos Torres, jefa de la Fiscalía de Remedios y profesora adjunta de la sede universitaria municipal. A principios del pasado curso, su alumno Reynaldo Piñero le dijo: "El grupo le tiene miedo porque la ha visto realizar juicios ejemplarizantes y usted es muy severa".

Fue un aviso que le hizo reflexionar en nuevas formas de comunicación: "Los traje a mi mundo, a la Fiscalía, les expliqué la razón de ser de quienes abrazamos esta profesión, y con hechos concretos mostré cómo velamos por los intereses de la población. Creo que fue un intercambio excelente que nos mejoró a todos. Hoy no existen barreras ni en la relación profesor-alumno ni en la personal. Ahora muchos piensan ser fiscales cuando terminen sus estudios de Derecho; han comprobado el sentido humanista del sector".

La experiencia de Linay es una muestra de cómo los profesionales que ahora asumen la docencia trascienden los espacios de su oficio y descubren a partir de los jóvenes nuevas maneras de pensar, de reaccionar y apreciar la vida. Como dijo Bárbara Fuentes, "la cosa está en ir más allá del oficio".

Pie de foto: De izquierda a derecha, la especialista del Museo de Historia Municipal, la fiscal y el historiador, hablan de sus experiencias como profesores.

 

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