LA PEDAGOGÍA ES EL ARTE DE ENSEÑAR, Y DE APRENDER A ENSEÑAR
“A veces no puedo trabajar sin ese estrés, mi cuerpo responde como un deportista que siente liberar adrenalina por la presión de la competencia”, afirma Yolanda Zulueta Robles, profesora del Instituto Superior Pedagógico Enrique José Varona.
Texto y foto:
MANUEL ALEJANDRO HERNÁNDEZ BARRIOS,
estudiante de primer año de Periodismo,
Facultad de Comunicación,
Universidad de La Habana.
“…para ser maestro de otros es necesario saber servir”
José Martí
El 3 de julio de 1964 se fundó, en Ciudad Libertad, el Instituto Superior Pedagógico Enrique José Varona (ISPEJV). En el centro han surgido importantes transformaciones que en el campo de la educación se han dado en el país. A él han llegado destacadísimos profesores como Yolanda Zulueta Robles, graduada de Licenciatura en Educación Física en el año 1981 en la propia casa de altos estudios. Ha dedicado toda su vida a la enseñanza y considera el ISPEJV parte de su vida. En su oficina, una ventana deja entrar una suave brisa. Desde ella se ve el polígono donde se graduó esta virtuosa mujer.
-¿Cómo llegó al Instituto Superior
Pedagógico Enrique José Varona?
Tenía unos diez años cuando empecé a jugar mini baloncesto, eran los años 70, por esa época empezó ese deporte en Cuba. Profesores como Iván Todoroff, búlgaro que fue entrenador del equipo nacional, y Ricardo Pardo, visitaron mi escuela y captaron a un grupo de muchachos.
Inicié los entrenamientos con ellos y con otros maestros en formación del Instituto Superior de Educación Física. Participé en todas las competencias de esa categoría y posteriormente fui al Primer Campeonato Nacional de mini baloncesto. Esto facilitó mi entrada a la Escuela de Iniciación Deportiva Escolar (EIDE) y formar parte de los equipos que representaban a la capital. Posteriormente pasé a la Escuela Superior de Perfeccionamiento Atlético (ESPA).
El Instituto Superior Pedagógico Enrique José Varona creó la Licenciatura en Educación Física. Decidí, como otros compañeros de la Escuela Nacional Giraldo Córdoba Cardín, optar por la especialidad. Así empezó mi formación académica: primero como deportista y después, al terminar el preuniversitario, decidí comenzar estudios en la Universidad.
-¿Qué recuerda de aquellos primeros
años en la Educación Superior?
El primer curso de instructores de Educación Física abrió en el año 1977, tuve el honor de pertenecer a él con solo 17 años. Llegué a ser alumna ayudante del Departamento de Educación Física y ahí mismo me quedé como profesora cuando terminé la carrera. Pertenecí al Sexto Contingente del Destacamento Pedagógico. A nuestra graduación, en 1981, asistió el Comandante en Jefe Fidel Castro, el acto fue en el polígono de Ciudad Libertad.
Muchos de los maestros que llegaron en esa época a dar clases venían de la Universidad de La Habana y optaron por quedarse, otros se presentaron para ser entrenadores, y algunos, tan jóvenes como nosotros, se iniciaban en la vida laboral. Existía calidad desde el punto de vista metodológico y pedagógico, ese primer curso fue una nueva experiencia para todos, conformábamos el Plan A de la carrera y nos graduamos en cuatro años, los que siguieron lo hicieron en cinco.
La amplia formación pedagógica alcanzada en ese tiempo permitió que pudiéramos trabajar en distintas áreas del Instituto. Compañeros nuestros laboran hoy en el Departamento de Economía, en los Servicios, en la Vicerrectoría de Investigación y Postgrado, incluso, algunos son directores de sedes pedagógicas municipales.
-¿Qué fue lo que más disfrutó de esa
etapa como estudiantes del ISPEJV?
Disfruté mucho de la licenciatura, del Instituto y de mis compañeros, no sólo los de mi plantel, sino también los de otras áreas. La existencia de la Facultad de Educación Física en el Pedagógico nos hacía una potencia deportiva, la competencia siempre era entre el Instituto Superior de Educación Física y nosotros. Nos gustaba la carrera, lo que hacíamos, íbamos a ser profesores de Educación Física.
Recuerdo que entraba muy temprano y me iba a las ocho o nueve de la noche. La docencia era por la mañana o por la tarde, dependía de las asignaturas. El entrenamiento regularmente era de noche, muchas veces dependía del entrenador, quien trabajaba en horarios diferentes.
Las integrantes del equipo de baloncesto de la escuela eran de las Facultades de Educación Física, Biología, Química y Literatura. En los juegos entre planteles siempre ganábamos y en las competencias con otros centros universitarios alcanzábamos favorables resultados, aunque no desestimo que poseían buena preparación, por ejemplo, los estudiantes procedentes del Instituto Superior Politécnico José Antonio Echevarría, quienes practicaban deporte con el mismo ímpetu y sacrificio con que estudiaban las asignaturas de su perfil técnico.
-¿Cómo se han comportado sus
responsabilidades como dirigente
junto a su trayectoria profesional?
Siempre he dirigido. De estudiante ocupé diferentes misiones en la UJC; después de ser licenciada continué cumpliendo otras tareas. A partir de 1983 comencé como segunda jefa del Departamento de Educación Física, luego pasé a subdirectora docente, eso fue en el año 1989.
Me promovieron a Jefa del Área de Cultura Física, pero ésta fue abolida y abrió nuevamente el Departamento de Educación Física, ahí me mantuve hasta el 2003 que es cuando ocupo el cargo actual: directora de Extensión Universitaria.
Esto para mí fue novedoso, no tenía mucho conocimiento sobre las artes, pero como en todo veo la posibilidad de hacer algo, comencé a trabajar y a organizar actividades en el Instituto con el objetivo de crear interés por el arte, el deporte y la recreación del alumno.
La formación integral y la participación de los estudiantes en formación del instituto y de las Sedes Universitarias Municipales era nuestra meta. Empezamos a ver la Cultura desde otro prisma, los alumnos debían ser capaces de apreciar al menos una de las artes. Al principio no podíamos obtener resultados satisfactorios por las características de distribución territorial de los jóvenes, no lográbamos concentrarlos a todos.
Solicitamos, entonces, la formación de un Departamento de Promoción Cultural de Aficionados, así los profesores impartirían al menos una de las manifestaciones artísticas en las que pudiera trabajarse la apreciación y con ella el estudiante sería capaz de valorar, caracterizar e identificar alguna. También fomentamos la creación de grupos que nos representaran en los Festivales de Cultura, así como asegurar los eventos, las actividades festivas y los matutinos.
-¿Satisfecha del trabajo?
Sí, soy una persona activa y no me gusta estar sentada detrás de un buró, sigo con detenimiento cada situación. Mis responsabilidades me tensan, aunque a veces no puedo trabajar sin ese estrés, mi cuerpo responde como un deportista que siente liberar adrenalina por la presión de la competencia.
-Cuba se destaca a nivel mundial por
su labor de colaboración y usted ha sido
partícipe de ella. ¿Cuál considera su
aporte como pedagoga en otros países?
Estuve seis meses en la Universidad Amazónica de Pando, en Bolivia. Allí trabajé en la Maestría en Educación Superior y supervisé varias tesis. Además, impartí las asignaturas Gerencia Educacional y Organización Escolar en la Licenciatura en Pedagogía. Por mi desempeño fui reconocida con el Pergamino de Honor que confiere esa casa de altos estudios.
Mi delegación estuvo también en Beni, estado del oriente boliviano. Tuve la posibilidad de dejar algunos proyectos elaborados en el área deportiva y realizamos otros trabajos para la especialidad.
En Chile, colaboré con la Dirección General de Deporte (DIGEDER). Trabajé en dos diplomados, uno en Didáctica de la Educación Física y otro en Didáctica del Entrenamiento Deportivo. Además de ayudar en programas de Educación Física para los jardines infantiles y las enseñanzas primaria y secundaria.
Estuve en Panamá, en ciudades como Chitré y Colón, y en ellas, impartí Didáctica de la Educación Física y del Entrenamiento y ayudé en el perfeccionamiento metodológico a instructores de la enseñanza media.
-¿Qué significado tiene
para usted la pedagogía?
La pedagogía es el arte de enseñar, y de aprender a enseñar, por eso me gusta. Cuando se ejerce con amor se siente un gran orgullo al ver cuando los estudiantes que han pasado por la escuela recuerdan y saludan a su maestra. Uno de mis compañeros de trabajo, ya canoso, a veces le dice a mi secretaria: “Ella fue mi profesora”.
Me complace ayudar a las nuevas generaciones, a un vecino o a mi sobrina que ahora estudia aquí. Otros vienen de las sedes municipales de Cultura Física buscándome para aclarar dudas. Siempre tengo un espacio para atenderlos a todos.
Sin el magisterio no hay una educación completa, todos tenemos maestros desde nuestro nacimiento. El educador hace falta, sin él no hay Revolución, no hay desarrollo, es vital.
-Casi toda su vida ha estado vinculada
al deporte. ¿Qué opina de la relación
existente entre éste y la pedagogía?
El deporte es un proceso pedagógico altamente especializado, ayuda a los atletas en la formación de sus valores, capacidades y habilidades. El deportista debe ser capaz de caracterizar a su contrario, valorarlo e interpretarlo.
La pedagogía es superior, pues traza una línea metodológica que conduce a la obtención de mejores resultados en cualquier esfera de la vida. Crea la habilidad de ubicar a un estudiante en el orden psicológico y pedagógico. Ambos tienen su historia, sus métodos, su didáctica, pero el deporte es más específico.
-A su juicio, ¿cree que falta algo a la
generación actual de profesores?
Tengo la dicha de pertenecer a la Comisión Provincial de Educación Física y también a las de Planes y Programas tanto de Educación como del INDER a nivel nacional. Soy una de las participantes de la última versión del Programa de Educación Física para secundaria básica.
Actualmente no existe una escuela que forme a profesores de Educación Física. Cuando desapareció la Facultad que preparaba a estos, los estudiantes fueron a instruirse a los Institutos Manuel Fajardo provinciales y de aquí egresan con la visión de ser entrenadores.
Fui directora de la Habilitación de Profesores de Educación Física durante dos años, apoyada por el INDER, hoy puedo decir que la salud de la Educación Física está en riesgo, la ventaja está en la existencia de un plan de estudios desde el círculo infantil hasta el segundo año de las carreras universitarias.
El maestro actual tiene el conocimiento y el contenido, pero no lo imparte con el esfuerzo que lleva. Existen escuelas formadoras muy buenas, a la generación actual le falta interés.
Esta entrevista forma parte del libro en preparación Rostros del Varona, escrito como examen final del género por alumnos de Periodismo de la Facultad de Comunicación de la Universidad de La Habana, a propósito del aniversario 45 de la casa de altos estudios pedagógicos.
Ficha técnica:
Objetivo central: Conocer sobre la trayectoria profesional de Yolanda Zulueta, vinculada con el Instituto Superior Pedagógico Enrique José Varona (ISPEJV).
Objetivos colaterales: Buscar la opinión de la entrevistada sobre la pedagogía y la relación de ésta con el deporte.
Tipo de entrevista:
Por sus participantes: Individual.
Por su forma: Preguntas y respuestas.
Por su contenido: De personalidad.
Por el canal en que se obtuvo: Cara a cara, personal.
Tipo de título: Genérico.
Tipo de entrada: De presentación.
Tipo de cuerpo: Clásico, de preguntas y respuestas.
Tipo de preguntas: 1-abierta; 2-abierta; 3-abierta; 4-abierta; 5-cerrada; 6-abierta; 7-abierta; 8-abierta; 9-abierta.
Tipo de cierre: Opinión del entrevistado.
Fuentes consultadas:
Fuente:
Publicaciones: Nado sincronizado, en la revista Mar y Pesca; Cargas físicas, en la revista Varona del ISPEJV; Autobiografía del entrevistado; Documentos de la gaceta oficial donde ella aparece como colaboradora.
Tipo de fuente: Directa. Documental. Secundarias.
0 comentarios