¡QUÉ VENGA LA CALDOSA!
Esta noche en los barrios habrá olor a humo y a viandas que se hierven en la sabrosura de las mil y una alquimias de la cocina urgente cubana, mientras el barrio espera la madrugada del 28 de septiembre.
IRAIDA CALZADILLA RODRÍGUEZ
El viejo Pirindingo no imaginó su suerte de hombre revivido por una caldosa repetida en canción. Quiso Rogelio Díaz, que tampoco era compositor, que así fuera en una noche de festejos, de alcohol metido en las entendederas, piernas resentidas por el bailoteo y estómago con ansias de sopón caliente.
A mano estaban Kike y Marina y aquella caldosa humeante, hecha en fiesta sobre fiesta y repartida luego entre los vecinos de la cuadra. Eso fue por 1979, en Las Tunas. Entonces, ni José Enrique Pérez ni Luz Marina Zaldívar Calzadilla eran los “caldoseros” más importantes de la Isla.
Pero de la fecha acá, las cosas cambiaron. Si en 1981 –cuando el Jilguero de Cienfuegos popularizó la caldosa de Kike y Marina-, más de 4 mil Comités de Defensa de la Revolución en esa provincia esperaron el 26 de Julio con la olla hirviente y cada vecino poniendo un poco de la despensa particular, ahora no hay quien dude de que ese sopón salido de los mil divinos infiernos tipifica las fiestas cederistas, vísperas de cada 28 de septiembre.
Y bienvenido sea, porque ni ante el período especial ni estrecheces alimentarias ha cedido la alegría de los barrios cuando la fiesta empieza allí justamente a la hora de pelar las viandas y acomodar la leña.
-Carmela, tráeme algo para el sofrito.
-Jorge, ¡muchacho!, aviva el fuego que esto no espera.
Y cada quien y en cada cuadra la caldosa va tomando cuerpo a como se puede. Quizás se aparte de aquella primera en que cuajaban la malanga, el plátano verde, la yuca, la papa y el maíz, con trozos de gallina hasta lograr una crema espesa, espesísima.
Esta de los tiempos que corren saldrá con mayor esfuerzo, pero esperada con la misma bulliciosa algarabía de la gente que celebra otro aniversario de la familia grande con la música a todo trepidar, como para que la oiga el barrio entero y se expanda en la noche.
Hay cientos de iniciativas para recibir el cumpleaños de la mayor organización de masas cubana, luego de un esfuerzo colosal hecho verdad en guardias, en donaciones de sangre, recogida de materias prima, campañas de vacunación, movilizaciones tras las inclemencias de la naturaleza, limpieza y embellecimiento de las cuadras… y todo lo que hizo falta.
En Las Tunas nació la caldosa. Allí también, su primera Casa, en las afueras de la ciudad, kilómetro 4 y ½ de la Carretera Central, en la que miles de personas en tránsito por el caimán reponen fuerzas y siguen travesía.
Más allá de personajes emblemáticos como Kike y Marina, Cuba hace suya hoy esa especie de cocina pública que se agranda con una parte de las provisiones de cada casa en este 27 que espera al 28.
Pie de foto: Kike y Marina en los días de apogeo inicial de la caldosa en toda Cuba.
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