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Isla al Sur

ESTÉN ALERTAS

ESTÉN ALERTAS

ALEJANDRO SILVA RODRÍGUEZ,

Diplomado para periodistas del

Instituto Internacional de Periodismo José Martí.

Por fin en el lugar indicado. No se sabe el tiempo que había tenido que esperar para lograr el encuentro. Mi entrevistado, uno de los seres vivos más buscados dentro de los 35 grados de latitud Norte y los 35 grados de latitud Sur de nuestro planeta, me había concedido la gran oportunidad.

Antes de este momento hubo amagos, pero la intensa persecución sobre él, sus iguales y toda la ascendencia y descendencia, dio al traste con los previos intentos. Por fin hoy, no sin antes penetrar en una intrincada, húmeda y oscura vegetación, podría escuchar y trasmitir al mundo las razones de un ser fugitivo, insultado y despreciado por todo Homo sapiens.

Llegué al punto escogido muy anticipado. Decenas de ellos me esperaban escondidos entre arbustos y altas hierbas. No sería una entrevista normal. Se me comunicó que el encuentro podía terminarse de forma súbita si surgía la menor sospecha de que nos tenían ubicados. Para llegar hasta allí había tenido que atravesar zonas de espesa maleza, fangos, abundantes charcas y acompañado todo el tiempo por un calor cariñoso. Debía estar bien temprano, antes que el sol levantara, luego sería tarde.

Se acercaba el momento, me alertó un conocido zumbido que se acercaba a mis oídos y que fue disminuyendo poco a poco hasta que escuché la propuesta: Aquí estoy, podemos empezar.

¿Su nombre por favor?

Aedes aegyptys.

¿Qué significa?

Proviene del griego y equivale  a "sin placer".

Bueno, es muy coherente.......

Sí, no se puede negar. No hay nada de placer en lo que hacemos y como vivimos en estos tiempos.

¿Puede contarnos sobre usted?

Por eso estoy aquí, para decir quiénes somos y cómo vivimos. Pertenecemos al Orden de los Dípteros, estamos emparentados con las moscas...

¡Vaya parentesco!

...nosotros los mosquitos somos casi dos mil quinientas especies. Se nos puede encontrar desde los trópicos hasta el Círculo Polar Ártico, y desde las tierras bajas hasta las montañas más altas, pero mi especie no soporta el frío, temperaturas más bajas de 15 grados centígrados son mortales.

Disculpe, ¿es usted macho o hembra?

Si se fija bien notará que mi aparato bucal es muy rudimentario, eso es característico de los machos de nuestra especie; en cambio las hembras, que son las que pican y han formado todo este problema, tienen el aparato bucal fino y resistente, como una aguja hueca, para poder introducirlo a través de la piel de sus nobles víctimas.

¿Entonces los machos no pican?

¡Noooooooooo!, no picamos, pero tenemos que soportar igualmente la campaña para desaparecernos.

Bueno, usted debe entender, son hospederos de varias enfermedades, el Dengue por ejemplo......

Mire señor, vamos a respetarnos, más hospedero será usted. Son los humanos los que portan la enfermedad, nosotros lo que hacemos es transportarla de uno a otro de ustedes. No voy a negar que realmente creamos molestias, pero si nuestras hembras pican es para poder vivir y reproducirnos.

Bien, no se incomode, no es mi intención......

Tengo que estar molesto, usted conoce perfectamente la campaña que existe en todos los lugares para eliminarnos, para desaparecernos. Nos persiguen por todos lados, nos vigilan, salimos constantemente en la prensa, nos han hecho más spots en la televisión que a la mejor orquesta de salsa de Cuba o a los Industriales que ya es mucho decir.

Volvamos a las preguntas, ¿de acuerdo?

Sí, qué quiere saber.

¿De dónde provienen y cómo llegaron a Cuba?

Somos de África y cuentan nuestros antepasados que fuimos traídos en toneles de agua utilizados en la travesía. Una vez en tierra comenzó la proliferación, igual lo hicieron ustedes.

¿Vinieron en toneles de agua?

Exactamente, usted debe conocer, pues bastante se habla de nosotros, que para reproducirnos ponemos los huevos, unos cien por puesta, en aguas tranquilas y limpias. Si por alguna situación desaparecen esas condiciones, entonces los huevos, nuestra descendencia, entra en una fase de latencia, de espera, hasta que vuelva a darse una mejor oportunidad. Los huevos pueden esperar así hasta un año.

¿Un año?

Así es, un año.

Y..... ¿cómo se reproducen?

Tenemos relaciones sexuales igual que ustedes, pero somos más fieles y menos promiscuos.

Un momento, ahora es usted el que me está faltando...

No estoy diciendo nada que no sea cierto. Mire, nosotros nos apareamos por una sola vez y para nuestra hembra es suficiente para todo el ciclo de vida. No hay otros apareamientos. Luego de nuestro feliz y único encuentro, nuestra pareja puede hacer varias puestas y así comienza el ciclo.

Hábleme de ese ciclo, por favor.

Tenemos cuatro etapas en nuestra vida: el huevo, la larva, la pupa y el adulto. Los huevos pueden ser depositados individualmente o en grupos sobre la superficie del agua, o en lugares secos propensos a inundaciones periódicas. Al terminar la etapa de huevo -que puede durar 48 horas- aparecen las larvas que usualmente miden menos de un centímetro de largo.

Nuestras larvas viven en el agua y respiran en la superficie, se alimentan de detritos orgánicos y microorganismos. Luego viene la pupa, que no se alimenta y es de poco movimiento. Después de dos días, la piel de la pupa se abre y emerge en un adulto como yo. La duración de este ciclo puede ser entre 10 y 20 días. Ya como adultos podemos vivir en la naturaleza hasta un mes como promedio. Algunos parientes míos que fueron hechos prisioneros de guerra los han mantenido hasta un año en esas condiciones.

¿Prisioneros de guerra?

¿Es o no una guerra la que existe entre nosotros? Un grupo de ustedes, a los que llaman científicos, han capturado a algunos de mis parientes para estudiarlos, y en esas condiciones los han conservado por el tiempo que ya le mencioné. Otros, más viles, colectan nuestras larvas y se la dan como alimentos a peces, todo un "mosquiticidio".

Hace un momento me hablaba de las hembras de su especie, no veo ninguna por aquí.....

Le hemos pedido que se mantengan alejadas por consideración. Hemos hecho una excepción con usted para esta entrevista. Si hubiera alguna por aquí usted no estaría tan tranquilo, ¿no es así?

Cierto, gracias. Me dijo que existían mil quinientas especies, pero en el caso de los Aedes aegyptis parece que están más adaptados a la vida urbana, ¿sí?

Así es, los sitios de puesta en su mayoría son de tipo artificial, gomas usadas, tanques con agua sin tapa, baldes, toneles, floreros con agua, vasos espirituales, agujeros en los árboles, botellas vacías u otro envase no cerrado, bebederos para animales y cáscaras de huevo, todos producidos por ustedes mismos y ubicados dentro o cerca de las casas. Por otro lado, es indiscutible que nuestras hembras prefieren la sangre de los humanos como usted. Por eso dicen que somos domésticos o antropofílicos.

Si lo analiza bien se dará cuenta que nuestra presencia se debe al descuido de ustedes mismos. Si tuvieran la precaución de no darnos facilidades sería más difícil nuestra vida y, por tanto, disminuiría la posibilidad de molestarlos.

Hablando de molestias, Aedes, ¿desde cuándo empezaron ustedes a interesarse por los humanos?

Nosotros llegamos antes, ustedes aparecieron después, pero si de historia se trata y específicamente con el Dengue, puedo informarte que mis antepasados provocaron en 1779 una gran epidemia en la isla de Java, y al año siguiente en Filadelfia, Estados Unidos. Se dice también, y en eso no coinciden mis antepasados y los suyos, que la primera epidemia se produjo en Europa (Cádiz y Sevilla) en 1784. La primera epidemia en Cuba ocurrió en el año 1782, en la zona de Remedios; en 1827 se tuvo información de la primera pandemia en el Caribe y en la Costa Atlántica de EUA; la segunda (1848- 1850) incluyó al Caribe y a Cuba.  En la Habana provocamos una epidemia en 1897, con manifestaciones hemorrágicas.

Esto se lo cuento yo, pero ustedes no se enteraron que éramos los transmisores de la enfermedad hasta muchos años después. La clave que los guió para conocer nuestra participación la dio el doctor Carlos J. Finlay en 1881, cuando hizo conocer su teoría de que nosotros, los mosquitos, éramos los responsables de la transmisión de la Fiebre Amarilla, otra enfermedad de la que los humanos y otros primates son portadores.

Cierto, gracias al doctor Finlay nos enteramos y por las medidas que recomendó se pudo eliminar la Fiebre Amarilla o Vómito Negro en Cuba y concluir las obras del canal de Panamá....

Así es, formuló las reglas básicas para erradicarnos. De regreso a Cuba, en junio de 1881, realizó experimentos con voluntarios y no solo comprobó su hipótesis, sino que descubrió también que el individuo picado una vez por un mosquito infectado, quedaba inmunizado contra futuros ataques de la enfermedad. De ahí nació el suero contra la fiebre amarilla. En agosto de ese mismo año presentó ante la Academia de Ciencias Médicas de La Habana su trabajo de investigación.

No obstante, por más de 20 años los postulados del doctor Finlay fueron ignorados, eso les pasa mucho a ustedes, y solamente después de terminada la Guerra Hispano-Cubano-Americana fue que el general Leonard Wood, gobernador de Cuba, pidió que se probara la teoría de Finlay y que se volvieran a revisar sus trabajos de investigación, así como los exitosos experimentos que había realizado durante todos esos años.

Mientras tanto, el doctor William Crawford Gorgas, médico militar que había tratado sin conseguirlo de erradicar la fiebre amarilla en Santiago de Cuba, fue nombrado Jefe Superior de Sanidad en La Habana, en diciembre de 1898.

A iniciativa de Finlay éste creó una Comisión Cubana de la Fiebre Amarilla que hizo la guerra al mosquito y aislaron a los enfermos. En solo siete meses había desaparecido la terrible enfermedad de Cuba, es decir, nos la puso muy díficil.

El doctor Gorgas fue enviado a sanear el Itsmo de Panamá a fin de poder completar la construcción del canal, allí aplicó los mismos principios indicados por Finlay, lo cual permitió terminar esta gran obra de ingeniería. Una placa en el propio Canal de Panamá reconoce la contribución del doctor Carlos J. Finlay en el éxito de esta magna obra. El 15 de agosto de 1914 atravesó el primer barco del Océano Atlántico al Océano Pacífico a través del canal.

¡Oiga!, pero cómo usted sabe todo eso...

Nosotros somos mosquitos, pero no somos bobos, señor. Fíjese, aunque chiquitos, hemos jugado un papel importante en varios momentos de la historia. Ya le hablé del Canal de Panamá, pero en esta Isla hicimos estragos un año antes de la toma de La Habana por los ingleses. En aquella ocasión murieron más de tres mil soldados españoles a causa de la Fiebre Amarilla y esto facilitó la victoria inglesa. Pero bueno, una vez que los representantes de la corona británica se asentaron, entonces diezmamos a sus tropas y se vieron obligados a pactar con los españoles.

Cuando las guerras de independencia de ustedes les servimos de aliados, pues bastantes estragos causamos a las fuerzas españolas, así lo reconoció el Generalísimo Gómez, del que usted debe haber oído hablar.

Por supuesto, pero actualmente sobre el Dengue...

En la primera epidemia de dengue clásico de Las Américas documentada afectamos la Cuenca del Caribe y Venezuela en 1963 y 1964, respectivamente. Entre 1968 y 1969, dañamos varias islas del Caribe. En la década de los 80 Perú, Ecuador, Brasil, Paraguay y Bolivia, sufrieron la enfermedad en su variante hemorrágica.

Aquí en Cuba en los años 1977, 1981, 1994, 1997, 2000, 2001 y más recientemente en el 2006 se han dado brotes de la enfermedad propiciados fundamentalmente por lo que le dije anteriormente; permitir nuestra proliferación por descuidos.

Y usted me lo dice así, tan desenfadado....

Usted me preguntó y yo le respondo. Mire, nosotros somos una especie más en este planeta. Lo que ha sucedido es que nos hemos adaptado a vivir cerca de ustedes y no nos llevamos muy bien que digamos, pero los Homo sapiens no se quedan atrás, cuántas especies han desaparecido por su acción sobre el medio ambiente. Ahora mismo, el calentamiento global que nos afectará a todos, quién es el responsable. Varias de las enfermedades de la que ustedes son portadores y nosotros transmitimos las han propiciado al destruir miles de habitats naturales.

Nuestras discrepancias parecen no tener fin...

Estoy de acuerdo, ni podrán eliminarnos. Suponga que llegaran a ser lo suficientemente efectivos, que incluso lograran una vacuna contra el Dengue, nada de eso nos podrá exterminar. Las hembras de nuestra especie pueden alimentarse también de fluidos vegetales y, por tanto, podemos seguir reproduciéndonos. No viviríamos tan cerca de ustedes, pero siempre estaremos al acecho.

Usted conoce que hay una gran movilización internacional para erradicarlos....

Sí, y nosotros estamos convocando a una campaña internacional para protestar contra los métodos de exterminio que se aplican en contra nuestra. Tenemos aliados, por ejemplo las cucarachas, hormigas, moscas y otros insectos son afectados por las fumigaciones. Esperamos el apoyo de todos ellos.

¿Y qué se supone que hagan?

¡Ah!, ¿quiere que se lo diga? Espere y verá. Va y quizás se produce una mutación que nos haga resistente a los productos químicos que hoy utilizan o incapturables por los Bacillus turginiensis que añaden al agua para que se alimenten de nuestros huevos. Solo le puedo decir que estén alertas.

¿Ese ruido qué es?

¿No lo reconoce?, usted debe ser de los que no deja que fumiguen en su casa, un aliado inconsciente. Es una bazooka de fumigación y está bastante cerca, así que.........

No pude escuchar nada más, retornó el zumbido conocido y mi interpelado desapareció.

Ficha técnica:

Por su forma: Clásica (preguntas y respuestas)

Por su contenido: De actualidad

Participante: Individual (solo el entrevistado imaginario)

Tipo de entrevista: Imaginaria o fantástica

Tipo de título: Llamativo

Tipo de entrada: De incidencia o peripecia

Tipo de conclusiones: Sorpresiva o de impacto

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