MI MEJOR FLOR
VIVIAN SÁNCHEZ,
periodista de Radio Habana Cuba,
cortesía para Isla al Sur.
…Y un día floreció...
Desde nuestros años más tiernos, soñamos.
Y una de nuestras más lindas fantasías es procrear, lograr que de ti y del fruto del amor nazca en el futuro un retoño que sea tu mayor realización.
Luego el tiempo pasa, la vida transcurre y un buen día encuentras que a tu lado ya tiene dimensiones aquella sublime quimera.
Así llegó para mí el 12 de febrero de 1985 y con él, llegaste TÚ.
Hoy, después de unos cuantos años, eres capaz de pedirme que te obsequie como regalo, algo escrito por mi y yo me estremezco, porque veo que en todo este trayecto juntos se plantaron valores, gustos, aspiraciones. Entonces no se para quién es la sorpresa, si para ti o para mí.
Creo que hoy se impone hacer un resumen de vivencias, de cariño, de amor, de todo lo sentido en todos estos años que tú has sabido alumbrar de forma permanente y para siempre.
Cuando se aproxima la llegada de un bebé, toda familia, toda casa se empina. Todos esperan ansiosos y planifican el nombre que llevará, a qué se dedicará en su futuro y muchas cosas más. Todo es ternura y emoción, si ese retoño es el fruto de un amor, si nacerá en el momento oportuno y en un seno familiar listo para recibir este grandioso acontecimiento. Así llegaste tú.
Eras un hermoso niño. Siempre estabas listo para jugar, para recibir caricias, ternura, amor.
¡Cuántas veces sentí que tus ojos me pedían el calor de mis brazos, la sonrisa de mis labios o la frase que te hacía sonreír!
¿Podrá existir recompensa mayor en la vida? Creo que no.
Luego fuiste creciendo. Ya entonces nos fuimos comunicando primero con gestos, luego con palabras. Fuimos entrando cada uno en el mundo del otro de manera irreversible y para siempre, muestra de ello es que ahora, simplemente una mirada, un destello de nuestros ojos ya es suficiente para descifrar lo que nos ocurre.
¡Qué risa me brindaban tus ocurrencias! Porque sí eras muy ocurrente. Todos nos divertíamos con el ingenio de muchas de tus observaciones cotidianas.
¡Qué bienestar me proporcionaban tus alegrías, tus besos, tu tierno abrazo, tu recibimiento cada día después de estar separados durante la jornada laboral y escolar!
Tu dolor, por pequeño que fuera, siempre me absorbía y mi preocupación giraba alrededor de ti, hasta que finalmente todo quedaba resuelto.
Mi pena más agobiante dejó de azotarme ante tu alegre carita, tus éxitos escolares o mis responsabilidades para contigo.
No ha existido felicidad más plena que lograr en ti una sorpresa, algo que te proporcione satisfacción. No existe premio más lindo en la vida que el lograr en ti una abierta sonrisa.
Eres el tesoro más grande y fiel de mi existencia.
Podría recordar miles de momentos tristes y alegres, a lo largo de estos años, como cuando comenzaste a dar tus primeros pasitos, cuando articulaste tus primeras palabras, tu primer día en el círculo o en la escuela, tu primer día como pionero en que temblaban mis manos al colocarte la pañoleta, tus tareas escolares que siempre compartimos, tu aventura al creerte el dueño de una piscina, bueno, tantas y tantas cosas que se quedaron impregnadas para siempre en mi memoria, pero creo que además de recuento sería importante proyectarnos ahora hacia el futuro.
Siempre he deseado lograr en ti un hombre de bien que te permita navegar por la vida.
Recuerda que la mejor forma de prepararse es crecer en conocimientos, en cultura. Esos son aspectos que nunca pesan y te permiten vivir con más satisfacción.
Abre tu mundo ante todo lo que te brinde la oportunidad de sentirte tú mismo y seguro.
Un libro puede ser el refugio que te alivie una pena, pero puede ofrecerte también el enigma de lo desconocido, de un mundo nuevo para ti.
La música tiene el encanto de transportarte a tus mejores recuerdos o proyectarte hacia nuevos encuentros, pero aprende a valorar cualquier nota musical, lo importante es que sea buena y que sepas buscar en cada momento la que sea más oportuna.
El baile te abre la puerta de reflejar tu alegría y de poder compartir con tus amigos en un ambiente sano y feliz.
Tus amigos. Si sabes cultivarlos y escogerlos, en ellos tienes un tesoro. La amistad cuando es verdadera te ayuda a aliviar una pena, a disfrutar más de la vida, pero nunca puede estar permeada de intereses mezquinos. Entonces no es amistad. Tus amigos pueden formar parte de tu familia, porque lloran tus dolores y disfrutan tus éxitos. Selecciona adecuadamente y nunca te arrepentirás.
Tu familia es aquel núcleo que no escogiste, pero que desde que abriste tus ojos es algo verdaderamente tuyo. Siempre debe ocupar el lugar cimero. En ella encontrarás los defectos propios del género humano pero hallarás virtudes y apoyo incondicional. La nuestra es un ejemplo de unidad y cariño. La tuya siempre te ha brindado atención, enseñanzas, consejos, ternura, cariño, sorpresas. No traiciones esa felicidad que nunca escatimaron en proporcionarte todos y cada uno de los días transcurridos en estos años.
Tu patria está tan ligada a ti como tu familia, es parte de tu historia, de tu vida. Defiéndela siempre, sufre cuando ella sufra, se feliz cuando ella sea feliz.
Enfrenta siempre la injusticia, no cultives el odio, ama la honestidad, ennoblece tu alma y serás más feliz.
Abre tu corazón ante la belleza del mundo, de la naturaleza.
Cosecha valores que sean para siempre y así enriquecerás tu mundo espiritual y ese, tu universo, será tu coraza y también tu refugio cuando traten de aplastarte los sentimientos negativos y mezquinos de la humanidad, que nunca puedes ignorarlos, pero para los cuales debes estar preparado en todo momento.
Podría decirte muchas cosas más, pero la vida es muy rica y no puede resumirse en unas cuantas palabras, en unos minutos, en unos cuantos consejos.
Solo he tratado de hacerte llegar en un mensaje de celebración, este resumen muy para ti, y reiterarte que tu arribo a nuestro mundo, es la cosa más linda que me ha ocurrido en la vida, porque tú representas MI MEJOR FLOR, PARA SIEMPRE.
Con todo cariño,
TU MAMÁ
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