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Isla al Sur

YO SOY PEDRO LUIS FALCÓN

YO SOY PEDRO LUIS FALCÓN

Repentista amante de la naturaleza, abuelo, esposo, revolucionario; solo bastan estas palabras para describir la vida y obra del poeta.

Texto y foto:

MABY MARTÍNEZ RODRÍGUEZ,

estudiante de primer año de Periodismo,

Facultad de Comunicación,

Universidad de La Habana.  

Yo soy Pedro Luis Falcón/ campesino periqueño/ que hizo realidad sus sueños/ con esta Revolución./ Sufrí tanta explotación/ y penuria en mi pasado/ que hoy acudo emocionado/ a contar mis experiencias/ y mis pasadas vivencias/ en discurso rimado.

Así se presenta Pedro Luis Falcón Llerena, desde el viejo taburete donde me narra la historia de su vida. Hombre de familia y campesino desde siempre, aún no pierde la costumbre de improvisar algunas rimas, ya sea para entretener a los nietos o para satisfacer al público, demostrando que a pesar de sus 83 años de edad sigue hechizando por el ingenio del intelecto.

"Yo escribía desde niño -dice mientras ríe entre dientes, como  quien se acuerda de algo gracioso-. Claro, con mis errores ortográficos. Pero me formé poeta gracias a Severiano Moreno, un repentista de Martí, el pueblo donde yo vivía antes de enamorarme de Olimpia, mi mujer".

Falcón comenzó con su pasión a los seis años, declamando en las fiestas de los velorios que eran muy comunes en el campo: "Sí, porque hace unos 'siglos', cuando yo era joven -bromea- se celebraban los velorios". Allí conoció a Severiano, quien lo apadrinó desde la primera vez que lo escuchó.

Cada vez que surgía una oportunidad, lo ponía a dúo con su hijo mayor que, según cuenta Pedro Luis, se ponía celoso de las atenciones que Severiano le prestaba. “Más de una vez fuimos a las manos, daba duro el condena’o, me llegó a romper la nariz". 

El repentista padeció los problemas que le trajo la adolescencia, pero nunca perdió la picardía y el buen humor que lo caracterizan, ni siquiera con la muerte de su padre. De él se despidió cantando una de sus creaciones, cumpliendo con su última voluntad. Más tarde, se ofreció de voluntario para participar en la Operación Carlota y sufrió los contratiempos de la guerra en Angola.

Aun en esos momentos, la inspiración estuvo con él, fue el sustento para su pelotón en las peores circunstancias. Al regresar a Cuba, uno de sus poemas, Vecino Insoportable, se publicó en todos los medios por órdenes de Fidel, a quien agradó  mucho la composición.

“Un amigo de Pinar del Rio me recomendaba nunca salir a los lugares de enfrentamiento, decía que si me mataban perderían la guerra, y no sabes cuánto me alegraba que a pesar de mi mala puntería fuese capaz de ayudar en algo”. Se acomoda en la silla, continúa tranquilo, parece una persona sin secretos.

Me percato del lapicero en su guayabera. ¿Siempre lo lleva con usted?, pregunto.

-Pues claro, mi niña, la inspiración siempre está en el ambiente, y uno nunca sabe cuándo se le va a ocurrir algo productivo-. Estalla en una carcajada contagiosa al mismo tiempo que muestra sus premios.

Alza en sus callosas manos de guajiro el reconocimiento más grande de todos, la distinción Viajera Peninsular. El orgullo lo invade y con suma alegría me cuenta de sus experiencias en Palmas y Cañas, de aquella vez que declamó para el Comandante, de cuando le estrechó las manos y entonces más tarde Fidel lo envió de misión a Alemania para  enseñar el arte del repentismo.

Interrumpe mis conjeturas y lanza una inesperada pregunta:

"¿No quieres que te componga una rimita, periodista?"

Periodista no es aquel/ que va a cubrir un evento/ y escribe con fundamento/ lo que se discute en él/ que un elevado nivel/ en cada noticia exhibe/ periodista es el que vive/ dentro de la sociedad/ y publica la verdad/ en cada cosa que escribe.

Pie de foto: Falcón Llerena, poeta matancero, participó en la operación internacionalista Carlota y en misiones culturales a Alemania.

 

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