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Isla al Sur

¿EL LLANTO DE MIGUEL TUVO LÁGRIMAS NEGRAS?

¿EL LLANTO DE MIGUEL TUVO LÁGRIMAS NEGRAS?

A 85 años de la creación del primer bolero-son, la obra del Trío Matamoros sigue asombrando a sus seguidores.

DARIEL ANTONIO PRADAS VARGAS,
estudiante de primer año de Periodismo,
Facultad de Comunicación,
Universidad de La Habana.

Matamoros solo necesitaba vivir para cantar; la inspiración de algunas canciones no brotó por la propia experiencia del autor, sino por la de otras personas que lo conmovieron con sus historias, afirmó el bolerista santiaguero Gerardo Aldana, interrogado sobre particularidades del Trío Matamoros, a propósito de cumplirse 85 años (2015) de creado el emblemático bolero-son Lágrimas negras.

Aldana, asiduo intérprete de la obra de Miguel Matamoros y amigo personal de su familia, recordó que Lágrimas negras refleja el dolor que se siente al ser abandonado por la pareja. Pero, hizo notar que un motivo como ese no fue el que inspiró al enamoradizo cantante.

El compositor –reveló el bolerista–, durante un viaje a Santo Domingo en 1930, cierto día oyó los quejidos de una joven en la casa de huéspedes de Luz Sardaña, lugar donde él se alojaba. “¿Por qué llora esa dama?”, indagó. Luz le respondió que a la desdichada, su compañero la había abandonado por otra. “No era suyo el dolor, pero en ese mismo momento la sensibilidad de Miguel dio vida a este bolero-son”, esclareció Aldana.

“Matamoros creó temas que encierran frescura y sencillez a la vez, por no hablar de que marcó la aparición de la trova del son dentro de la música cubana, aunque su catálogo interpretativo se extendió, además, hacia otros géneros”, valoró Alicia Valdés, musicóloga, investigadora y autora del libro El músico en Cuba, interrogada sobre el impacto de Lágrimas negras en la cancionística nacional. 

Como Aldana, el musicólogo Lino Betancourt resaltó en el artículo Trovar con el son o el son de la trova, publicado en La Jiribilla, cuánta espontaneidad brotaba en la creación de Matamoros: como mismo El huracán y la palma nació de un ciclón que devastó el oriente del país en 1926, así emergió la canción Mamá, son de la loma.

Relató Betancourt que en Santiago de Cuba, entre 1920 y 1922, frente a donde estaba el antiguo sanatorio de la Colonia Española, en una casa de la calle Trocha y San Pedro, cantaban una serenata Matamoros y su primo, Alfonso del Río, y una niña le preguntó a su madre: “Mamá, ¿de dónde son los cantantes?”

El autor tenía tantas ganas de triunfar en La Habana entonces, que al escribir este éxito remarcó en el estribillo: “Son de la loma / y cantan en llano”, y prometió: “Ya verán / ya verán”. Tiempo después, los habaneros sucumbieron al embrujo de su melodía.

“El ingenio del trío no solo residía en su director. Rafael Cueto lo dejó bien claro con el tema Veneración”, aseveró Gerardo Aldana, quien conoció de esta anécdota por Mercedes Matamoros, esposa del trovador.

Contó que mucho antes de conocer a Ciro Rodríguez (tercer integrante de la banda), Miguel y Rafael visitaron a su amiga Noemí Matos por el cumpleaños. Les fustigaba la indecisión de qué regalarle, hasta que Cueto decidió componer esa canción que luego, al grabarla, cantaría la propia cumpleañera. Hoy, los santiagueros dicen: “La canción de Noemí mata”.

El trío tuvo su primera aparición en 1925 y fue de las primeras agrupación cubanas en grabar con la disquera norteamericana RCA Victor, la más importante de la época.

Pie de foto: La música del Trío Matamoros se considera un patrimonio invaluable de la cultura cubana.

Ficha técnica:

Tipo de título: Llamativo.

Tipo de lead: Especial de Cita indirecta.

Tipo de cuerpo: Lead + Pirámide normal + Dato adicional.

Tipo de fuentes: Dos fuentes directas y fuentes documentales.

Primer valor-noticia: Curiosidad.

Otros dos valores-noticia: Prominencia de los protagonistas. Interés colectivo.

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