Blogia
Isla al Sur

LA HISTORIA EN MINUTOS. RADIO RELOJ. MAYO (IV)

LA HISTORIA EN MINUTOS. RADIO RELOJ. MAYO (IV)

Del 27 al 31 de mayo: Dante Alighieri, Julito Díaz, Roberto Koch, Juan Ramón Jiménez, Voltaire y Diario del Che en Bolivia.

IRAIDA CALZADILLA RODRÍGUEZ

27 de mayo:
Dante Alighieri

LA HISTORIA EN MINUTOS. EL POETA DE POETAS. Entre las obras imperecederas para la humanidad, sin duda se encuentra La Divina Comedia. Su autor, Dante Alighieri, nació en Florencia el veintisiete de mayo de mil 265. Dicen que fue hombre comedido, de estatura media, negros y rizados cabellos y piel morena. Su hablar era parco y lento, grave. Errante por destierros y adversidades, el padre de la poesía italiana supo, sin embargo, construir una monumental obra de catorce mil 333 versos, distribuidos en cien cantos e integrados en Infierno, Purgatorio y Paraíso. Su título original fue La Comedia, hasta que en un texto de Bocaccio apareció como La Divina Comedia. Este poema de Dante Alighieri fue el primero escrito en italiano y constituye un fresco de la sociedad de finales del siglo trece y principios del catorce. Continuará en el próximo minuto… 
  
NO SOLO AMÓ A BEATRIZ. Conclusión. Muy numerosa fue la descendencia del matrimonio de Dante Alighieri y Gemma Donati, mujer que le acompañó en la vida. Sin embargo, el italiano amó casi con devoción a Beatriz Portinari desde que, en una reunión familiar, la conociera a los nueve años de edad. Si en La Divina Comedia recorre con el poeta Virgilio el Infierno y el Purgatorio, será solo Beatriz la que le conduzca por el Paraíso. En esa travesía, la amada le reprocha en varias ocasiones el apasionado deseo que sintiera Dante, ya cuarentón, por una “pargoletta” o jovencita, de quien nunca reveló el nombre. Pero, al final, será la idealizada Beatriz la eterna vencedora en el espíritu de Dante Alighieri, el poeta renovador de las artes italianas. Redactó: Iraida Calzadilla Rodríguez.

27 de mayo:
Dante Alighieri

LA HISTORIA EN MINUTOS. DANTE, EL INMENSO. El Infierno, el Purgatorio y el Paraíso, de Dante Alighieri, son tres de los sitios más visitados por los humanos si de improperios o alabanzas se trata a la hora de enviar a alguna parte a sus congéneres. Pero aunque en ocasiones se maltrata así al “poeta de poetas”, nacido el veintisiete de mayo de mil 265, en Florencia, cuando con cordura se piensa no puede menos que reconocerse la monumental obra La Divina Comedia, la cual los estudiosos califican como “una de las producciones más sublimes del ingenio humano”. Y como suele ocurrir con los creadores inmensos, nombre y obra van de la mano sin separación posible. A Dante Alighieri se debe ese texto considerado el primer poema escrito en lengua italiana, y cuya versión original él tituló La Comedia. Continuará en el siguiente minuto...

DANTE EN ESTA PARTE DEL MUNDO. Conclusión. Hombre de la tardía Edad Media fue Dante Alighieri, escritor famoso en vida por su poema alegórico La Divina Comedia. En Hispanoamérica, esta otra parte del mundo a la que llegó el texto mucho después, Rubén Darío apuntó: “La influencia de Dante fue desde el primer momento poderosa en Italia y fuera de Italia. ¿Qué poeta no recibió algún rayo de aquella inmensa luz astral?”. José Martí dijo del florentino: “Homero precedió a Fidias; Dante precedió a la renovación maravillosa de las artes en Italia; los poetas siempre preceden”. Y es que Dante Alighieri, nacido el veintisiete de mayo de mil 265, continua liderando alabanzas, discusiones, censuras y admiraciones, desde el trono eterno de los hacedores de obras inmortales. Redactó: Iraida Calzadilla Rodríguez.

28 de mayo:
Julio Díaz González

LA HISTORIA EN MINUTOS. MAYO EN LA VIDA Y LA MUERTE. En la madrugada, Fidel distribuyó tácticamente a los hombres frente al cuartel militar de El Uvero. A una orden, empezó la balacera y, pocos minutos después, un tiro a la cabeza dejó inerme a Julito Díaz, el artemiseño que entró a la historia de la Patria el veintiocho de mayo de mil 957. Cayó, y a su lado, estaba Fidel, el líder indiscutible a quien siguió en el Moncada, en el Granma y en la fundación del Ejército Rebelde, en las lomas de la Sierra Maestra. Julio Santiago Díaz González cinco días antes había cumplido veintiocho años, igual número que la fatídica fecha de su muerte. El tiempo solo le había alcanzado para los combates de La Plata y Arroyo del Infierno, pues mayo le llegó enroscado en hilos de vida y sangre. Continuará en el próximo minuto…

AQUEL MUCHACHO DE CUERPO ATLÉTICO. Conclusión. Los héroes no solo están hechos de esa sustancia brava con la que se les recuerda para siempre. A Julito Díaz también habrá que recodarlo como ejemplo cotidiano y alcanzable. Por eso prefiero evocarlo, en este aniversario de su muerte, en el combate de El Uvero, como el muchachón de cuerpo atlético que fue, el bailador, el de pulcro vestir, el interminable lector que dejaba en cada libro frases de José Martí, Romain Rolland, Víctor Hugo y José Ingenieros. Me gusta traerlo a nuestros días venciendo el cansancio, asistiendo a clases nocturnas, aprendiendo Comercio e Inglés, o en los afanes de estudios por correspondencia, perdiéndose en rutas de navegantes. Ese es Julito Díaz, el artemiseño que, en El Uvero, defendió sus sueños martianos. Redactó: Iraida Calzadilla Rodríguez.

28 de mayo:
Julito Díaz González

LA HISTORIA EN MINUTOS. FIN EN EL UVERO. Sobre las cinco de la madrugada del veintiocho de mayo de mil 957, Fidel dio la orden y se inició el ataque al cuartel de El Uvero. Julito Díaz, el artemiseño del Movimiento Veintiséis de Julio, el del asalto al cuartel Moncada y el de la memorable travesía en el Granma, estaba junto al líder. Minutos después de abrirse el combate, una bala decidía su ruta fatídica y la cabeza de Julito, al instante, pareció deshacerse en sangre. Cayó abatido el teniente del joven Ejército Rebelde, el muchacho que solo cinco días atrás había recibido con ancha sonrisa su cumpleaños. A Julito Díaz la vida le fue demasiado breve para seguir anotando en sus cuadernos frases de José Martí, de José Ingenieros, de Víctor Hugo y de Romain Rolland, autores que leía con ojos de apasionado. Redactó: Iraida Calzadilla Rodríguez. 

28 de mayo:
Roberto Koch

LA HISTORIA EN MINUTOS. KOCH, EL DEL BACILO. A los sesenta y siete años y legando a la humanidad una obra científica inmensa, falleció el investigador alemán Roberto Koch, el veintiocho de mayo de mil 910. Cinco años atrás había recibido el Premio Nobel de Medicina por sus aportes a esa rama. Fue él quien, después de doscientos setenta y un intentos, logró aislar el bacilo de la tuberculosis que, visto a través del microscopio, aparecía como un minúsculo bastoncillo. También es el padre de la tuberculina, reactivo empleado para detectar la enfermedad en sus inicios. Otro aporte del alemán fue el descubrimiento del agente microbiano del cólera. Roberto Koch, a quien los hombres deben el haber luchado contra el flagelo azotador, dedicó sus últimos años a estudiar la enfermedad del sueño. Continuará en el siguiente minuto...
 
LA VIEJA TUBERCULOSIS. Conclusión. Tan remota en el tiempo es la tuberculosis, que los médicos de la Antigüedad la conocían. Dos mil años antes de Hipócrates, en el código semítico de Hamurabi, se le denomina “consunción”. El papiro escrito en Egipto en el año mil 600 antes de Cristo, se da la primera descripción de las enfermedades pulmonares. Se suma a que en la momia del sacerdote de Amón se detectaron lesiones óseas provocadas por el bacilo. A esta enfermedad se le llamó hasta el siglo diecinueve “tisis”, palabra derivada del griego y que significa “secarse”. Entre quienes padecieron de tuberculosis se encuentran Simonetta Vespucci, la modelo del pintor Botticelli; Chopin, el sublime músico; y Virginia Clemm, esposa de Edgar Allan Poe, por quien éste nunca se consoló de su pérdida. Redactó: Iraida Calzadilla Rodríguez.

29 de mayo:
Juan Ramón Jiménez

LA HISTORIA EN MINUTOS. EL POETA DE MOGUER. El propio Juan Ramón Jiménez dijo de sí: “Mi vida fue salto, revolución, naufragio permanentes”. Y es que el poeta, nacido un día de Navidad español, en Moguer, Huelva, habría de andar su existencia entre sustos de nuevos lares y ya, en los años de largo exilio, en peregrinación por ciudades y países. Tuvo el don de trabajar hasta el amanecer aquel hombre casi mítico, amigo de la soledad, en el que la poesía llegaba como a puerto seguro. En Cuba vivió dos fecundos años que dieron luz a la Antología de la poesía cubana. Pero fue San Juan, Puerto Rico, la última estancia de Juan Ramón Jiménez. Allí falleció el veintinueve de mayo de mil 958 quien había “intentado mucho a un tiempo y, como consecuencia, mucho en instante”. Continuará en el siguiente minuto.

PLATERO Y YO. Conclusión. ¿Quién, en tantos vaivenes del recuerdo, no guarda afectos por algún pequeño libro, muchas veces releído en los años de infancia? Juan Ramón Jiménez hizo uno de los mejores regalos a los sentimientos de los niños con la prosa poética de Platero y yo, texto dedicado “A la memoria de Aguedilla, la pobre loca de la calle del Sol”, que le mandaba moras y claveles. El Premio Nobel de Literatura de mil 956 dijo sobre la obra: “Este breve libro, en donde la alegría y la pena son gemelas, cual las orejas de Platero”. Entre nosotros, un breve silencio hoy en memoria de quien tanto bueno nos dio para el crecimiento de lo noble. Aquel Juan Ramón Jiménez, el español de Ninfeas, La soledad sonora y Almas de Violeta, que se despidió de todos, para siempre, en el viejo San Juan. Redactó: Iraida Calzadilla Rodríguez.

29 de mayo:
Juan Ramón Jiménez

LA HISTORIA EN MINUTOS. JUAN RAMÓN, EL DE PLATERO. Desde que Xenobia Camprubí, la eterna compañera, partiera dos años atrás, Juan Ramón Jiménez no volvió a la sonrisa ni a los iluminados días y, el veintinueve de mayo de mil 958 dijo también él su adiós desde el exilio en Puerto Rico. Moría así el andaluz universal, el escritor de las obsesiones por lo perfecto, el buscador de su propia voz por encima de copias e imitaciones. El Premio Nobel de Literatura de mil 956 fue un arquitecto acucioso de la poesía, de cada letra impresa a fuerza de pulimentos. Escribió mucho el español Juan Ramón Jiménez, tanto, que en sus archivos se podía contar por miles las obras inéditas. Pero, por sobre todo, quedó entre nosotros la inmortal elegía de Platero y yo, un canto de emocionada ternura, un monumento a la sencillez y a la piedad humana. Continuará en el siguiente minuto...
 
JIMÉNEZ EN LA HABANA. Conclusión. A principios de diciembre de mil 936, el poeta y escritor español Juan Ramón Jiménez visitó La Habana y en la cosmopolita ciudad pronunció conferencias en la Institución Hispano-Cubana de Cultura. Tal fue su relación con la intelectualidad de la Isla que quedó inspirado para elaborar una antología, prologó libros de poetas como Cintio Vitier y publicó una semblanza de José Martí en su texto Españoles de tres mundos. De aquella estancia dijo: “La Habana está en mi imaginación y mi anhelo andaluces desde niño”. Y agregó Juan Ramón Jiménez: “Mucha Habana había en Moguer, en Huelva, en Cádiz, en Sevilla. ¡Cuántas veces, en todas mis vidas, con motivos gratos o lamentables, pacíficos o absurdos, he pensado profundamente en La Habana, en Cuba!”. Redactó: Iraida Calzadilla Rodríguez.

30 de mayo:
Voltaire–Francisco María Arouet

LA HISTORIA EN MINUTOS. EL BURLÓN MÁS GRANDE DEL MUNDO. Escritor y filósofo, el best seller de su época, y uno de los hombres más representativos del siglo dieciocho lo fue, sin dudas, Francisco María Arouet. ¿Y qué es para la historia ese nombre? Fue uno de los muchos ardides de Voltaire, quien se rebautizó así, luego de una estancia obligada de once meses en la famosa Bastilla parisina. El burlón más grande del mundo, como se le calificó, legó a la humanidad una extensa obra como crítico, periodista, filósofo y escritor. Hay quienes lo ubican como el inventor de la novela detectivesca. Fallecido el treinta de mayo de mil 778, Voltaire había dedicado su vida a destrozar, mediante la risa, la hipocresía de la sociedad. Fue irascible enemigo de tiranos, dictadores, agresores y opresores de quienes nada poseían. Continuará en el siguiente minuto...

EL MÁS FEO DE PARÍS. Conclusión. En su juventud, Voltaire levantó la bandera de “Reír y dejar reír”. Después, avanzado en edad, cambió el estandarte por “Pensar y dejar pensar”. Ese hombre controvertido sobresalió por la agudeza de su lengua, delgadez extrema, crecida nariz, rostro picado de viruelas y ojos profundos como cuencas. Era el más feo de París y, en paradoja, el más popular y asediado por las féminas. Para el escritor que un día dijo: “Hay que tener el diablo en el cuerpo para triunfar en cualquier cosa”, el objetivo de la vida fue perseguir a sus perseguidores. Sin embargo, en el lecho de muerte, Voltaire confesó: “Muero adorando a Dios, amando a mis amigos, sin odio alguno para mis enemigos y detestando siempre la superstición”. Redactó: Iraida Calzadilla Rodríguez.

31 de mayo:
Diario del Che en Bolivia

LA HISTORIA EN MINUTOS. MAYO, TRES COMBATES. En el resumen de mayo, Che Guevara destaca en su diario de campaña de Bolivia, los tres enfrentamientos del mes contra los soldados y señala las bajas causadas al ejército, sin sufrir ninguna la guerrilla. En esos apuntes insiste en la preocupación por la falta de contactos con el cubano Vilo Acuña quien, al parecer, ha cogido una ruta diferente a la del colectivo centro. Otra inquietud de Ernesto Guevara es la falta de incorporación campesina, aunque percibe que esos hombres le van perdiendo el miedo a la tropa revolucionaria. Al respecto, dice que se logra ya la admiración y acota que la tarea de acercarlos es lenta y paciente. El Comandante Guevara, en el resumen de mayo, anota que el ejército boliviano sigue sin organizarse y sin mejorar sustancialmente su técnica. En tanto, crece la moral de la guerrilla. Continuará en el siguiente minuto...

ALGUNOS DÍAS DE MAYO. Continuación. Al leer el Diario del Che en Bolivia, se advierte la urgencia de días de chapea, de zozobras por el alimento, de caminar lento, de exploraciones, escaramuzas y alertas por si aparece el ejército. Otras jornadas son cercanas, y cálidas algunas explicaciones, aún cuando la brevedad del texto sea casi un rito. En fecha del primero de mayo, Ernesto Guevara hace alusión elíptica a la conmemoración de los trabajadores y apunta que Juan Almeida habló en La Habana. El siete, cumple seis meses la guerrilla. El nueve de mayo, el Che se siente desfallecer: tomaron sopa de manteca y la gente del grupo se encuentra débil. La escasez de alimentos les golpea, en ocasiones la reserva es sopa de sobres y carne enlatada. Llama la atención el quince de mayo, una de las anotaciones más cortas: “Día sin novedad”. Continuará en el siguiente minuto...

POR SIEMPRE, LOS ENTRAÑABLES RECUERDOS. Conclusión. Muy parco fue Che Guevara al recordar en el Diario de Bolivia los cumpleaños de sus seres queridos. Solo breves llamados al pie de la página indican, a los más conocedores, el por qué de algunos nombres, escritos sin ninguna otra referencia. Así ocurre el día dieciocho cuando anota: “Roberto-Juan Martín”, y está evocando el nacimiento de sus hermanos. Igual recurso utiliza el veinte, al encabezar la hoja con el nombre de Camilo, en el cumpleaños de su hijo, llamado así. Mayo fue un clásico mes de guerrilleros, en el que se incluye la llegada al caserío del Espino, comunidad guaraní cuyos integrantes hablan poco el español y son muy tímidos. También, durante ese mes Che Guevara hizo su primera extracción de muelas en Bolivia. Redactó: Iraida Calzadilla Rodríguez.

Pie de fotos: Dante Alighieri, Julito Díaz, Juan Ramón Jiménez, Voltaire, Roberto Koch y Diario del Che en Bolivia.

0 comentarios