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Isla al Sur

¿EN LA UNIÓN ESTÁ LA FUERZA?

¿EN LA UNIÓN ESTÁ LA FUERZA?

Las insuficiencias en la calidad y distribución del yogurt han generado polémicas en nuestra población. Según la Oficina Nacional de Estadísticas el nutritivo alimento lácteo es parte del desayuno de más de 1 millón 30 mil niños cubanos

YESEL GALBÁN MORENO,

estudiante de primer año de Periodismo,

Facultad de Comunicación de la

Universidad de La Habana.


Se cree que los primeros escritos sobre la soya datan del 2838 a.C. y que su origen es tan remoto como la propia civilización humana. Los chinos la consideraban como un alimento sagrado y se atribuye su descubrimiento al emperador Sheng-Nung, inventor de la agricultura y la medicina en China.

El frijol de soya contiene entre un 30 y 50% de proteínas, 20% de grasas, 24% de carbohidratos, minerales como calcio, hierro, magnesio y cobre, además,  vitaminas del complejo B, A y E. A partir de ella se obtiene pan, leche, galleta y... yogurt, los que se convierten en productos de elevado valor alimenticio.

Pero... “¡Qué desastre con la calidad y la distribución del yogurt de soya en la capital!”, exclama Margarita Romero, vecina del municipio Plaza de la Revolución. “Resulta imposible seguir las ruedas a los camiones que lo transportan, casi nunca aparecen”, opina Yunesky García, en el municipio de La Lisa, y agrega: “De las 12 bolsas que corresponden al mes, cinco se echan a perder en menos de 48 horas”.

Más de 1 millón 30 mil niños cubanos desayunan yogurt de soya. La Unión Láctea de Cuba (UNILAC) asegura mensualmente para Ciudad de la Habana 2 923 toneladas, dirigidas a los niños de siete a 13 años, lo que representa 12 bolsas mensualmente y tres a la semana. ¿Se cumple con el control del proceso de producción, distribución y comercialización? ¿Será la entidad responsable de las inquietudes del pueblo respecto al producto?

Proceso de producción

El yogurt de soya se obtiene a partir de la mezcla del frijol de soya o soja, como también se le dice, el carbonato de sodio, la vitamina A, los cultivos ácidos lácticos, el agua, el azúcar  y los saborisantes.

Después del embolsado se almacena a una temperatura de no más de 8 grados Celsius y de esta forma se garantiza el enfriamiento para que termine la fermentación, aunque, según los  técnicos, el yogurt solo necesita de 20 a 24 horas en nevera.

La comprobación del cumplimiento con cada uno de estos parámetros se hizo en el Complejo Lácteo del Cotorro, el cual abastece parte de los municipios de la capital. Allí se verificó  cada una de las etapas por las que pasa el proceso de producción.

En la Vía

Una vez embolsado, el yogurt es trasladado hacia los puntos de venta de los diferentes municipios. La temperatura que debe mantener el lácteo para conservarse en buen estado de consumo tiene que ser menor a los 8 grados.

“El yogurt puede permanecer fresco durante la transportación cuando el punto de venta está cercano al Complejo, pero es imposible que se puedan establecer estas consideraciones con los municipios alejados”, opinó Raúl del Toro. “Por eso es que cuando llega a los puntos de distribución ya viene con altas temperaturas y se echa a perder”, añadió Miguel Valle, ambos vecinos del Vedado.

Ante estas opiniones, Roberto Carrión, especialista de Producción de la Unión Láctea de Cuba, explicó que la distancia entre los municipios y el Complejo a veces es larga, pero las rutas están indicadas considerando el trayecto de viaje. No se le asigna a un mismo camión dos puntos de entrega demasiado alejados.

El especialista agregó que los vehículos utilizados para transportar el desayuno de los niños son isotérmicos, es decir, mantienen la temperatura.

Mayra Yuque y María Dolores Álvarez, del Departamento de Tecnología y Calidad de la Unión Láctea, destacaron que para conservar la temperatura del yogurt, se comienza a distribuir en horas tempranas para mantenerlo fresco durante la transportación, junto al apoyo de las condiciones isotérmicas de los vehículos.

Sin embargo, la llegada del yogurt a los puntos de distribución es un problema señalado. De 19 encuestados en diferentes zonas de la capital, el ciento por ciento de ellos insistieron en que existe inestabilidad en el horario.  Francy Sent, consumidora de la Unidad 72, ubicada en Línea entre F y G, en el Vedado, afirmó que “muy pocas veces lo puedo comprar en la mañana”.

Dos conductores de los camiones que transportan el yogurt aseguraron no desviarse de la ruta de entrega y que la llegada tardía a los puntos no siempre depende de ellos. “Nuestros camiones llevan más de 30 años de explotación, son los antiguos ZIL 130 que, como es de suponer, cuentan con deficiencias técnicas. Se pueden ponchar o presentar otra anormalidad”.

Carrión también explicó que pueden existir  incidencias dentro del flujo técnico en el área de producción: “Estamos a expensas de cualquier problema, somos humanos, trabajamos con máquinas y equipos, y una interrupción en una caldera o en el servicio eléctrico, por solo mencionar dos ejemplos, pueden retrasarlo todo”.

Los puntos de venta: un calor eterno

Una parte nada despreciable de los clientes compra el yogurt a las 6:00 p.m. Evelio Calderón trabaja hasta las 5:00 de la tarde: “A mi no me afecta que el yogurt llegue retrasado a mi punto de leche. Yo no tengo tiempo para buscarlo temprano. En ocasiones se ve aguado, a punto de fermentarse, y eso sí es un problema”.

Después de un recorrido por varias instalaciones de comercio de la capital pudimos comprobar la crítica situación de  enfriamiento en muchos de ellos.

De 15 unidades visitadas solamente cinco tenían condiciones para la conservación del yogurt, las  restantes lo conservan en cajas plásticas. Según Juana Padrón Ojeda, directora Comercial de la Unión Láctea, de 2 013 puntos de distribución, alrededor de un 90 por ciento no cuenta con refrigeración.

En varias unidades se encuestó a los dependientes y todos coincidieron con que el producto llega en buen estado. “Puede llegar a la 8:00 de la mañana que si no hay neveras se echará a perder”, expresó Maximino López, dependiente de la Unidad 1114, cita en esquina 3ra. y B, en el municipio de Plaza de la Revolución.

Muchos clientes piensan que cuando reciben el producto aguado es porque está fermentado y no sirve. El especialista Roberto Carrión expresó que “el yogurt puede estar 24 horas a temperatura ambiente sin que se fermente, pero después de las 12 horas sí empieza a perder la viscosidad, es decir, solamente se altera la composición química”.

Entonces, ¿por quién doblan las campanas? 

“Este año nuestra meta es lograr las 405 mil toneladas de yogurt de soya. Continuamos en labores inversionistas en el área de refrigeración y transporte”, declaró la Directora Comercial de la UNILAC.

De los 26 productos de la canasta básica, nueve pertenecen al Complejo Lácteo. La mayoría requieren de refrigeración. Si en todos los puntos de abastecimiento existieran condiciones de enfriamiento, el yogurt seguiría manteniendo sus propiedades, se podría comprar al otro día, incluso, a 72 horas después de fabricado.

Los Complejos Lácteos son los encargados de la distribución y la calidad del yogurt hasta que se pone en los puntos de venta, los cuales pertenecen al Ministerio de Comercio Interior (MINCIN), entidad que tiene la responsabilidad de entregar las 12 bolsas mensuales del alimento a los niños de siete a 13 años de edad con la misma calidad  que lo recibió de la Unión Láctea de Cuba.

Entonces, ¿solo en la Unión está la fuerza?


Ficha técnica:

Tipo de reportaje: Interpretativo
Tipo de título: Llamativo
Tipo de entrada: De detalle
Tipo de cuerpo: Por bloques temáticos
Tipo de cierre: De incógnita

Estrategia de fuentes:

Fuentes oficiales:

Roberto Carrión, especialista de producción de la Unión Láctea de Cuba (UNILAC).
Mayra Yuque y María Dolores Álvarez, especialistas del Departamento de Tecnología y Calidad de la UNILAC.
Juana Padrón Ojeda, Directora Comercial de la UNILAC.

Población:

 -Margarita Romero, vecina de Plaza de la Revolución
-Yunesky García, municipio La Lisa
-Raúl del Toro y Miguel Valle, vecinos del Vedado
-Francy Sent, consumidora de la Unidad 72
-Evelio Calderón, trabajador
-Maximino López, dependiente
-conductores de camiones

Fuentes pasivas: INTERNET

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