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Isla al Sur

LA HISTORIA EN MINUTOS. RADIO RELOJ. DICIEMBRE (I)

LA HISTORIA EN MINUTOS. RADIO RELOJ. DICIEMBRE (I)

Del 1 al 6 de diciembre: Woody Allen, Jenny van Wesphalen, Pierre-Auguste Renoir, Estadio del Cerro, Benjamín Britten, Ramón Meza Suárez, Pablo Neruda, Alejandro Dumas y Teatro La Scala.

IRAIDA CALZADILLA RODRÍGUEZ

1 de diciembre:
Woody Allen

LA HISTORIA EN MINUTOS. WOODY, EL ANTIHÉROE. Feo, con pelo cual pelusa de maíz descolorido, ojos pequeños de vivacidad indiscutida y nariz hacia lo arqueado, es la primera visión del escritor y director de cine estadounidense, Woody Allen. Pero cuando asoma en la pantalla grande el actor, desaparecen sus desventajas físicas y el espectador se rinde al encanto profesional del antihéroe torpe y aturdido. Nacido en Nueva York, el primero de diciembre de mil 935, ya en la adolescencia impuso su talento al redactar chistes para columnistas de prensa, y cambió su verdadero nombre, Allan Stewart Konigsberg, por el seudónimo con que universalmente se le conoce. Antes de que llegara a director de cine y sentara pautas creativas, la autoría de Woody Allen anduvo en textos para artistas de radio y televisión, y como humorista de clubes nocturnos, donde fue descubierto para el séptimo arte. Continuará...

ALLEN, MÁS ALLÁ DE PELÍCULAS. Conclusión. A la profusa obra del director cinematográfico Woody Allen, iniciada con Lily la tigresa, habrá que añadir también sus actuaciones en obras teatrales, luego llevadas a filmes. Otra vertiente en el polifacético autor es la publicación de compilaciones de narraciones humorísticas bajo los títulos Getting Even y Sin plumas, las cuales fueron editadas en el período comprendido entre mil 971 y mil 976. Un año más tarde, su película Annie Hall fue todo un suceso en el mundillo hollywodense, al alzarse con cuatro premios Oscar, nada más y nada menos que en las categorías de mejor cinta, director, guión y actriz principal. A Woody Allen, más conocido por sus características comedias, hay que anotarle, además, filmes en los que ha experimentado con técnicas cinematográficas, consideradas por los críticos como innovadoras. Redactó: Iraida Calzadilla Rodríguez.

2 de diciembre:
Jenny von Wesphalen

LA HISTORIA EN MINUTOS. LA REINA DEL BAILE. Cuando el dos de diciembre de mil 881 Jenny von Wesphalen murió, Federico Engels la definió como mujer dotada de espíritu crítico, tacto político, energía, y apasionado y abnegado carácter. La compañera de Carlos Marx fue eso, y más, pues a pesar de penurias económicas, sacrificios, pérdida de varios hijos y el deambular por varios exilios, nunca abandonó el destino que había elegido. Tanto fue así, que su propia hija Eleanor, afirmó: “…sin Jenny von Wesphalen, Marx jamás hubiera podido ser lo que fue”. Aquella joven bella, vivaz y “reina del baile” como la llamaban en la ciudad alemana donde nació, sería además, la insustituible colaboradora y crítica del padre del comunismo científico. Quince meses después de fallecer Jenny von Wesphalen, Carlos Marx partió para siempre. Redactó: Iraida Calzadilla Rodríguez.

3 de diciembre:
Pierre-Auguste Renoir

LA HISTORIA EN MINUTOS. EL GRAN RENOIR. Dicen que poco tiempo atrás había instalado en el jardín del hogar una hermosa escultura hecha por él, a la que llamó Venus. El pintor francés Pierre-Auguste Renoir quería que fuera una de sus últimas visiones antes de  morir, entre pinceles y óleos, el tres de diciembre de mil 919. Había sido una larga y fértil vida de setenta y ocho años, en los que nunca dejó de amar el aire, la luz, la alegría y las satisfacciones de un trabajo incansable. Venía tanto empeño desde joven cuando, cada tarde, acudía al Museo del Louvre para aprender “junto a los grandes maestros”. El impresionista Pierre-Auguste Renoir, fallecido en Cagnes, casi a los pies del mar, había tenido una sola preocupación: pintar otro buen cuadro, después de pintar un buen cuadro. Continuará en el próximo minuto...

MUJERES DE RENOIR. Conclusión. Ninfas o modistillas parisinas, desnudas o vestidas, las mujeres de las pinturas de Pierre-Auguste Renoir siempre nos traerán un mensaje de dignidad y sentido estético. Ellas, por demás, derrochan vitalidad, salud y alegría de vivir, tras esas expresiones poéticas que raramente nos dejarán de sorprender. Entre sus obras, son admirables Diana Cazadora, La lectora, En el Circo Fernando, Los Paraguas, La jovencita del sombrero de paja, Las grandes bañistas y El retrato de Gabriela. Es, sin embargo, El molino de la Galette, su mejor pieza. Ese cuadro de Pierre-Auguste Renoir fue rechazado en su momento por considerársele “tema popular demasiado mediocre”. El molino de la Galette nos presenta una fiesta de barrio. Redactó: Iraida Calzadilla Rodríguez.

4 de diciembre:
Estadio del Cerro

LA HISTORIA EN MINUTOS. REBELDÍA SOBRE EL TERRENO. Era el cuatro de diciembre de mil 955. Mes enardecido para el estudiantado cubano. Días antes, José Antonio Echeverría había sido encarcelado tras una manifestación disuelta por la policía. Sobre las cinco de la tarde un grupo de universitarios salta al terreno del Estadio del Cerro, donde se avecina el final del esperado encuentro Habana-Almendares. Los jóvenes quieren pedir la liberación del presidente de la Federación Estudiantil Universitaria. La furia de los policías se desata y los muchachos no pueden llegar al fondo del center field. Pateaduras, violencia, frentes partidas, fracturas de costillas y golpeaduras de abdómenes y vejigas. Cuba, atónita, ve el atropello por la televisión, o lo escucha por la radio. El pueblo grita “¡Asesinos!”, “¡Bestias!”. Era el cuatro de diciembre de mil 955, en el Estadio del Cerro. Redactó: Iraida Calzadilla Rodríguez.


 
4 de diciembre:
Benjamín Britten

LA HISTORIA EN MINUTOS. BRITTEN, EN ÓPERA DE ESPLENDOR. En el último cuarto de la centuria del veinte la ópera volvió a su esplendor acompañada de nuevos valores artísticos y tecnológicos, colocándose, entonces, en sitial de preferencia. Y es, justamente a uno a de los más grandes músicos del siglo, Benjamín Britten, al que debe ese género en Gran Bretaña parte de su renacimiento. Desde que compusiera en mil 945 su obra pionera en ese estilo, Peter Grimes, hasta su final en Aldeburgo, el cuatro de diciembre de mil 976, el compositor británico fue enhebrando una obra de excelencia que transita desde la sencilla y lírica tonalidad, hasta la atonalidad compleja y dramática. En la autoría de Benjamín Britten se hallan, entre otras composiciones de relevancia, Réquiem de guerra, La violación de Lucrecia, Otra vuelta de tuerca, Gloriana, Nocturnal y Muerte en Venecia. Continuará en el próximo minuto...

FESTIVAL DE ALDEBURGO. Conclusión. Uno de los méritos más trascendentales del compositor británico Benjamín Britten fue la institución, junto con el tenor Peter Pears, del Festival de Aldeburgo. Con origen en la escuela Britten-Pears, en mil 947, la cita anual ratifica en cada edición su significación como encuentro para la interpretación y enseñanza musical, y de ella han surgido hacia el reconocimiento internacional no pocos artistas. En el ámbito de la composición, otras contribuciones del maestro Benjamín Britten son las variaciones de suma originalidad en la música religiosa, el trabajo de arreglos en canciones folclóricas y la composición de cantatas y música para niños, teatro y películas. Ya al final de una existencia de sesenta y tres años, dio en llamar a varias de sus creaciones, obras de cámara, pues requerían de una orquesta integrada por solo doce músicos. Redactó: Iraida Calzadilla Rodríguez.

5 de diciembre:
Ramón Meza Suárez

LA HISTORIA EN MINUTOS. MEZA, EL FECUNDO. No fue reconocida con todo merecimiento la obra de Ramón Meza Suárez en los días en que la crítica solo veía el hacer de las corrientes de su tiempo, sin atisbar hacia el futuro. Tuvieron que llegar los nuevos ideales de mil 959, para que se le diera lugar justo en la literatura cubana y exacta medida a esa visión expresionista del absurdo cotidiano con que permeó sus textos. No obstante, fue el más fecundo novelista cubano de fines de la colonia, y de su trabajo quedan El duelo de mi vecino, Flores y calabazas, Carmela y Don Aniceto el tendero. Ramón Meza Suárez, quien falleció el cinco de diciembre de mil 911, también incursionó en la comedia, de las cuales solo trascendió Una sesión de hipnotismo, obra sin grandes pretensiones. Continuará en el próximo minuto...

MI TÍO EL EMPLEADO. Conclusión. La obra cumbre del cubano Ramón Meza Suárez es Mi tío el empleado, en la cual mostró destreza en el manejo de situaciones y en la estructura del texto. Constituye una denuncia contra los emigrantes que llegaron a la Isla para enriquecerse no siempre por vías legales, además de insistir en la discriminación que sufrían los criollos por parte de los peninsulares para que no ocuparan cargos públicos. José Martí, preclaro en el análisis del autor, señaló: “Todo esto se cuenta en el libro, que parece una mueca hecha con los labios ensangrentados”. Más en nuestros días, el crítico José Manuel Otero apuntó: “Ramón Meza deseaba dejar constancia de todo cuanto le rodeaba, atrapar las formas caleidoscópicas de las sombras y las luces”. Usted escuchó La Historia en minutos, un espacio redactado por Iraida Calzadilla Rodríguez.  

5 de diciembre:
Pablo Neruda

LA HISTORIA EN MINUTOS. CUBA, LA FLOR ESPUMOSA DE NERUDA. Cuando la ciudad va presurosa por entradas a escuelas y a trabajos, todavía vestida del azul gris de las primeras horas mañaneras, llegó a la rada habanera el poeta chileno Pablo Neruda, después de muchos años de ausencia. Era el cinco de diciembre de mil 960, y al muelle fueron a recibirlo amigos en profusión y entusiasmo: él y su esposa Matilde Urrutia venían invitados por el gobierno y el diario Revolución. En la ciudad que le acogió con admiración tuvo, entre varios programas, un recital de poemas en el Palacio de Bellas Artes, y también estuvo en la presentación de su libro Canción de Gesta. De nuestro país, muchos años antes de esta segunda visita, pues por acá anduvo en mil 942, escribió el poeta chileno Pablo Neruda, en su poema Martí: “Cuba, flor espumosa, efervescente/ azucena escarlata, jazminero...”. Continuará en el próximo minuto...

EL POETA DE VEINTE POEMAS Y UNA CANCIÓN DESESPERADA. Conclusión. Apreciado como uno de los más grandes líricos del presente siglo, el poeta chileno Pablo Neruda sentó su clase en obras imperecederas como Canción de Gesta, Residencia en la tierra y Canto General. Este último texto, ilustrado por los universales mexicanos Diego Rivera y David Alfaro Siqueiros. Sin embargo, su mayor éxito en ventas le viene por el volumen de recurrencias y expansivas emociones, Veinte poemas de amor y una canción desesperada. Desde la aparición de ese texto en mil 924, hasta la fecha, ha superado la cifra del millón de ejemplares, tras el inagotable afán por su lectura. El autor de Confieso que he vivido -las memorias del poeta Pablo Neruda publicadas luego de su deceso-, fue miembro del Partido Comunista Chileno y recibió el muy renombrado Premio Nobel de Literatura, en mil 971. Redactó: Iraida Calzadilla Rodríguez.

6 de diciembre:
Alejandro Dumas, padre

LA HISTORIA EN MINUTOS. DUMAS, EL PADRE. Viejo y enfermo, del sueño transitó plácidamente hacia la muerte el cinco o el seis de diciembre de mil 870, según una u otra biografía consultadas. El escritor francés Alejandro Dumas dejó tras de sí una prolífica obra de dramas y novelas históricas, aún violando, forzando, e incluso pasando por encima de la propia historia. De su autoría son los clásicos El Conde de Montecristo y Los Tres Mosqueteros, verdaderos sucesos de folletín en esa época de pleno auge del género. Creador del drama histórico y del drama moderno, en su período de esplendor Alejandro Dumas, padre, llegó a confesar que podía producir cuarenta novelas en un año. Eso sí, tenía consigo a más de noventa ayudantes, sin que le faltarán jamás ideas y nuevos proyectos de historias. Continuará en el siguiente minuto...

DINASTÍA DE LOS DUMAS. El padre de Alejandro Dumas fue Tomás Alejandro, un mulato dominicano nacido del marqués Davy de la Pailleterie y de la esclava negra Cessette Dumas. Dicen que era de facciones puras, ojos negros y fuerza y músculos excepcionales. Se enroló en el ejército francés con el sobrenombre de Dragón de la Reina y llegó a ser general. Después de la campaña de Egipto y enemistado con Napoleón por la osadía de criticar al emperador, se refugió en el hogar con su esposa María Luisa Labouret. Murió a los cuarenta y cuatro años, enfermo, tras una cabalgata por el bosque de Villiers-Cotterets. A Tomás  Alejandro Dumas, abuelo, se le define como aventurero y heroico, tal cual habría querido ser Dumas padre. Y también se le atribuye  haber sido honesto y moral como, deseara ser Dumas hijo. Continuará en el próximo minuto...

DUMAS HIJO. De ese enredo de repeticiones de nombres y oficios al que suelen sucumbir algunas familias, no escaparon los Dumas y, el tercero, escritor como el padre, también se llamó Alejandro. A él se debe una obra de todos los tiempos: La Dama de las Camelias, inspirada en la tísica Duplessis, a quien amó turbulentamente. Pero ese hombre, contradictorio como pocos y atormentado por ser hijo ilegítimo de la modista Caterina Labay, a quien su padre semiabandonó, vivió varias escandalosas historias de amor. Una de ellas fue con la princesa Lidia Nesselrode, a quien persiguió hasta la mismísima frontera rusa. Alejandro Dumas, hijo, vivió hasta los setenta y un años; sin embargo, los astros no le prodigaron grandes favores, y fue menos simpático y vital que su padre. Continuará en el próximo minuto...

LOS DUMAS SON TRES. Conclusión. Mundialmente se conocen por sus novelas a los Alejandro Dumas padre e hijo. Por eso, bueno es recordar a Tomás Alejandro Dumas, el abuelo mulato y dominicano que sembró la semilla y tuvo una vida digna de cualquier personaje de novela. Aunque lo cierto es que, al releer a cada uno de los Dumas, la mejor historia puede ser la que personalmente vivieron. Si el abuelo leía a César y a Plutarco con la misma tranquilidad con que lanzaba por la baranda a un mosquetero hacia la platea de la Ópera, Alejandro Dumas, padre, gozaba con su inigualable capacidad para escribir, seducir damas y derrochar ganancias. Alejandro Dumas, hijo, primero se abandonó a excesos de desorden, para luego arremeter con discursos moralistas. ¡Vaya con ellos! Redactó: Iraida Calzadilla Rodríguez.    

6 de diciembre:
La Scala

LA HISTORIA EN MINUTOS. LA SCALA EN TEMPORADA OPERÍSTICA. Como péndulo marcador de tiempos, indetenible e impostergable, así cada seis de diciembre el monumental teatro lírico de Milán, La Scala, abre la temporada operística con todo esplendor. Y ese acontecer del buen arte tiene inicio en esta fecha invariablemente con la obra La flauta mágica, del compositor austriaco y uno de los más descollantes talentos, Wolfgang Amadeus Mozart. La pieza, en la que el músico trabajó en mil 791, debe la autoría del libreto a Emmanuel Schikaneder. Entre La Scala de Milán y Wolfgang Amadeus Mozart existen, además, viejos vínculos tan imperecederos como la entrega en su recinto de la condición de Caballero de la Orden de la Espuela Dorada, que hizo el Papa al genial compositor en mil 769. Hoy, entonces, La flauta mágica volverá a disfrutarse, renovada y esplendente, como en cada temporada operística. Continuará en el próximo minuto...

ESTRENOS EN LA SCALA. Conclusión. El soberbio teatro lírico de Milán, La Scala, fue mandado a edificar por la archiduquesa de Austria, María Teresa, luego de que sucesos aciagos quemaran y arrasaran el antiguo Teatro Ducal. Hoy por hoy, con sus tres mil 600 butacas en el coliseo principal, además de otro relativamente pequeño solo para óperas de cámara, y un museo destinado a la esplendidez de esta manifestación, el recinto de manera integral se alza como la meca de un arte que no morirá mientras la sensibilidad de los seres humanos crezca. En La Scala de Milán han sido dadas a conocer mundialmente obras emblemáticas como La urraca ladrona, de Antonio Rossini; Norma, de Vincenzo Bellini; y Otello y Falstaff, de Giuseppe Verdi. También allí recibieron los primeros aplausos Madame Butterfly y Turandot, del inmenso Giacomo Puccini. Redactó: Iraida Calzadilla Rodríguez.

Pie de foto: Woody Allen, Jenny van Wesphalen, Pierre-Auguste Renoir, Benjamín Britten, Ramón Meza Suárez, Estadio del Cerro, Alejandro Dumas, Teatro La Scala y Pablo Neruda.

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