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Isla al Sur

E-BOOK ANTE LA HEGEMONÍA DEL PAPEL

E-BOOK ANTE LA HEGEMONÍA DEL PAPEL

Junto con los libros electrónicos llegó a Cuba el debate sobre las nuevas prácticas de lectura. ¿Podrán los cubanos asumir este reto?

GABRIELA RODRÍGUEZ-LOECHES,
estudiante de primer año de Periodismo,
Facultad de Comunicación,
Universidad de La Habana.

Los cubanos leen todos los días, a todas horas, desde subtítulos de películas, prospectos de medicamentos, facturas de electricidad, hasta una novela, el periódico; en menor medida el muro de Facebook y los resultados de una búsqueda en Google. Son más descifradores que nunca. Pero desde hace tiempo utilizan la palabra “leer” para nombrar un acto en transición. La lectura está cambiando y, con ella, los lectores.

La llegada tardía de los e-books (libros electrónicos) a Cuba en la 22 Feria Internacional del Libro desató un conflicto sobre los nuevos hábitos de lectura adquiridos en el mundo y que ya comienzan a penetrar en el país.

“En comparación con el resto de los países, estamos atrasados en cuanto a la digitalización de libros. El acceso y la resistencia al cambio de paradigma constituyen las principales desventajas del proceso, sin embargo, es una tendencia mundial que asegura un mayor número de lectores y la inserción de la literatura cubana en el ámbito internacional”, afirmó Zuleica Romay, presidenta del Instituto Cubano del Libro (ICL).

Ruth Casa Editorial, perteneciente a la Editorial Capitán San Luis, es la institución pionera en la producción de libros digitales de autores cubanos. Los primeros títulos fueron Operación Mangosta, de Jacinto Valdés-Dapena, y Del pensamiento pedagógico del Che, de Lidia Turner.

Carlos Tablada, su coordinador general, afirmó que “aunque hoy no gocemos del soporte y el acceso a la red, no significa que debemos esperar para hacer universal nuestra literatura”. Mientras que al referirse  al precio de los dispositivos en el mercado nacional, comentó irónicamente: “Todavía hay que esperar”.

En Cuba el problema no se pinta rosa. ¿Cómo se accede a esos libros? La interrogante la hizo Carmen Sosa, estudiante de Biofísica, cuando escuchó sobre la irrupción del país en el mercado de la información: “Me encanta leer, lo mismo un policíaco que trabajos de clases. Apoyo que el libro esté sujeto a cambios, pero yo no tengo computadora, entonces, cuánto esperaré para ojear la próxima novela de García Márquez”.

Libert Artiles, licenciado en Ciencias de la Información, comentó que en Cuba hace ya algunos años se trabaja en la cultura informática del pueblo, pero los cursos de acceso a las redes ofrecidos en los Joven Club no son suficientes para dar un giro tan radical a la lectura.

Ni siquiera las nuevas ofertas de acceso a Internet en la Biblioteca Nacional dan abasto a las demandas de los estudiantes universitarios. Entonces, ¿qué puede esperar un alumno de las zonas del Plan Turquino, un ama de casa, o la abuela que fue alfabetizada hace 56 años?

Es el caso de Orquídea Cabrera, bisabuela ariguanabense que lee el diario todas las mañanas: “No puedo a mis 84 años imaginarme cómo será no hojear un periódico, pero si voy a ver las letras más grandes, bienvenido sea”. 

“No dudo que esta nueva forma sea superior, pero cuestiono si logrará un vínculo tan estrecho con los lectores como lo hace el papel. Es imposible que dispositivos electrónicos superen las carátulas, aún cuando todos tengamos acceso a ellos”, confesó Ingrid Bauta, estudiante de Sociología.

Pese a las suspicacias que este soporte pueda crear en los lectores tradicionales, estudios elaborados por el PewResearchCenter apuntan que las personas leen más en un dispositivo digital que en libros impresos.

“Valerse de los e-books permitirá internacionalizar la literatura cubana volcando publicaciones en papel al formato digital. Será una oportunidad para mostrar al mundo su verdad”, aseguró Guido Saab, estudiante argentino de Cibernética en la Universidad de La Habana.

Julio Cubría, subdirector general de la Capitán San Luis, declaró: “Un proceso complejo requiere sacrificio. No se trata solo de la mentalidad de las personas sino del trabajo a realizar en las editoriales, las bibliotecas, las librerías. Para ello el Instituto Cubano del Libro labora en la creación de bases de datos con el patrimonio bibliográfico más reciente”. 

La publicación de libros electrónicos es una práctica común en el mundo por las facilidades de distribución y el ahorro de materiales. Sin embargo, Mariela Meriño, trabajadora de la sede universitaria municipal de San Antonio de los Baños, Artemisa, manifestó su inquietud acerca de la labor de los bibliotecarios que la mayoría no sabe de informática, y menos de acceso a las redes.

“A la espera del cable de fibra óptica para beneficiar la conexión, buscamos alternativas: la creación a corto plazo de bibliotecas digitales donde se acceda con dispositivos de almacenamiento; y de espacios para el debate acerca de la distribución y la crítica”, declaró Romay.

La profesora de Psicología, Beatriz Báez, explicó: “Cambiará el aspecto de nuestras salas de estar, los lugares donde leemos y la forma en que nos relacionamos con otros lectores. Olvídese de encontrar a su media naranja en el autobús guiándose por la cubierta de la novela que va leyendo”.

Cada vez es más la lectura de manera digital. La Asociación de Editores Norteamericanos señala que por primera vez en la historia de la industria, las ventas de libros electrónicos superan a los de tapa dura. El e-book ingresó 282,3 millones de dólares frente a los 229,6 de los impresos y la única categoría que sobrevivió a las estadísticas fue la literatura infantil.

Algo positivo tendrá no estar a la par de estas nuevas tecnologías. Informes del diario El País demuestran que para el 2039 no existirá diálogo entre las personas, sino mensajes de textos.
Pie de foto: El libro es un único argumento o narrativa de extensión larga,  sin importar si es en papel o electrónico.

Ficha técnica:

Tipo de título: Llamativo.
Tipo de lead: Especial Interpretativo.

Tema: El hábito de lectura con la irrupción de las nuevas tecnologías.

Objetivo principal: Impacto que ha tenido el intento de Ruth Casa Editorial por hacer de la lectura digital un hábito en la sociedad. Causas y consecuencias (aquí está implícita la problemática: falta de recursos y conectividad para acceder a esta lectura).

Objetivos colaterales: Informar sobre el poco conocido proyecto de Ruth Casa Editorial, así como explicar la aparición de la lectura en dispositivos digitales a nivel internacional.

Tipos de juicios:

Disyuntivos, para ver los diferentes criterios sobre este tema. Los que apoyan la tesis de que se lee más y mejor en la actualidad con los dispositivos digitales y los que creen que el acto de leer solo concierne a la literatura tradicional.

Analíticos, explícitos en toda la nota.

Los sintéticos o de proyecciones están dados en las posibles soluciones que se buscan al problema.

Estrategia de fuentes y Tipo de juicios.

No documentales:

Zuleica Romay, presidenta del Instituto Cubano del Libro (ICL), experta. Emite un juicio sintético.

Julio Cubría, subdirector general de la Editorial Capitán San Luis, experto. Emite un juicio sintético.

Carlos Tablada, coordinador general de Ruth Casa Editorial, experto. Emite un juicio sintético.

Carmen Sosa, estudiante de Biofísica médica, implicada. Emite un juicio disyuntivo.

Orquídea Cabrera, bisabuela de 84 años, implicada. Emite un juicio valorativo.

Libert Artiles, licenciado en Ciencias de la Información, especialista. Emite un juicio valorativo.

Ingrid Bauta, estudiante de Sociología, implicada. Emite un juicio disyuntivo.

Guido Saab, estudiante argentino de Cibernética en la Universidad de La Habana, implicado. Emite un juicio valorativo.

Mariela Meriño, bibliotecaria de la sede universitaria de San Antonio de los Baños, implicada. Emite un juicio valorativo.

Beatriz Báez, profesora de Psicología, especialista. Emite un juicio valorativo.

Documentales:

PewResearch Center. El País. La Asociación de Editores Norteamericanos.

Soportes a emplear.

Hecho: El lanzamiento en la 22 Feria Internacional de Libro de La Habana de los e-books (libros electrónicos).

Antecedentes: El impacto que ha tenido la lectura digital a nivel internacional. Los cursos ofertados en los Joven Club de Computación para el trabajo en la redes. La recientemente abierta oferta de accesibilidad a Internet en la Biblioteca Nacional.

Contexto. Hechos colaterales: La llegada a Cuba del cable de fibra óptica desde Venezuela para aumentar la disponibilidad de acceso a Internet.

Proyecciones: El ICL labora en la creación de bases de datos con el patrimonio bibliográfico más reciente de la nación. La creación a corto plazo de bibliotecas digitales donde se acceda con dispositivos de almacenamiento; y de espacios para el debate acerca de la distribución y la crítica.

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