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Isla al Sur

TONY ÁVILA: TROVADOR DE UTOPÍAS Y REALIDADES

TONY ÁVILA: TROVADOR DE UTOPÍAS Y REALIDADES

El proyecto Suerte de los cangrejos promueve en Cárdenas un espacio diferente, noches de trova en las que la juventud se acerca por primera vez a la mejor tradición de la música cubana.

Texto y foto:
CARLOS MANUEL ÁLVAREZ RODRÍGUEZ,
estudiante de primer año de Periodismo,
Facultad de Comunicación,
Universidad de La Habana.
                                   
Sus canciones inundan las noches cardenenses y ya nadie duda que queden en la memoria popular como la ancestral bicicleta o la bandera cubana izada en 1850. Jovial, de meditar profundo, Tony Ávila parece no afrontar problemas detrás de su vieja guitarra, aunque la gente sabe bien que es apariencia; el hombre se bate duro con la vida.

Toca las cuerdas de su instrumento con la humildad de un jovenzuelo y la voz en principio le viene quebrada, hasta que la gente ríe y aplaude; entonces tantea el “terreno”, poco a poco gana confianza, y nada puede evitar que al término marche ronco y feliz para su casa.

Al verlo cantar entre trago y trago en las madrugadas frías de los sábados, nos resta apenas evocar al poeta que dijo un día: Viva el que huela a callejuela, a palabrota y taller; para después, darle la palabra a este hacedor de canciones.

-¿Dónde naciste?

En La Habana, el 13 de agosto de 1970, en Marianao. A Cárdenas llegué con casi dos años de edad.

-¿Ese amor por la música,

lo sientes desde pequeño?

Sí, cantaba; o mejor, desafinaba las canciones que sonaban en ese momento. Una lata, un palo o una mesa eran suficientes para desatar sobre ellos cierta ira musical que con el tiempo se tradujo en amor y pasión.

Te cuento que mi primer paso hacia la música como aficionado fue en la adolescencia, pues estaban buscando un niño para el grupo Patria, de Cárdenas, que supiera tocar tumbadora, pero que, además, fuera negro. Y ya tú ves, pasé las dos pruebas.

-¿Algún músico en tu familia?

Un tío en Puerto Esperanza y unos primos lejanos.

-¿Qué te impulsa entonces a estudiar Filosofía?

Amo la historia y la filosofía, y me apasiona enseñar, de ahí que optara por el Pedagógico y no por las especialidades puras.

Me gusta el debate que las dos proporcionan, odio endulzar a los héroes y omitir el valor que pueda tener alguna figura negativa; porque de ambas, de su lucha de contrarios y su liderazgo, es que se  mueven las masas hacia los grandes cambios que ha protagonizado la humanidad. Esa visión o concepción dialéctica e integradora del mundo sólo la proporciona la filosofía.

-¿En qué etapa ejerces lo estudiado?

Durante la carrera hice el servicio social.  En 1995 me fui de las aulas, regresé y se acabó. Yo me gradué en 1993, uno de los años más duros  del Período Especial.

-¿Cómo se produce el giro hacia la música?

Comenzó a incubarse precisamente en el éxodo hacia una mejor alternativa económica.  En esa búsqueda vi seriamente en la música una posible fuente de empleo, hasta que en 1998 di el paso y aquí estoy. En principio la meta era puramente material, después se fue permeando de una insalvable inquietud creadora que se adueñó de mí y creo que para siempre.

-Háblame de cuando cantabas

en los hoteles de Varadero.

Varadero es una máquina de moler músicos. Tú puedes todos los días martillar, soldar o tirar mezcla, con todo el respeto para estos oficios, pero hacer música a diario te convierte en una especie de fotocopiadora musical. Llegas a ser tan buen autómata que todo sale con éxito, aunque sin feeling, y eso es deshacer la música.

Estuve 10 años en el turismo y tengo allí excelentes amigos que respeto, admiro y quiero muchísimo, porque, además, tienen la virtud de sobrevivir a la sonrisita forzada que exige el cliente. Casi nunca se piensa que el músico es un ser humano cuyos estados de ánimo tienen un umbral más amplio de sensibilidades, lo que no los hace mejores o especiales, pero sí diferentes. La música, decía Beethoven, “es la auténtica revelación de la sensibilidad humana, una forma superior de sabiduría”. Por eso no responde a un horario, aunque sí a un rigor y una disciplina que junto al talento, sostiene la calidad con que se hace la música.

-¿Qué te aportó esos años en Varadero?

Resistencia, chispa, oficio, capacidad de trabajo, conocer diversos géneros, vencer el miedo escénico, tocar dos o más instrumentos, aprender a vender CD y lidiar con un público muy diverso.

-¿En qué consiste el proyecto

Suerte de los cangrejos?

Es un proyecto para rescatar el movimiento trovadoresco que existió en Cárdenas en las décadas de los años70 y 80. La idea fue de Antonio  Santovenia, Toño, ingeniero químico, antes director del grupo Aquí Cuba, quien convocó a que nos sumáramos con gusto a la idea.

Ese rescate responde a que existía un público ávido de escuchar trova y varios trovadores sin espacio donde presentarse, de ahí que Toño propone un esquema que al menos yo no vi antes y que consiste en un concierto y una descarga igualmente concertada.  Eso da la posibilidad al invitado de exponer su obra en buena lid y después amanecer descargando si así lo desea.

El Museo de la Batalla de Ideas es la sede natural y habitual de Suerte de los cangrejos, con Rolando Govantes  como director. El proyecto, además, tiene una parte infantil, La dicha de los cangrejitos, que se realiza el mismo día por la mañana y la dirige Julio Blanco. El 31 de mayo del 2003 fue cuando comenzó con un concierto de Juan Carlos Pérez y un servidor.

-¿A qué se debe que el proyecto todavía

mantenga su vitalidad atrayendo a

diversas generaciones, incluyendo gran

parte de la juventud cardenense?

Creo que se debe a que los protagónicos, entiéndase el público, organizadores y artistas, están vivos. Y esa capacidad que debe tener todo proyecto humano de adaptarse, cambiar y superarse, pasa en primer lugar por el acto mismo de vivir. 

Hemos estado en momentos de esplendor y de crisis. Nos han criticado, y nos autocriticamos duramente, pero sobre todo y hasta ahora, creo que hemos podido medir que va necesitando esa multigeneracionalidad de la que tú hablabas, ten en cuenta que no todo sale como quieres, por ejemplo, se han suspendido conciertos anunciados con antelación el mismo día de la presentación, falta el audio u otra cuestión, aunque el combustible humano está y esa es la esencia del proyecto.

-¿Cuánto puede afectar el fatalismo geográfico a la obra de Tony?

Afecta, pero no determina. Te roba la inmediatez, mas no la presencia; y no creo que incida negativamente en mi obra, más bien en las oportunidades de exposición de la misma. La obra se mantiene a salvo de algunas contaminaciones, ella se sigue haciendo y no creo que sea un sacrificio realizarla en Cárdenas. Desde allí yo miro hacia La Habana. A ella voy con frecuencia sabiendo que es la meca de las oportunidades en nuestro país.

-Muchos trovadores plantean la disyuntiva

de hacer concesiones en su arte en función

del mercado, o mantenerse firme y estar

condenado al ostracismo,

¿qué opinión te merece el asunto?

La trova, dijo Santiago Feliz, “es una actitud ante la vida”, el trovador defiende una estética que, a mi juicio, está en la esencia de su obra y eso no se vende. Este es un movimiento abarcador de diversos géneros musicales y aunque eso le permite moverse dentro del panorama musical, el trovador no puede olvidar que es un comunicador, que cada palabra, cada idea que expresa es y debe ser reflejo de esa actitud irrenunciable ante la vida.

La disyuntiva arte y mercado es relativa.  El mercado está y muchas veces no llegas a él porque no lo intentas o te falta un gancho, o no puedes emplearte a fondo en la trova. Esto tiene su contrapartida y sabemos que existen los favorecidos y las instituciones que apadrinan ciertos grupitos de trovadores. Existe la trova negra, de la que no se habla. Los trovadores de Oriente prácticamente ni se mencionan. 

Hay trova buena y trova mala, más intimista o más comunicadora, pero la esencia no se traiciona, las concesiones tal vez puedan ser de forma, pero no de contenido. Nos autolimita muchísimo el no querer llevar la trova al espectáculo o viceversa.  Todo lo que beneficia nuestras presentaciones sin cambiar nuestro discurso, bienvenido sea.

-¿Llena de vida o moribunda

la trova en nuestro país?

Es muy difícil hablar de salud en la trova desde un panorama carente de la transparencia necesaria en cuanto a inventario y conocimiento de la obra, difusión y espacios serios donde presentarse los trovadores. Mención aparte para el Trovaz de Yamira Díaz, en Pinar del Río, para Santa Clara o el Centro Pablo, ente otras instituciones que han aportado grandemente a la trova y a plasmar su memoria en los últimos 10 años. Tu pregunta es difícil y ante la misma interrogante hace dos años respondí algo similar a mi amigo, escritor y periodista, Antonio López Sánchez (autor además de un muy buen libro sobre la trova en Cuba), “por lo menos está viva”.

-En tu caso, ¿compones primero la letra

o la música: qué te es más fácil?

Eso no lo sabe nadie. Es como entrar en sintonía con el universo, un don que se sufre muchísimo. A veces llega y te levantas de la cama con una idea textual primero y musical después, o al revés. En ocasiones tienes una idea previa o te nutres de lo que dice la gente, hay canciones que salen de un tirón y otras que demoran años en hacerse. También se escribe por encargo y eso es más difícil todavía aunque no estás obligado a hacerlo. Hacer canciones no se compara con nada.       

                                                                                               
-¿Trabajas constantemente en tu obra

o cuando sientes la necesidad

espiritual de decir algo?

Trabajo a diario, lo que no quiere decir que siempre haga canciones. No hay un solo día que no coja la guitarra y hurgue en mis papeles. Esa es una necesidad espiritual permanente.

-¿Crees que el haber estudiado Filosofía

te aporta a la hora de componer y entender

la cotidianeidad en la que se inspira tu obra?

Sí, y mucho. Me permite ser imparcial aunque sean canciones en las que tome partido. Me da un enfoque objetivo y lógico de la existencia humana, una concepción científica de la naturaleza, la sociedad y el pensamiento del hombre.   Puedo nutrirme de herramientas para decir lo que pienso, extraer lo positivo y lo negativo de la conciencia crítica de la sociedad. Aporta en cuanto al lenguaje. Creo que la filosofía es uno de los pilares esenciales de mi obra porque la sustenta no solo como antecedente, sino como participante activa de la misma

-¿Es propio del cubano esa ironía,

esa sátira ante los problemas más difíciles

que constantemente reflejas en tu obra?

El cubano dentro del drama que ha vivido durante años, está hoy, aquí, en pie, en gran medida a su sentido del humor, que lo acompaña hasta en los velorios y le ha permitido burlar los más duros escollos. Por tanto, y sin que me haya sido conferido por decreto, el humor es parte indisoluble de mi obra en la que la sátira e ironía son permanentes. Yo no regalo un texto con cierta dosis de humor para caer en gracia, sino para que la gente reflexione desde la sonrisa desprejuiciadamente,  dejándose llevar por temas como la emigración, el racismo, la escasez, las diferencias sociales y económicas y las aborde sin miedo, pero además, con optimismo y esgrimiendo la verdad revolucionaria de decir nuestros problemas como son y no con falsos vestidos ni una sobredosis de azúcar. Creo que el humor es en mi obra como una bendición.

-¿Qué representa para Tony  ser cubano?

Un privilegio que pocos en el mundo tenemos, una alegría y una suerte que no se mide desde el estómago o desde lo que no tengo. Cuba es otra cosa, es que tú me puedas hacer esta pregunta y yo pueda darte esta respuesta.

Ficha Técnica:

Objetivo central: Divulgar la personalidad y la realidad de un trovador que promueve su arte fuera de la capital.

Objetivos colaterales: Resaltar el beneficio que ha sido el proyecto Suerte de cangrejos para la vida cultural de Cárdenas. Conocer las interioridades del movimiento trovadoresco en la voz  de uno de sus protagonistas. Demostrar la calidad que pueden tener las obras humanas más allá del apoyo material o la promoción.

Tipo de entrevista:
Por los participantes: Individual.
Por su forma: Clásica.
Por su contenido: De personalidad.
Por el canal que se obtuvo: Directa.

Tipo de título: De referencia al entrevistado.
Tipo de entrada: De retrato.

Tipo de cuerpo: Clásico, de preguntas y respuestas.

Tipo de preguntas:
 
1) cerrada    10) directa
2) cerrada    11) directa
3) cerrada    12) opinión
4) informativa  13) opinión
5) informativa  14) directa
6) informativa  15) abierta
7) directa     16) directa
8) directa     17) opinión
9) directa      18) directa
 

Tipo de conclusión: De opinión del entrevistado.

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