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Isla al Sur

CÁTEDRA DEL ADULTO MAYOR EN TODA CUBA

CÁTEDRA DEL ADULTO MAYOR EN TODA CUBA

Las universidades para personas longevas se propagan en el país hasta alcanzar la cifra de 877 filiales.

YAMILET PÉREZ PEÑA,
estudiante de primer año de Periodismo,
Facultad de Comunicación,
Universidad de La Habana.

A 877 llegan este año las filiales universitarias del adulto mayor que funcionan en zonas urbanas y rurales de todo el país, en tanto el 6 por ciento de las personas de la tercera edad se niegan a pertenecer a este proyecto de la revolución, afirman especialistas del Centro de Salud y Envejecimiento de hospital capitalino Calixto García.

Las Universidad del Adulto Mayor, como interesante iniciativa promovida por la Asociación de Pedagogos de Cuba, la Central de Trabajadores y  el Ministerio de Educación, constituye la Resolución Número 73 del Rector de la Universidad de La Habana y su sede radica en la Facultad de Psicología. Desde su creación el 14 de febrero del 2000 y hasta la fecha, ha graduado a más de 57 700 personas de la tercera edad, gracias al esfuerzo de alrededor de cuatro mil profesores y conferencistas.

Con filiales en montañas, comunidades agrícolas, pesqueras, barrios rurales y hasta en cayos, a lo largo del archipiélago cubano se propaga la Cátedra del Adulto Mayo. En sus inicios, estas dependencias territoriales tenían una matrícula de 8 103 estudiantes, cifra superada año por año hasta llegar a 14 711 alumnos, de ellos, 9 107 son egresados de cursos anteriores.

La Universidad de la Tercera Edad tiene entre sus fines la preparación de los ancianos para una mayor calidad de vida, no solo de carácter individual, sino también como generación que continúa desarrollándose y desempeñando diferentes acciones dentro de la sociedad.

“Estas cátedras favorecen la educación sistemática y permanente de las personas longevas, para colocar al hombre y a la mujer mayores a la altura de los cambios y novedades tecnológicas, sociales y científicas de nuestros tiempos”, manifestó Pedro Aguilera, médico de la familia del Reparto Barreras del municipio de Guanabacoa.

Para Milagros Figueroa, profesora de la filial Julio Antonio Mella de ese mismo municipio, el desarrollo y funcionamiento del programa es posible gracias a los seminarios de preparación de pedagogos encargados de la impartición de clases en esos centros.

Con 73 años, Teresa Cabrera comenzó sus estudios en la sede de Guanabacoa y reconoce la importancia del proyecto: “Aquí recibí clases de Español, Matemática, Ciencias Naturales, entre otras asignaturas, pero lo que más me gustó fue aprender a citar bibliografías.”

“Las escuelas para personas longevas empezaron con un grupo de abuelos, que recibían clases de diferentes materias, sobre todo de historia de la localidad, lo cual posibilitó un acercamiento histórico y un reconocimiento mayor a su entorno”, enfatizó Sonnia Pérez, coordinadora del municipio de Guanabacoa.

En la actualidad, el país posee filiales en todas las provincias, pero las mayores matrículas están en los municipios de la capital. “Los porcientos más altos de estudiantes por año en las filiales es alcanzado por la provincia Ciudad de La Habana, esta supera en un 20 por ciento a las demás, aunque Sancti Spíritu y Las Tunas han aumentado en un 8 por ciento la cifra de sus alumnos”, explicó Teresa Orosa, presidenta de la Cátedra del Adulto Mayor de la Universidad de La Habana.

El ingreso de 9 457 ancianos aproximadamente por año en las filiales no excluye la posibilidad de la existencia de otros que no acepten el programa. Sergio Fuentes, de 76 años y radicado en el municipio Plaza de la Revolución, asegura no estar de acuerdo con las Universidades del Adulto Mayor: “Las personas de mi edad deben comprender que cuando entramos en esta etapa de la vida lo más correcto es quedarse tranquilos en casa realizando las tareas del hogar y leyendo la prensa para no desvincularse de la sociedad.”

Otros, como Rosa García, estudiante de una de las filiales del municipio de Regla, expresa su preocupación respecto a la demora de los cursos: “En varias ocasiones por falta de matrícula no comenzamos las clases y tenemos que esperar al próximo año, esto implica un inmenso problema porque nos quedamos sin recibir las asignaturas correspondiente a ese período.”

Según estimados del Centro de Salud y Envejecimiento del Hospital Calixto García, el uno por ciento del sector correspondiente a la juventud asume la posición de la subvaloración de las personas mayores en la sociedad.

”Esta pequeña cantidad de jóvenes asegura estar de acuerdo con la cátedra, pero se niega a la posibilidad de la vinculación de los ancianos a centros laborales, expresó Sonnia Pérez, coordinadora del municipio de Guanabacoa.
 
Mientras algunos piensan así, otros siguen llenando las aulas de las filiales del país y ponen todo su empeño en el perfeccionamiento y ampliación de este noble programa de la Revolución, que para el  próximo año llegará a graduar a más de medio millón de personas de la tercera edad.

Ficha Técnica:

Tema: Las Cátedras Universitarias del Adulto Mayor (CUAM).

Propósito: Validar el papel de las personas de la tercera edad  en la sociedad  cubana actual, refiriéndome específicamente al proyecto de las Universidades del Adulto Mayor (CUAM).

Objetivos Colaterales: Resaltar la aceptación de las cátedras y filiales del Adulto Mayor por parte de las personas de la tercera edad y de la sociedad en general. Enfatizar en la matrícula de las filiales desde sus inicios hasta la actualidad. Dar a conocer que existen personas mayores que no aceptan el proyecto, pero que representan la minoría. Resaltar que Ciudad de La Habana es la provincia donde hay un mayor número de filiales, por el aumento considerado de las matrículas.

Fuentes: Para la realización de esta trabajo utilicé diferentes fuentes documentales y no documentales. Entre las documentales se encuentra el libro de Teresa Orosa, presidenta de la Cátedra del Adulto Mayor de la Universidad de La Habana, titulado  “Envejecimiento y Salud en las familias”, y el Archivo del Centro de Envejecimiento y Salud del Hospital Calixto García.

Las fuentes no documentales consultadas fueron: Teresa Orosa, Presidenta de la Cátedra del Adulto Mayor de la  Universidad de La Habana; Milagros Figueroa, profesora se la filial Julio Antonio Mella  del municipio de Guanabacoa; Sonnia Pérez, coordinadora del municipio de Guanabacoa; Teresa Cabrera, estudiante de la filial Julio Antonio Mella del municipio de Guanabacoa;  Sergio Fuentes, anciano del municipio Plaza de la Revolución y Rosa García, anciana del municipio de Regla.

Tipo de juicios:

Los juicios de Teresa Orosa, Presidenta de la Cátedra del Adulto Mayor de la Universidad de La Habana; Milagros Figueroa, profesora se la filial Julio Antonio Mella del municipio de Guanabacoa y Sonnia Pérez, coordinadora del municipio de Guanabacoa, fueron juicios de valor.

Por otra parte, los de Teresa Cabrera, estudiante de la filial Julio Antonio Mella del municipio de Guanabacoa; Sergio Fuentes, anciano del municipio Plaza de la Revolución y Rosa García, anciana del municipio de Regla, fueron juicios analíticos.

Tipo de Título: Genérico.

Tipo de Lead: De contraste.

Soportes a emplear:

Hecho: El funcionamiento de las Cátedras del Adulto Mayor en Cuba.

Contexto: La propagación de las universidades del adulto mayor por toda Cuba, el 6 por ciento de las  personas de la tercera edad que se niegan a pertenecer a este proyecto de la revolución, el ingreso de 9 457 ancianos aproximadamente  por año en las filiales. En la actualidad, el país posee filiales en todas las provincias, pero las mayores matrículas están en los municipios de la capital.

Antecedentes: En sus inicios, las filiales tenían una matrícula de 8 103 estudiantes, las universidades comenzaron con un grupo de abuelos, que recibían clases de diferentes materias, sobre todo de historia de la localidad, lo cual posibilitó un acercamiento histórico y un reconocimiento mayor a su entorno.

Proyecciones: El próximo año se graduarán más de medio millón de personas de la tercera edad en ese tipo de estudios.

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