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Isla al Sur

MAESTRO POR NATURALEZA

MAESTRO POR NATURALEZA

Adalberto Giral reconoce no arrepentirse de ser maestro: “Soy formador de formadores. No consigo levantarme por la mañana y no hacer algo por la educación”.

Texto y foto:
DAVID VÁZQUEZ ABELLA,
estudiante de primer año de Periodismo,
Facultad de Comunicación,
Universidad de La Habana.

Desde hace más de 30 años Adalberto Giral Gutiérrez forma parte del Instituto Superior Pedagógico Enrique José Varona. Sin embargo, nunca imaginó en sus inicios como docente que llegara a amar tanto la profesión: “No concibo levantarme y no hacer algo por la educación”, dice ahora convencido.

En estos momentos ocupa el cargo de vicerrector económico en el Instituto: “Al regresar de una misión en Venezuela, asumí la responsabilidad, que no tiene que ver con mi formación, pero necesitaban un cuadro con experiencia y de confianza. Lo más difícil ha sido que entiendan que continúo como docente, trabajo en investigaciones y publico sobre ellas”.

Con el esfuerzo de cada día enfrenta su nueva tarea. Aprendió a lograr el equilibrio entre el ahorro y las necesidades y a sortear los obstáculos económicos. No le es fácil, su preparación dista mucho de ser economista. Él es graduado de Geografía y es uno de los pedagogos con más aportes a la asignatura. Su trabajo está centrado en la importancia de las actividades de campo, es decir, las excursiones al terreno que permiten comprobar lo que explican los libro y el profesor.

“Parto del criterio de que la Geografía no se puede estudiar en una silla, por eso hay que ir a las excursiones, a explorar, y llevar a la práctica los conocimientos previamente adquiridos en el aula”.

Giral hizo su Doctorado en Ciencias Pedagógicas en Moscú y desde aquel entonces comprendió la importancia de las prácticas de campo: “Mi tesis fue sobre un sistema de excursiones escolares para el desarrollo de la Geografía Física en Cuba. Cuando regresé, cambié mi perfil en el Pedagógico hacia el desarrollo de las actividades prácticas”.

Junto a otros tres profesores del Pedagógico diseñó planes de estudios para todas las enseñanzas, de manera que en cada una existan orientaciones precisas que permitan desarrollar excursiones al terreno: “Hicimos un estudio sobre la periferia de los centros educacionales. Tenemos en cuenta que en los alrededores de las escuelas hay componentes físicos, socioculturales y económicos. Es decir, los estudiantes que vivan en una zona urbana pueden perfectamente realizar, por ejemplo, visitas dirigidas a industrias.

“El educador en secundaria básica que hoy no hace prácticas de campo es porque no tiene el deseo o la voluntad; metodológicamente existen orientaciones suficientes para que el maestro se prepare. Está en el plan de estudio que ellos salgan al terreno. Además, estudiamos los lugares en la ciudad donde se pueden realizar acampadas pioneriles”.

Hicieron, además, un trabajo sobre lugares naturales, seminaturales y artificiales y cómo se podían utilizar cada uno de ellos: “El Jardín Botánico es totalmente artificial porque fue creado por la mano del hombre, pero todo lo que hay dentro es natural, es decir, esta es un área en la que se pueden realizar sin ninguna dificultad excursiones”.

Pero no solo ensancha teóricamente la importancia de estas actividades para estudiar y aprender Geografía, sino que además participa en todas las que se organizan en el instituto. Al hablar del tema se mueve en su silla y el tono de la voz se le escucha más alegre, disfruta mucho del campo y de las excursiones: “Este año es el quinto aniversario de una expedición científica en la que también participan profesores de Química y Biología. Me invitaron porque yo fui fundador de la primera que realizamos hace cinco años. Ahora vamos a ir a la Ciénaga de Zapata o a Viñales”.

Adalberto Giral hoy es un hombre consagrado a su profesión, pero nunca pensó ser maestro. Cuando terminó el preuniversitario empezó a estudiar Perforación y Extracción de Petróleo en Rumania, pero regresó a Cuba sin graduarse. Fue entonces que empiezó a estudiar Geografía en el Pedagógico.

“Recuerdo que escogí estudiar esta carrera porque pensé que pertenecía a las letras y el primer día de clases llegué y me senté en el grupo. La profesora pasó la lista y no mencionó mi nombre, entonces le pregunté y me explicó que Geografía era una ciencia y que estaba en el aula equivocada. Ya estaba ahí, no podía abandonar sin intentarlo, fui entonces y busqué mi grupo.

“El primer año fue complicado porque tenía que dar Matemática, Física y Química, pero a partir de segundo me fue muy bien, así me reorienté a la vocación de educador y amo esta profesión.”

Desde que se graduó trabaja en el Instituto Superior Pedagógico Enrique José Varona donde empezó como alumno ayudante en segundo año y ya lleva 33 años como profesor del centro. En ocasiones ha tenido que ir a trabajar a una sede o a provincia, pero siempre formando maestros. Entre esas experiencias están las de filiales del Pedagógico en Batabanó, Melena del Sur y la Isla de la Juventud.

Como resultado de su labor, por su consagración y por el esfuerzo que realizó en pos del mejoramiento de la educación, ha recibido diversos reconocimientos a lo largo de estos años. Pero los que más lo han emocionado fueron los merecidos por su último trabajo internacionalista: “La Misión Sucre me impactó, porque realmente esa es una tarea de voluntad. En Venezuela el trabajo es complejo y te esmeras tanto que llegas a amarlo.

“En realidad, solo tuve dos misiones, la nacional, con los alumnos provenientes de África, y la de Venezuela; las demás fueron colaboraciones en Bolivia y Honduras. La que fue en Cuba la hice en la Isla de la Juventud, entre el año 1989 y 1992. Di clases y fui, además, el jefe del Departamento de Geografía. Preparaba estudiantes de Zimbabwe y Angola como maestros, para que luego enseñaran en sus países. Con ellos también hice excursiones, fuimos, por ejemplo, a Viñales y a la Península de Guanahacabibes. Fue muy bonito, me encariñé mucho con ellos, todavía hoy algunos me escriben”.

Durante toda su carrera ha ejercido como profesor y dirigente. Cuando estudiante fue cuadro de la Federación Estudiantil Universitaria y de la Unión de Jóvenes Comunistas: “Después ingresé al Partido y me desempeñé como secretario del núcleo del Departamento de Geografía, hasta que marché a la Isla de la Juventud, allí comencé a dirigir las esfera administrativas, pero siempre tuve una idea fija: seguir superándome”.

Muchas veces como dirigente ha asumido tareas difíciles, como la de director de la secundaria básica República de Chile, en Marianao: “A veces amanecía con un práctica docente y dos profesores, todos para cuatro aulas de séptimo y cuatro de noveno. No había maestros”. Tuvo que impartir Educación Física a todos los grupos de octavo grado, clases de Matemáticas, Física, Historia… “el primer Profesor General Integral (PGI) de Marianao fui yo”, afirma jocosamente.

“Es uno de los momentos más gratificantes que he vivido. Tengo un carácter bastante explosivo, pero ese año me tranquilicé, sobre todo por los padres, con ellos no puedes ser agresivo, tienes que hablarles con ternura, cariño, exigen mucho. Hay alumnos de aquel entonces que hoy me reconocen y saludan por la calle.

“Por eso la idea de que nosotros, los profesores de educación superior, pasemos por las escuelas un año o seis meses es muy buena. Primero, permite aplicar las investigaciones propias sobre las enseñanzas primarias y medias; y segundo, te retroalimenta”.

La educación en Cuba es muy importante, el Estado y el pueblo prestan especial atención a la enseñanza y hemos alcanzado un prestigio a nivel internacional en esta esfera. Adalberto Giral comentó sobre las condiciones actuales y los problemas más observados. Opina que los PGI resolvieron un problema real: “Fidel tuvo esa genial idea, ellos pueden tener a veces problemas de contenidos, formación, de contacto con el estudiante, pero solucionaron la dificultad. No teníamos maestros y eso no se puede negar.

“En la ciudad, por ejemplo, ya todos los alumnos están en las escuelas la sección de la tarde, ahora hay un control y una disciplina mayor. Como todo procedimiento, tiene errores, los que se han corregido. Hay muchos de estos profesores graduados que son buenísimos, yo tengo algunos brillantes en la maestría.

“No creo que la educación haya decaído, porque está formada por un conjunto de elementos, no es solo la instrucción; sí pienso que la enseñanza ha tenido alguna dificultad, hay aspectos a reforzar, pero se ha ganado, por ejemplo, en amor a la Patria, solidaridad, antiimperialismo, disciplina, en organización de la escuela, en el trabajo con la Literatura, las Matemáticas y con la Historia de Cuba”.

El profesor Adalberto es optimista: “El problema de la educación se resuelve si cada maestro hace su trabajo con amor y se prepara con calidad. Hay profesores que demostraron que a pesar de las adversidades, se puede. Muchos abandonaron, pero otros nos quedamos y lo hicimos porque somos maestros, amamos la profesión”.

Rememorando su vida, Giral reconoce no arrepentirse de ser maestro: “La decisión fue correcta. Yo estoy aquí y soy formador de formadores. El Pedagógico crea muchas raíces en uno. La persona que lleva aquí muchos años quiere al Instituto y ama esta labor docente”.

Momentos felices tiene muchos, recuerda especialmente el día que por casualidad se encontró con una de sus hijas en un círculo social: “Fui a saludarla y me llama la secretaria del núcleo para que yo le entregara el carné del Partido Comunista de Cuba a mi hija, a mi propia hija”.

Apagué la grabadora, pero la conversación aún no terminó. Nos esperaba un final de aventuras cuando los dos quedamos encerrados en su oficina por un descuido del custodio del lugar. El profe Giral se moría de vergüenza; yo, lleno de emoción, pues la salida era una sola: bajar por un balcón a cuatro metros de altura. Llegué abajo sin rasguño alguno utilizando una soga como única ayuda. Giral quedó arriba esperando por el custodio, lo miré y nos despedimos con una sonrisa.

Esta entrevista forma parte del libro en preparación Rostros del Varona, escrito como examen final del género por alumnos de Periodismo de la Facultad de Comunicación de la Universidad de La Habana, a propósito del aniversario 45 de la casa de altos estudios pedagógicos.

FICHA TÉCNICA:

Objetivo Central: Resaltar la labor de Adalberto Giral como vicerrector económico y conocer de sus aportes a la Geografía en el área de las prácticas de campo.

Objetivos Colaterales: Conocer de sus inicios como educador. Ahondar sobre sus misiones internacionalistas. Preguntar sobre sus aportes científicos más importantes. Indagar sobre la educación actual en Cuba.

Tipo de entrevista:
Por los participantes: Individual.
Por su forma: De citas.
Por su contenido: De personalidad.
Por el canal que se obtuvo: Encuentro directo.

Tipo de título: Genérico.
Tipo de entrada: Directa o de presentación.
Tipo de cuerpo: De cita.
Tipo de conclusión: De relato curioso o significativo.
Fuentes consultadas: El entrevistado.

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