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MADRE, ORIGEN DE LA VIDA

MADRE, ORIGEN DE LA VIDA

Tomado de: http://www.laguia2000.com/

Las madres son sinónimo de origen de la vida, cuando ha engendrado hijos en su seno, o de amor que desborda y fluye, para acompañar la vida de quienes eligieron como vástagos. Un amor incondicional, puro, sin exigencias, un abrir de puertas y esperanzas para dar a otro ser, la posibilidad de crecer acompañado, cuidado y seguro, logrando en definitiva salir al mundo con más defensas. Ese ser al que la naturaleza dotó de cualidades especiales de maestra, amiga, consejera, y un poco hada, para convertir sueños en realidades, es quien merece llamarse madre, y ya desde la antigüedad fue distinguida como tal.

Rea, fue una diosa griega, que mató a su propio esposo que a la vez era su hermano, para defender la vida de su hijo Zeus. En efecto, el marido de Rea era Crono, quien había derrotado y castrado a su padre, Urano, como venganza por haber encerrado en la profundidad de las tinieblas a sus hermanos menores monstruosos. La venganza de Crono fue hecha a pedido de Gea, su madre.

A su vez, Gea y Urano le previnieron a Crono, que uno de sus hijos ocuparía su lugar en el trono como él hizo con su padre, por lo cual, todos los hijos que fueron naciendo de su unión con Rea, corrieron el triste destino de ser devorados por Crono. Luego de comerse a sus cinco primeros hijos, el alma maternal de Rea ideó un plan, para salvar a su sexto hijo y recuperar a los demás, que estaban dentro de su esposo.

Al nacer Zeus, su hijo número seis, cubrió una piedra con pañales, y fue eso lo que consumió Crono en lugar de su hijo, quien fue haciéndose hombre en la isla de Creta, ocultado y celosamente cuidado por su madre. Con la ayuda de este hijo ya grande, logró hacer beber a Crono una pócima que lo hizo vomitar al resto de sus hijos.

A esta diosa, ejemplo de amor por sus hijos, los griegos le rindieron homenaje, y más tarde lo hicieron los romanos, llamándola Magna Mater, al tomar como propios los dioses griegos.

Los aztecas rendían culto a la diosa Coyolxauhqui, y los celtas británicos a la diosa Brígida. Fue en Inglaterra, en el siglo XVII donde se instituyó un Día de la Madre parecido al actual, pero destinado a que los sirvientes al menos una vez al año, pudieran visitar a su madres, sin perder la paga.

Otra madre famosa por su devoción a su hijo divino, fue la Virgen María, a quien se le rinde homenaje todos los 8 de diciembre, en el calendario cristiano, como Día de la Inmaculada Concepción. Esta celebración fue la que reemplazó el culto a la Magna Mater romana, cuando el Imperio se cristianizó.

En Estados Unidos Julia Ward Howe, una heroica mujer, pacifista y abolicionista, exhortó a las madres a unirse contra las guerras, sensibilizada por los horrores de la guerra franco-prusiana, en una proclama llamada del Día de las Madres, llamando a la creación de un Congreso Internacional de Mujeres a favor la paz. Su propuesta tuvo una repercusión no demasiado favorable. Solo logró que tres años después se realizara una reunión de mujeres en 18 ciudades de Estados Unidos, por el Día de las Madres.

En 1905, Anna Harvis, quedó huérfana. Su madre, Anna Reeves Jarvis, había sido también una luchadora en servicio de sus semejantes, contraria a las guerras, y sobre todo reconocida por su colaboración en el cuidado de los heridos durante la Guerra Civil estadounidense.

Anna, la hija de esta caritativa mujer, realizó una campaña, en pos del establecimiento del segundo domingo del mes de mayo, como día en conmemoración a las madres, en la cual invirtió gran tiempo y esfuerzo, enviando a personalidades de la política y otros sectores influyentes de la comunidad cartas, con la petición.

Se logró que poco a poco fuera reconocido el segundo Domingo de mayo, aniversario de la muerte de su madre, como Día de las Madres. En 1912, para apoyar la iniciativa se creó la Asociación Internacional del Día de la Madre, festividad que definitiva y legalmente fue consagrada en 1914, cuando fue aprobada por el Congreso estadounidense.

Anna no logró su cometido que coincidía con el de Julia Ward Howe, como día en homenaje a las madres, pero con un sentido antibelicista, y el día tomó pronto un sentido comercial. Anna presentó en 1923 una demanda para retirar la fecha como fiesta oficial, pues no cumplía los fines originarios de su creación.

La protesta fue de tal magnitud que motivó su detención a raíz del cariz violento de los hechos. El triunfo de Anna de conceder a su madre un tributo en honor a la paz, se transformó en un simple hecho comercial, aunque debemos reconocer que si bien todos los días debe rendirse homenaje en el sentido de respeto y amor a quien da tanto por sus hijos, imponer un día especial, exige reflexionar un poco más intensamente sobre el rol de la mujer como cimiento del hogar, y pensar en tantas madres que están solas, con sus hijos lejos, que tal vez, en ese día se hagan un ratito de tiempo para llamarlas o correr a sus brazos, buscando el cobijo que aunque adultos, todos necesitamos.

Ese día diferente y tan significativo, por el que bregaron Julia y Anna se conmemora el Día de la Madre en la mayoría de los países del mundo (Alemania, Aruba, Australia, Anguila, Austria, Bélgica, Belice, Barbados, Brasil, Bermuda, Bonaire, Canadá, Colombia, Curazao, Cuba, Chile, Dinamarca, Estados Unidos, Ecuador, Finlandia, Grenada, Grecia, Honduras, Holanda, Hong Kong, Italia, Japón Jamaica, Nueva Zelanda, Puerto Rico, Perú, Suriname, Taiwán, Trinidad, Uruguay, Turquía y Venezuela.

En Venezuela, nació como una celebración consagrada a tres madres, la propia, la virgen María y la madre patria, promovida por una asociación denominada “Caridad y Concordia” el 24 de mayo de 1921 y en 1924 fue adoptado ese día oficialmente por ley nacional.

También lo festejan en mayo, pero el primer Domingo, España, Portugal, Hungría y Sudáfrica. El día 10 de ese mes, lo hacen Bahamas, Bahrein, Guatemala, la India, Malasia, El Salvador, Omán, Pakistán, México, Arabia Saudita, Qatar, los Emiratos Árabes Unidos y Singapur.

En Inglaterra, es el cuarto Domingo de Cuaresma, y en Francia el último Domingo de mayo.

En Panamá se eligió el Día de la Inmaculada Concepción, 8 de diciembre para Día de todas las Madres.

En Argentina, es el tercer Domingo de octubre, aparentemente por hallarse en el hemisferio sur y estar su primavera entre los meses de septiembre y diciembre. Justamente el día de la primavera fue el elegido por el Líbano como Día de la Madre.

Cualquiera sea la fecha elegida, ese día y siempre, un brindis por todas las madres del mundo, y también por la paz, como lo desearían Anna y Julia.


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