«SON LOS PUEBLOS LOS QUE HACEN LA LENGUA»
CRISTINA ESCOBAR DOMÍNGUEZ,
estudiante de primer año de Periodismo,
Facultad de Comunicación de la
Universidad de La Habana.
Ficha Técnica:
Tipo de cuerpo: Clásica (preguntas y respuestas)
Tipo de entrevista por contenido: Opinión
Tipo de titulo: De cita textual
Tipo de entrada: Referencial
Tipo de conclusión: De opinión del entrevistado
Entrar en su oficina se convierte en una Odisea. Podemos encontrar columnas de libros recién editados y relucientes, listos para ser entregados a las bibliotecas, u otros encima del buró o el sofá. Ella me saluda y enseguida se dispone a hacerme un espacio en su paraíso literario, pide disculpas por el desorden, alegando que pronto todos se irán a los archivos para ser consultados por las personas que visitan la biblioteca del Instituto de Literatura y Lingüística (ILL), el centro que ella dirige.
Nuria Gregori Torada es una mujer de una impresionante cultura: doctora en Ciencias Filológicas, vicedirectora de la Academia Cubana de la Lengua (ACL) y miembro de la Real Academia Española (RAE); pero sus más admirables cualidades son su sencillez y modestia.
-Algunos estudios apuntan que en Cuba, y en general en el Caribe, se habla mal el español ¿Cómo valora usted el uso del idioma en Cuba?
-Esa es una pregunta que no solo nos hacen en Cuba, y nosotros decimos que en nuestro país hay personas que hablan bien y otras que hablan mal.
«En general se refieren a problemas que van más allá de cómo los pueblos hablan. La lengua no es solo gramática: es comunicación, es identidad, es conducta, porque tú expresas tu conducta social a través de la lengua. Hay personas, por ejemplo, que se expresan de manera chabacana o vulgar, y esa es la expresión de la conducta social a través del lenguaje.
«Hace unos días se publicó un discurso del presidente colombiano, con motivo del Congreso de Asociaciones de la Lengua, próximo a celebrarse en Colombia, en el que decía que en su país se hablaba muy mal el español. Eso no es así; lo correcto o lo incorrecto en una lengua no es un problema geográfico, sino cultural y de instrucción».
- ¿Cuál es el origen de las normas de la Gramática Española?
-Poco antes del descubrimiento de América en 1492, Antonio de Nebrija creó una Gramática castellana y se la envió a la Reina Isabel, escribiéndole: "Aquí tiene, una lengua es siempre compañera de un imperio", y se refería al imperio en España porque América aún no había sido descubierta. Pero ya entonces tenía su Gramática, algo que no todas las lenguas ostentaban.
«Debemos partir del punto de por qué nuestro idioma era el que regía en España en la época de la conquista. Los reyes de Castilla dominaban toda la región, y se escoge como lengua oficial y nacional el castellano, por el poder de los hablantes de este. Por ejemplo, los reyes de Galicia se sometieron a la corona de Castilla, y aunque las altas castas del lugar no hablaban castellano, empezaron a hablarlo, ya que era la lengua de "prestigio", y el gallego, que todavía hoy se considera erróneamente como un dialecto, continuó usándose por parte de los campesinos y personas humildes.
«Varios años después surge la imprenta, que es la que da la masificación de las lenguas. Y se dan cuenta de que eran necesarias reglas y normas, puesto que todo el mundo escribía como quería».
- ¿Cómo surgen las variantes del español en América?
-Con los cambios que hay en la ciencia del lenguaje y los nuevos conocimientos, van surgiendo renovadas ideas y maneras de expresar las cosas, y en cada país comienzan a nacer distintas variantes. Esto no quiere decir que nosotros hagamos normas diferentes a las de la lengua española, que puedan deteriorarla, porque es muy importante que mantengamos la unidad y que podamos entendernos entre 22 países.
«Al llegar los españoles a la Isla, se unieron a los aborígenes arahuacos y luego a los negros africanos que hablaban diversos dialectos; a partir de estos integrantes se produce la variante cubana de la lengua. En otros países, con diferentes raíces históricas suceden cosas diferentes. Nosotros formamos parte del Caribe, la América insular y tenemos también de continental la Costa Norte de Colombia y Venezuela, y como todos provenimos más o menos de una misma mezcla, compartimos un acento casi análogo, y así tú ves que un dominicano se parece mucho a un santiaguero hablando, o a un puertorriqueño. Formamos una identidad lingüística bastante fuerte.
«Esta unidad es también de toda América. Aunque hablamos con diferentes tonalidades y léxicos, sí existe entre nosotros una gran unidad que hace que nos entendamos sin grandes dificultades cubanos, venezolanos, puertorriqueños, chilenos o uruguayos, con nuestras diferentes tonalidades y variedades; y que cada día estemos luchando por esa unidad, reconociendo la diversidad, es lo que enriquece nuestro idioma.
«A veces en otros países de habla hispana no entendemos una palabra, pero eso no es un obstáculo; se pregunta enseguida en el contexto, e incluso hay palabras que en Cuba significan una cosa y que en Argentina o Uruguay no se pueden decir, porque se consideran palabras mal sonantes. Este hecho demuestra que las malas palabras no existen, dependen del contexto y de la cultura.
«Estamos cerca geográfica y culturalmente, fuimos conquistados por el mismo imperio. Nuestro idioma, por tener diferentes variantes, no deja de unirnos, ya que son los pueblos, unidos históricamente, los que hacen la lengua. No es un problema de populismos. Los académicos y especialistas lo que hacen es estudiarlas y elaborar las normas que usamos».
- ¿Qué política tiene la RAE hacia las variantes americanas del español?
-En realidad la Academia de hoy no es la de hace 20 años, digamos que se ha democratizado. Existen accidentes en la gramática que nosotros no utilizamos, y que se seguían incluyendo en los diccionarios y libros porque se usaban en una pequeña zona de Castilla, aunque en México ni siquiera se conocieran, a pesar de que son más millones de habitantes que ellos. Esto ha ido cambiando y hay una nueva política pan-hispánica.
«Una nueva Gramática saldrá el próximo año y habrá un consenso entre las 21 academias, un trabajo conjunto en el que todas las variantes tendrán voto para llegar a nuevas normas de la lengua en las que todos se vean representados.
«El reconocimiento que hace la RAE de nuestras variantes es también fruto de los grandes aportes que ha dado nuestra literatura, que es, a fin de cuentas, española también. América ha producido grandes escritores, cuyo prestigio como literatos y representantes de la lengua española hace innegable nuestra presencia -dicho sea de paso, mayoritaria- en la literatura hispanoamericana.
«Aunque se relaciona la variante de España como un patrón de imitación o de corrección, nadie es dueño de la lengua. Incluso hay una teoría que dice que el mejor español ya no se habla en España, sino en Argentina. El buen español se habla en todas partes del mundo, hay personas que lo hablan bien, que tienen una conciencia lingüística amplia y poseen un dominio de la lengua, y entiéndase por esto no solo el conocimiento del estrato culto, sino de todos, porque uno no se expresa igual en todos los lugares. Depende del contexto».
- ¿Cómo evalúa usted la enseñanza del español en Cuba?
-Que en Cuba se hable bien el español no significa que no tengamos problemas con la enseñanza de la lengua y estamos tratando de ver cada día cómo mejorarla, cómo hacerla más agradable y que los estudiantes no la vean alejada de ellos, pues el conocimiento de la lengua es lo que abrirá las puertas para el dominio de otras ciencias.
«El ciudadano que no maneja bien su lengua, que no sabe expresar lo que quiere decir, es una persona que carece de poder para convencer a otro sobre lo que quiere lograr. Este es un caso que nos encontramos muy a menudo, y sus causas son los problemas en la enseñanza de la lengua, que no solo existen en nuestro país, sino también en España, Francia, Inglaterra, Suiza, en todas partes. Los problemas parten del método pedagógico de la lengua materna, no así con la enseñanza de las lenguas extranjeras, donde existen una gran cantidad de técnicas.
«Algunas personas sugieren el empleo de este método o este otro, pero creo que debemos empezar desde cero y construir nuestra propia técnica con el objetivo de que el estudiante, al llegar a duodécimo grado, sepa comunicarse por escrito y verbalmente, redactar una carta, que a veces nos parece tan sencillo, pero no lo es.
«Nosotros realizaremos próximamente un estudio sobre el uso del léxico y de la sinonimia (uso de los sinónimos) en estudiantes del ultimo año del preuniversitario y de primer año de la Universidad, para después compararlo con otros países de América, porque el problema del uso del léxico es internacional, no recurren al vocabulario de manera correcta, repiten las mismas palabras.
«La investigación nos dará una idea del uso de la lengua de nuestros estudiantes, porque, por ejemplo, hay personas que dicen que en Nicaragua se utiliza mejor la lengua, que hay mas riqueza, pero eso no es posible por un problema cultural, ya que aquí en Cuba no hay analfabetos, aquí el acceso a la educación es masivo. La cuestión es que esos países emplean un léxico que nosotros no incluimos en nuestro hablar cotidiano, pero para ellos es normal, es común y a veces decimos: "Mira cómo usan esta palabra tan culta, qué bien se expresan".
«También debemos tomar en cuenta el impacto de los medios de difusión que llegan a todas partes. Podemos ver Telesur, donde hablan personas de toda América, y viéndolo, también se incorporan palabras a los registros cotidianos del cubano, que cuando caes en cuenta, se dicen diariamente. Las telenovelas son otra fuentes de vocabulario, a una mexicana le debemos la palabra "merolico".
«Cuba también ha aportado vocablos a la variante caribeña, como "chévere", que aunque ahora es usada por los venezolanos, surgió en nuestro país en los años 30 o 40.
«El esfuerzo realizado al inicio de la Revolución, al terminar la Campaña de Alfabetización, cuando se becó a los que terminaban sexto grado para que hicieran su secundaria básica, requirió de grandes ejércitos de maestros, y nosotros, los estudiantes de bachillerato de aquel momento, fuimos los maestros emergentes que asumimos la labor educativa, una necesidad importantísima que hizo posible que hoy tengamos más de 600 000 graduados universitarios.
«En estos momentos contamos también con un ejército nuevo de profesores emergentes, que deben ser preparados, como lo fuimos nosotros, para enfrentar un aula donde el maestro es ejemplo en todos los sentidos. Para ello estamos trabajando con el Ministerio de Educación, para vincular la enseñanza de la lengua materna a las demás asignaturas, ya que quien no domine bien su idioma, no puede conocer la historia, ni la química, ni la matemática».
- ¿En qué proyectos labora hoy el ILL para contribuir con el mejoramiento del estudio de la lengua?
-Estamos trabajando en diferentes diccionarios de la lengua, de literatura cubana, hacemos estudios sobre la gramática de la lengua española en la variante cubana, no solo para escribir, sino también para dar opiniones y decir las tendencias que existen.
«Asimismo trabajamos con la prensa, no con el objetivo de encontrar gazapos en esta, sino de contribuir a un mejor uso de la lengua española. Editamos un libro de conjunto con el periódico Juventud Rebelde y la Casa Editora Abril, con las normas del rotativo de la juventud cubana. Además, cada vez que nos enteramos de cambios en las normas de la RAE, enseguida se los transmitimos.
«Nosotros consideramos que los medios de difusión, conjuntamente con la escuela, son los que tienen un mayor impacto en la población; es por eso que las personas vinculadas con los medios de difusión y los maestros, deben dominar su lengua materna para que ayuden a un mejor uso del idioma».
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