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Isla al Sur

POR UN PODER POPULAR

POR UN PODER POPULAR

El descontento de la población y el desconocimiento de las leyes, ocasionan pérdida de confianza de los electores en sus representantes en el gobierno.

ALEJANDRO BENÍTEZ GUERRA,
estudiante de primer año de Periodismo,
Facultad de Comunicación,
Universidad de La Habana.
Foto: Eduardo Palomares.

 
El 74 porciento de los electores asistieron, hasta el 15 de marzo último (2015), a las Asambleas de Nominación de Candidatos de las actuales elecciones parciales del Poder Popular en La Habana, proceso que concluyó hoy 23, informó Rubén Pérez Rodríguez, vicepresidente de la Comisión Electoral Nacional.

A decir de Pérez Rodríguez, la cifra era esperada, aunque hubo asambleas que tuvieron que ser reprogramadas, al presentar muy baja asistencia, lo que ocurre cuando no se realiza una buena convocatoria por parte del delegado de la circunscripción.

Esto demuestra el descontento que tiene parte del pueblo con sus representantes en el gobierno. Para Silvia Leal Lorenzo, residente en la Circunscripción 92 del municipio Playa, la función del delegado “se convierte en transmitir problemas y recoger justificaciones”.

La situación existe, en lo fundamental, porque la población no recibe respuestas satisfactorias a sus planteamientos. Yordanka Iglesias Romero, madre de tres hijos residente en la Circunscripción 73 del municipio Plaza de la Revolución, no entiende que tras quince años planteando el problema de su vivienda, caso social crítico de la zona, este no haya sido resuelto. “Por eso yo no voto por nadie”, afirma.

“Planteamientos históricos”, les llama la población. Fernando Rosales Ares, de la Circunscripción 83, en Centro Habana, discurre que “como no se ve un resultado, se pierde el ánimo, porque cuando un problema pasa de año en año, para qué decirlo más”.

Las consideraciones anteriores parten del concepto erróneo que tienen muchas personas del papel que debe tener un delegado. Roberto de Armas López, jefe del Área de Información y Análisis de la Secretaría de la Asamblea Nacional del Poder Popular, aclara que esta figura es el representante del pueblo en todos los niveles de gobierno, quien tramita con la administración las necesidades de su población, pero no es el encargado de resolver el problema.

En su actuar, el delegado depende del trabajo de la administración en la solución de sus planteamientos. Carlos Costa Gutiérrez, representante de la Circunscripción 67 del municipio Playa, expresa que su gestión se subordina a las respuestas por parte de las entidades, “y hay algunas que son faltas de respeto a la población”.

El tema se discute en todas las instancias. Santiago Durán Estupiñán, secretario de la Asamblea Municipal del Poder Popular en Playa, manifiesta que el delegado ha perdido credibilidad, pero eso depende de la cantidad de proyectos que pueda gestionar, y “necesariamente tienen que apoyarlo las entidades en la solución de esos problemas”.

Durán Estupiñán precisa también que se exige a la administración contemplar en su presupuesto anual aquellos planteamientos más viejos, “quisiéramos tener los recursos para resolver todos los problemas, pero en la vida real no se puede”.

Muchas personas opinan que al delegado le faltan facultades para realizar su labor. Félix Vázquez Valle, residente en la Circunscripción 26 de la Habana Vieja, piensa que esta figura no siempre tiene autoridad para resolver las cosas. Miguelina Ponce, de la Circunscripción 73 de Plaza de la Revolución, dice que “al delegado hay que darle el apoyo y los recursos para que funcione”.

Similar opinión tiene Gregorio Rodríguez Toribio, exdelegado de la Circunscripción 59 de Guanabacoa, quien afirma que a esta autoridad le falta poder para la toma de decisiones. “Renuncié porque no tenía posibilidades de hacer nada y todo el mundo me criticaba, ahora estoy propuesto de nuevo, y creo que voy a salir”, agregó.

La solución no radica en convertir al representante de la comunidad en un decisor, sino en apoyarlo. Mayra Fariñas Fleites, vicepresidenta del Consejo Popular 1 del municipio Playa, y representante durante los últimos tres mandatos de la Circunscripción 66, opina que “el delegado como tal no tiene poder, eso se lo da el pueblo, por eso se llama Poder Popular”.

Según el artículo 114 de la Constitución de la República de Cuba, los delegados tienen el deber de informar a sus electores sobre la política seguida por la Asamblea y las medidas adoptadas para la solución de necesidades planteadas por la población o las dificultades que se presentan al resolverlas.

Hay que capacitar a los delegados en el conocimiento de su función, pero también a la población y a las administraciones para que conozcan cuáles son sus responsabilidades, refiere Arturo Bass Fernández, asistente del Secretariado de la Asamblea Provincial del Poder Popular en la capital. Desde su experiencia como expresidente del aparato legislativo en el municipio de Marianao, y 18 años al frente de la Circunscripción 9, afirma que “el guía tiene que convertirse en líder, y ese es el delegado”. 

Zulema Acosta, vecina de la Circunscripción 97 del municipio Playa, comprende que el delegado no es quien resuelve los problemas, pero afirma que mientras este no de respuestas satisfactorias, la población seguirá insatisfecha con su labor.

Pie de foto: Las asambleas de rendición de cuenta no pueden ser el único momento en que la población conozca la gestión de su delegado.

Ficha técnica:

Tipo de título: Genérico.
Tipo de lead: Sumario de Quién.

Tema: Labor de los delegados del Poder Popular.

Propósito: Aclarar cuáles son las funciones del delegado, desconocidas por la población y enunciar cuáles son sus limitantes.

Objetivos colaterales: Explicar las causas que ocasionan esa mala opinión de los electores.

Estrategia de fuentes:

Documentales:

Constitución de la República de Cuba

No documentales:

Rubén Pérez Rodríguez, vicepresidente de la Comisión Electoral Nacional, fuente oficial, juicio de valor.

Roberto de Armas López, jefe del Área de Información y Análisis de la Secretaría de la Asamblea Nacional del Poder Popular, fuente oficial, juicio de valor.

Arturo Bass Fernández, asistente del Secretariado de la Asamblea Provincial del Poder Popular en La Habana, fuente oficial, juicio de valor.

Santiago Durán Estupiñán, secretario de la Asamblea Municipal del Poder Popular en el Municipio Playa, fuente oficial, juicio de valor.

Mayra Fariñas Fleitas, vicepresidenta del Consejo Popular 1 del municipio Playa y delegada de la Circunscripción 66, fuente implicada, juicio analítico.

Carlos Costa Gutiérrez, delegado de la Circunscripción 67 del municipio Playa, fuente implicada, juicio analítico.

Gregorio Rodríguez Toribio, exdelegado de la Circunscripción 59 de Guanabacoa, fuente implicada, juicio analítico.

Silvia Leal Lorenzo, electora de la Circunscripción 92 del municipio Playa, fuente implicada, juicio analítico.

Yordanka Iglesias Romero, electora de la Circunscripción 73 del municipio Plaza de la Revolución, fuente implicada, juicio analítico.

Miguelina Ponce, electora de la Circunscripción 73 del municipio Plaza de la Revolución, fuente implicada, juicio analítico.

Zulema Acosta, electora de la Circunscripción 97 del municipio Playa, fuente implicada, juicio analítico.

Félix Vázquez Valle, elector de la Circunscripción 26 del municipio Habana Vieja, fuente implicada, juicio analítico.

Fernando Rosales Ares, elector de la Circunscripción 83 del Municipio Centro Habana, fuente implicada, juicio analítico.

Tipos de juicios:

Juicio de valor: dados por las fuentes oficiales de los niveles superiores del Poder Popular, Roberto de Armas, Santiago Durán y Arturo Bass, así como Rubén Pérez, vicepresidente de la Comisión Electoral Nacional.

Juicios analíticos: dados por los delegados y los electores.

Soportes a emplear:

Hecho: Varias asambleas de nominación de candidatos de las presentes elecciones han tenido que reprogramarse por baja asistencia, causada por una mala convocatoria del delegado.

Contexto: Existe un gran descontento en la población con el trabajo de los delegados de circunscripción.

Antecedentes: Existen planteamientos históricos, que la población repite año tras año, y no se resuelven.

Proyecciones: Es necesario educar a la población en cuanto al conocimiento de las funciones del delegado, y que este dé a su comunidad respuestas satisfactorias a sus problemas.

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