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Isla al Sur

LA EDUCACIÓN ES TODO

LA EDUCACIÓN ES TODO

Delci Calzado Lahera, Profesora Titular del Instituto Superior Pedagógico Enrique José Varona, es una enamorada de la Revolución.

Texto y foto:

KATHERINNE DÍAZ PÉREZ,
estudiante de primer año de Periodismo,
Facultad de Comunicación,
Universidad de La Habana.
 
Para el  viernes quedó acordado el encuentro en el hogar de Delci Calzado Lahera, Profesora Titular del Instituto Superior Pedagógico Enrique José Varona. Al llegar, me recibió con una sonrisa y una pregunta inquisitiva: ¿Cómo es la entrevista? Le respondí: Usted contesta las preguntas que traigo. Entonces, de repente, me conminó: ¿Ya comenzamos?

-Usted nació en 1949, antes del triunfo de la Revolución. ¿Su familia pudo asumir económicamente sus estudios primarios y secundarios en escuelas privadas?

Nací en Palma Soriano, un pueblecito de Oriente. Mi familia era muy humilde. Recibí las primeras clases en la escuela pública Las seis aulas. La imagen de aquel edificio viejo de madera nunca se borró de mi memoria. Las paredes no llegaban al techo, pero había una disciplina tan férrea que solo se escuchaba la voz del profesor del otro lado.

En aquellos momentos, para hacer la secundaria había que ir a Santiago de Cuba, capital de las provincias orientales, pagar el colegio -como le decían- y el hospedaje. No podía soñar con eso, mis padres no tenían el dinero y, además, éramos dos hijas.

-Los años 1957 y 1958 fueron difíciles. Ocurrieron huelgas y manifestaciones en oposición a la dictadura sanguinaria de Fulgencio Batista. ¿Qué hizo su familia en medio de esa situación?

La vida empeoró cada día más. Mis padres no encontraron trabajo en el pueblo,  mi hermana y yo éramos pequeñas. Entonces, nos mudamos para un bohío próximo al Central Palma que estaba cerca de una línea de ferrocarril. Nuestro entretenimiento principal era comer las cañas que caían de los vagones cuando pasaban por allí.

-¿Podría describir qué fue lo más significativo para usted en esos dos años?

El enfrentamiento armado que hubo en los últimos días de 1958,  entre el Ejército Rebelde y los soldados de Batista, cuando los barbudos -así llamábamos a los alzados con Fidel en la Sierra Maestra- tomaron el central y, luego, la ciudad de Palma Soriano.

Para ese ataque, habíamos preparado unos hoyos debajo de la tierra, llamados chemices. Quedaban cerca del jardín para refugiarnos cuando bombardeaban. Los techos estaban cubiertos con cualquier tipo y cantidad de materiales, además, tierra. Han pasado 51 años, y tengo en la memoria los gritos de un tío: “¡Ay, mamita, los tanques!”,  las avionetas y el tiroteo.                  
                    
Revolución, desarrollo y mucho más

Delci Calzado estudió en la secundaria básica Ramón Campas, en Palma Soriano. Se hizo profesora de Biología, luego, de Pedagogía y Psicología gracias a su esfuerzo y, principalmente, a la Revolución: “Era una guajirita semianalfabeta. En mi casa no había televisor, ni radio. Estaba incomunicada con el mundo. Ahora, soy Doctora en Ciencias Pedagógicas, he viajado a varios países y tengo una preparación cultural. Para mi la Revolución significa todo”.
 
Tiene en la obra de infinito amor, como nuestro Héroe Nacional calificó a la enseñanza, 30 años de experiencia. Por los resultados de su trabajo y la dedicación que demuestra en este, ha recibido varias condecoraciones y distinciones, entre ellas, la José María de Mendive, la José Tey, Por la Educación Cubana y el Premio del Ministro.

En la actualidad es presidenta de la Cátedra Honorífica de Didáctica y Pedagogía, de la cual nunca se ha separado en todos estos años porque afirma que le da un placer inmenso la investigación sobre temas relacionados con dicha ciencia.

-¿Cómo surgió la Cátedra Honorífica de Didáctica y Pedagogía? 

Empezó como un grupo de desarrollo en 1990. Los profesores se integraron voluntariamente y los dirigía la profesora Fátima Addine Fernández, jefa del Departamento en la Facultad de Pedagogía del Instituto Superior Pedagógico Enrique José Varona. Ella siempre nos impulsó a estudiar y a superarnos.

-¿Podría explicar qué es la Didáctica y a qué se dedica?

Se resume como la ciencia y el arte de enseñar a aprender. El objeto de investigación es la dirección del proceso de enseñanza-aprendizaje. Su propósito fundamental es guiar a los maestros para contribuir a que los estudiantes aprendan de forma independiente, y resuelvan sus problemas cognitivos y afectivos. Esto es necesario para que ellos alcancen niveles superiores de desarrollo de su personalidad en todas las actividades, que deben ser creadoras y transformadoras.

Para cumplir sus intenciones, dicha ciencia está basada en principios como el carácter científico y educativo, la atención individual en el trabajo colectivo, la unidad de la teoría y práctica, entre otros. Estos son muy importantes en el proceso para contribuir a la formación integral del estudiante  y a su interacción con la sociedad.

-¿Qué acciones realiza la Cátedra para desarrollar los conocimientos de la didáctica, que es uno de los objetivos principales en la formación de docentes?

Nos planteamos tareas de investigación, para lograr una producción científica en este campo. Estudiamos épocas y momentos históricos cruciales, así como los aportes de educadores destacados del siglo XVIII, XIX y XX. Algunos de ellos son Félix Varela, el hombre que nos enseñó en pensar; José Martí, defensor de la educación para toda la vida; Raúl Ferrer, Hijo Ilustre de Yaguajay y maestro de gran prestigio; Alicia Alonso, Prima Ballerina Assoluta de Cuba y Alcides Sagarra, fundadores de las escuelas cubanas de Ballet y de Boxeo, respectivamente. También profundizamos en los problemas del desarrollo actual y futuro de esta ciencia.

La “profe”, como sus alumnos la llaman con cariño, responde detalladamente las preguntas sobre el tema, porque sabe que es difícil y complejo para alguien que no es especialista en dicha ciencia. Para entender mejor esos asuntos, propone leer el libro de Didáctica, Teoría y Práctica, porque es el más actualizado.
 
Vivencias para no olvidar

El primer lugar donde Delci Calzado sintió el intercambio con los alumnos fue en Ciudad Escolar Camilo Cienfuegos, en el Caney de las Mercedes.  Con una sonrisa expresa: “La creó el Señor de la Vanguardia en la región oriental, por eso lleva su nombre. Trabajar allí me sensibilizó mucho porque los estudiantes eran hijos de personas muy pobres, de campesinos que vivían en las montañas de la Sierra Maestra”.

En menos de dos años llegó a ser Coordinadora General de Biología en las nueve unidades de estudio y secretaria general del Comité de Base de la Unión de Jóvenes Comunistas (UJC). Por su buen desempeño mereció la oportunidad de una beca para estudiar Pedagogía y Psicología en el Instituto Superior Pedagógico Vladimir Ilich Lenin, de Moscú.

-¿Cómo debía ser el comportamiento de los estudiantes cubanos en el extranjero?

Íbamos con la idea de conservar el prestigio que teníamos. Había un código disciplinario y en el colectivo estudiantil, así como en el Comité de Base de la UJC, se analizaba fuertemente la actitud de cada uno.

Los exámenes, desde el Pedagógico, eran de dignidad. Los profesores se iban del aula y nos dejaban respondiendo las pruebas. El fraude no existía. El que cometía esa falta lo expulsábamos nosotros mismos. En el grupo había una peruana y una búlgara, al principio se ponían bravas porque no las ayudábamos a contestar las comprobaciones de conocimientos.

La profesora narra las experiencias de cinco años inolvidables y recuerda las picardías de la juventud: “Una vez viajé, de regreso a Rusia, en barco. Fue un espectáculo enorme para una guajirita de Oriente. Navegué 18 días. Todo fue diversión y alegría: hacían bailes, fiestas, carnavales marítimos. Además, conocí toda la parte del Mar Mediterráneo, el Estrecho de Gibraltar, las costas de los continentes africanos y europeos, el Mar Negro hasta llegar a la ciudad de Odessa, donde desembarqué por primera vez”.

Afirma que lo más malo y lindo fue el frío, porque era lo desconocido: “Hay una período en Rusia que la nieve se pone sólida y resbala como un jabón. Jugué en el hielo con mis amigos y muchas veces nos caíamos. Ahora veo las fotos y las filmaciones de esos momentos y me río. La etapa de estudiante es maravillosa”.

Instituto de formación y amor

Prestó servicios en varios centros de formación de docentes en educación superior, entre ellos, el Instituto Superior Pedagógico de Lenguas Extranjeras: “Laboré en diferentes lugares y la vida me condujo al Varona, pedagógico que me graduó en 1970 como profesora de Biología”. 

Considera que trabajar en el Instituto, como Pedagógico de referencia del país y en la única Facultad de Pedagogía de Cuba, es un privilegio que no puede dejar de reconocer, por su significación en el desarrollo de dicha ciencia y en su formación personal.

-¿Qué representan sus alumnos para usted?

Es bonito sentir la respuesta positiva, el afecto, la sonrisa de los estudiantes y el cariño cuando nos reconocen por la calle, a pesar de los años. Mucho más cuando eres madre. Piensas que son tus hijos y tratas de sobreprotegerlos. Ellos te recuerdan el apego al trabajo y el esfuerzo constante que lleva esta labor. Hay momentos críticos en la vida, pero siempre evoco lo agradable para buscar un equilibrio psicológico, y continuar trabajando hasta que la salud me lo permita.

No solo ha brindado conocimientos y amor a estudiantes cubanos, sino también a colombianos, brasileños, bolivianos, venezolanos, como parte del Programa de Superación de Intercambio Científico y Profesional de maestros:  “Es un convenio que hay entre Cuba y América Latina, para dar un título académico, de nivel superior, a los profesores de esos países”.

-¿Cómo percibe el nivel cultural de los estudiantes en los países que ha visitado?

De forma general, es más bajo. Hay niños haciendo colas en las puertas de las escuelas, esperan que haya alguna capacidad para poder entrar. Es penoso ver muchachos deseosos de estudiar y que no tengan posibilidades.

Impresionada por la realidad de muchos lugares, explica cómo respetan y reconocen la calidad del profesor cubano: ”Posibilitan el intercambio, la comunicación afectiva cuando trabajan, tienen una cultura general y científica reconocida por todos, además que son representantes de un sistema educacional que ha tenido logros significativos en América Latina y el mundo, como la eliminación del analfabetismo, tener materiales docentes gratuitos y, principalmente, una educación al alcance del pueblo”.

-¿Podría narrar alguna experiencia imposible de olvidar?

En la actividad de cierre de curso con los estudiantes colombianos, en 1999, me dieron un mensaje de agradecimiento que no esperaba. Alguna de sus líneas son: “Día tras día nos ha dado tanto (...), no solo los conocimientos necesarios para enfrentar al mundo, sino también, las semillas de los más grandes y nobles valores morales. Y ahora, que ha llegado el momento de la despedida, no podríamos dejar de expresarle nuestra más sincera gratitud, por todo lo que tan generosamente nos ha brindado. Le deseamos éxitos y reiteramos que siempre tendrá nuestro recuerdo agradecido”. Esto lo recibí con gran amor; a ellos los llevaré siempre en mis recuerdos.

Esta entrevista forma parte del libro en preparación Rostros del Varona, escrito como examen final del género por alumnos de Periodismo de la Facultad de Comunicación de la Universidad de La Habana, a propósito del aniversario 45 de la casa de altos estudios pedagógicos.

Ficha Técnica:

Objetivo Central: Reconocer la labor de 30 años en la educación de Delci Calzado Lahera y ahondar en su trabajo en la Cátedra de Pedagogía y Didáctica.

Objetivos Colaterales: Conocer su valoración de la Educación Cubana y latinoamericana. Investigar y precisar momentos relevantes en su vida antes del triunfo de la Revolución, sus estudios en la URSS y su trabajo en el Varona. Conocer anécdotas interesantes de los viajes a países latinoamericanos.

Tipo de entrevista:

Por sus participantes: Individual
Por su forma: Mixta
Por su contenido: De personalidad
Por el canal que se obtuvo: Encuentro directo

Tipo de título: Genérico
Tipo de entrada: Anecdótica
Tipo de preguntas: 1-Directa; 2-Directa; 3-Directa; 4-De información; 5.-De exploración; 6-De información; 7.-Abierta; 8-Abierta; 9-Polémica; 10-Abierta.
Tipo de cierre: De comentario del entrevistado.

Fuentes Consultadas:

Nereida Cruz Teja, Secretaria General del Consejo Científico de la Facultad de Ciencias de la Educación.

María Elena Sánchez-Toledo, Profesora de la Facultad de Ciencias de la Educación.

Rosa María Masó, Decana de la Facultad de Ciencias de la Educación.

María Dolores Cruells, Profesora del Departamento de Pedagogía de la Facultad de Ciencias de la Educación.

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