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Isla al Sur

BARACOA COMO DESTINO DE UNA RUSA QUE HUYÓ DE LA REVOLUCIÓN DE OCTUBRE

BARACOA COMO DESTINO DE UNA RUSA QUE HUYÓ DE LA REVOLUCIÓN DE OCTUBRE

Tomado de: http://guiadecuba-mitologia.cubasi.cu/

GEORGINA SUÁREZ HERNÁNDEZ

Baracoa es tierra encantada. La idea se corroboró desde  hace siglos con  la descripción que hicieron tanto Cristóbal Colón como los cronistas que le acompañaron en los primeros días de recorrido por los territorios orientales de la isla de Cuba, donde Velázquez fundó años después la primera villa.

Bajo los efectos de un mundo desconocido y de inagotables bellezas naturales se expresaron pródigos adjetivos para realizar la descripción de la zona. Según Bartolomé de las Casas, Colón declaró que... “allí era el propio lugar para hacer una villa é ciudad y fortaleza por el buen puerto, buenas aguas, buenas tierras, buenas comarcas y mucha leña”.

Pero Baracoa continuó siendo con el paso del tiempo tierra de magias y encantos. Tal vez fueron estas las más significativas razones que llevaron a Magdalena Menasses Rovenskaya después de un largo peregrinaje por el mundo a establecerse en Baracoa.

Era una mujer hermosa, según consta en las descripciones y también enigmática, de gran cultura y prodigiosa voz de soprano. A su alrededor no tardaron en tejerse las leyendas y mitos que acompañaron el enigma respecto a su decisión de establecerse en un punto tan lejano de la isla caribeña.

La mayor paradoja se evidenció, no obstante, en el hecho de que  partió de su natal Rusia huyendo de una revolución que cambiaría el curso de la historia.

Entonces comenzó su itinerario  por otras tierras del mundo hasta 1929 en que eligió a Baracoa como destino final. Pero en  la Isla la sorprendió, muchos años después, el triunfo de otra revolución que enarbolaría también las banderas de los que luchan por un mundo mejor, convirtiéndose así en un nuevo espacio emancipado.

Ya por entonces, este pintoresco personaje que pasó a la historia con el nombre de la rusa de Baracoa, asimiló de forma espontánea esta segunda revolución que penetraba en su vida. Quizás comprendió que no se puede escapar del tiempo y que el mejor asidero para darle sentido a la vida personal es aportar lo mejor de sí mismo a los ideales de justicia social.

Según afirman los historiadores ella no solo dio alojamiento en su hotel a importantes figuras del movimiento revolucionario durante la clandestinidad como Fidel, Celia y otros, sino que también una vez producido el triunfo se incorporó como una cubana más a la ola de pueblo desatada por el proceso popular.

Al morir en 1978 todos tuvimos la certeza de que Magdalena no sería  recordada únicamente en la oriental localidad cubana que le dio abrigo durante la mayor parte de su existencia, sino mucho más allá. Pues su vida, casi acariciada por la leyenda, sirvió de fuente de inspiración a Alejo Carpentier para el personaje de Vera en la novela La consagración de la primavera.

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