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Isla al Sur

PERIODISMO RETROSPECTIVO: CONTEMOS BIEN LO PASADO

PERIODISMO RETROSPECTIVO: CONTEMOS BIEN LO PASADO

Tema: ¿Cuál es su consideración acerca del tratamiento del pasado lejano en nuestra prensa?

CARLA GLORIA COLOMÉ SANTIAGO,
estudiante de primer año de Periodismo,
Facultad de Comunicación,
Universidad de La Habana.

Lo mejor que haya escrito Tom Wolf seguramente no es Emboscada en Fort Brag. Pero es inevitable resistirse -aún cuando se puedan leer mejores cosas- a la historia de unos rangers americanos en Fort Brag, contada desde ese periodismo de los 60 del pasado siglo, el nuevo periodismo. Wolf construyó la historia de aquellas personas de forma envidiable. Ahora es 2011. Cada etapa, cada época o sociedad, requiere de sus propias técnicas, sus maneras de comunicar desde un oficio como el nuestro.

¿Cómo hacer que lo pasado, el acontecimiento, sea narrado y que el lector no se atreva a dejar a un lado la publicación? El compromiso con quien nos lee es contar, hacer trascender el hecho con un discurso siempre talentoso.

¿Cuál es su consideración acerca del tratamiento del pasado lejano en nuestra prensa? fue la pregunta que presidió este trabajo, que pretende un acercamiento crítico al periodismo encargado de contar la historia en nuestros medios, modalidad con muchas dificultades en cuanto a conceptos y definiciones. Al respecto, Luis Raúl Vázquez, corresponsal del periódico Juventud Rebelde en Ciego de Ávila, en su artículo Periodismo Histórico: la criatura que quiere vestirse, expresa:

“Mientras que el Periodismo de Investigación o el Periodismo Literario gozan de una definición, resulta infructuoso encontrar un concepto que explique ese quehacer de los reporteros cuando se acercan a los materiales de la Historia (…)”.

La legitimidad conceptual de esta modalidad del periodismo aún no existe en el ámbito gremial. Es esa una gran dificultad, pero no la única, “(…) porque en el pasado pueden encontrarse sucesos con la suficiente relevancia y una buena dosis de carga humana, con sus respectivos conflictos, capaces de movilizar por sí solos el interés de las audiencias. Pero ello, en nuestra opinión, no basta y de hacerlo así, sería entender la Historia como un closet en el que se guardan los folclorismos de nuestras familias. La problemática es más compleja”; esta sentencia de Luis Raúl Vázquez es palpable hoy en nuestra prensa. Escasea el periodismo que busque la manera adecuada de narrar el hecho acontecido.

Pedro Antonio García, periodista de la revista Bohemia e historiador de profesión, comenta sobre el tema: “Yo digo que existen dos tipos de Periodismo Histórico: el Periodismo Histórico y el Antiperiodismo Histórico. Cuando me refiero al segundo, hablo de un periodismo que no utilice la emotividad, que no vaya a mover los sentimientos del lector desde la historia. Hay que tratar a las personas de las que se habla como seres humanos y eso le falta al Periodismo Histórico actual, que cae en el kitch antihistórico, o lo que es peor, en la mediocridad por el desconocimiento que hay de la historia, lo cual conlleva entonces a ficcionar sobre los hechos. El Periodismo Histórico es, además, cientificidad.

“El tratamiento del pasado lejano en nuestra prensa deja mucho qué decir, porque después que en la década de los ochenta del pasado siglo se alcanzó una fuerte especialización periodística, muchos trabajadores del sector se dedicaron a otra cosa, por lo que hoy nuestros medios carecen de esa preparación”.

Por su parte, Luis Raúl Vázquez opina: “Me parece pobre el tratamiento de temas históricos, y no se aprovechan las oportunidades que brinda el pasado, para utilizar un término más asequible.

“Se pueden hacer desde un reportaje como los que escribió Leonardo Padura o una investigación sobre las intrigas de poder en la Revolución del 33, que dieron al traste con la derrota del ala más radical de ese movimiento. Pero en nuestra prensa todo se mueve a base de efemérides y se soslayan otros elementos muy importantes de la realidad pasada. Por ejemplo, el movimiento arquitectónico del país en los años 20, ¿quién habla de eso?, y así, si nos ponemos a indagar, encontraríamos material para hacer una revista dedicada exclusivamente al Periodismo Histórico”.

Un periodismo que pretenda brindar al lector lo acontecido, no puede ser hijo de la improvisación. Sobre las herramientas que les han facilitado su trabajo, hablan estos periodistas.

“Las técnicas son las mismas del periodismo y la literatura. ¿Por qué empezar siempre por los inicios de los acontecimientos? ¿Por qué narrar en orden cronológico si se puede innovar? El Periodismo Histórico se tiene que nutrir de todas las técnicas, pero el periodismo no es literatura y la historia no es ficción. Hay que saber reactualizar los temas, y eso es un reto de cada quien. Lo más fácil es lo otro, contar la historia como vemos en nuestros medios, lo difícil es «enganchar» al lector”, opinó Pedro Antonio García.

Al respecto, Luis Raúl Vázquez expresa: “Las técnicas que se utilizan para este tipo de trabajo dependen del género. La única gran diferencia entre el Periodismo Histórico y otro tipo de modalidad es la materia prima y su campo de acción, en este caso el pasado de las sociedades. Lo demás se mantiene, y sobre todo, el ejercicio de la ética y el rigor”.

Juan Morales Agüero, corresponsal de Juventud Rebelde en Ciego de Ávila, como Gabriel García Marques, prefiere la entrevista como técnica de recogida de datos, no como género. “Las fuentes vivas son verdaderos filones que debemos explotar, por cuanto entrañan el testimonio de personas que vivieron o conocieron de primera mano los detalles acerca del tema que estamos investigando para convertirlo luego en un reportaje.

“También son muy importantes las fuentes pasivas, como las hemerotecas. Yo no acometo ningún trabajo periodístico de corte histórico sin antes zamparme los periódicos de la época o los libros escritos sobre el asunto. Actualmente, no se excusa a nadie que se mueva en el ámbito del Periodismo Histórico y no consulte Internet y extraiga de su inconmensurable red de sitios los elementos necesarios para su pesquisa”.

El escaso tratamiento de temas históricos en nuestros medios se debe en su mayoría, según los entrevistados, a la falta de profesionalización en los trabajadores del sector.

“El periodista debe ser ante todo culto. El periodismo es una carrera como la del historiador, que nunca se acaba. Uno de los problemas del Periodismo Histórico es la improvisación de los profesionales. Hay que tener cuidado, porque al lector le cuesta leer un trabajo en retrospectiva. Todo lo que huela a historia el lector tiende a rechazarlo”, dijo García.

Este periodista prosigue: “También existe un gran problema: la enseñaza de la historia en la escuela cubana no ha sido la mejor. Ha habido mucho libertinaje y eso no trae buenas consecuencias. Pero algo que arremete mucho contra este tipo de trabajos es que a veces los propios directivos incomprenden maneras nuevas de hacer y se cae  entonces en el panfleto”.

Vázquez opina que el fenómeno está dado “por la desmotivación, la falta de profesionalización, la carencia de espacios, la ausencia de una debida estructura en las redacciones para abordar esos temas  y una amplia agenda en la opinión pública de la sociedad, que no es abordada por los medios u otros espacios, y que hace que los periódicos -aquellos que pretendan acercarse a esa agenda- se vuelquen a ella”.

“Creo que esta situación también se debe al desconocimiento colosal de la historia en general y de la historia local en particular. Por esas razones, un grupo muy reducido de colegas son los que abordan estos temas en nuestros medios de prensa. La Historia es una asignatura pendiente en la formación de muchos periodistas cubanos. El periodismo sobre temas históricos no solo lleva rigor investigativo, sino también muchos conocimientos adquiridos directamente de los libros. Y nosotros sabemos que la lectura sistemática no es el fuerte de nuestro gremio en los tiempos que corren”, expresó Juan Morales Agüero.

Evidentemente, no abundan aquellos historiadores del instante de los que habló André Malraux, por tanto, no existen las buenas historias que se requieren. Los autores entrevistados ofrecen criterios puntuales acerca de la abundancia o no de esta modalidad del periodismo en los medios cubanos.

¿Si tuviera que elegir uno de nuestros medios, cuál seleccionaría por su mejor desempeño en el tratamiento de temas históricos? A este cuestionamiento también dieron respuesta.

“Siempre existen excepciones, por ejemplo, Fabiola López en la televisión; pero aquel famoso equipo que había en Juventud Rebelde ya desapareció. Los trabajos de Ciro Bianchi, excelente periodista, tienen elementos de Periodismo Histórico, pero no es Periodismo Histórico como tal, se dirigen más hacia lo costumbrista. Hace rato que en Juventud Rebelde y Granma no veo un trabajo de este corte. De los medios provinciales que se han destacado en esta modalidad se encuentran el Sierra Maestra, el Escambray, y el Vanguardia”, expresó Pedro A. García.

“Yo creo que todos son susceptibles de darle un tratamiento de excelencia a esos temas”, así confiesa Morales Agüero al referirse a la pertinencia de uno u otro soporte mediático. Y agrega: “La televisión, por la dramatización visual del hecho histórico mediante los recursos que propicia la imagen, y la radio por sus atributos técnicos especializados, como los efectos de sonido y la propia palabra hablada. Eso llega con rapidez a los televidentes y los oyentes. El periodismo digital tiene el incentivo de la multimedia, que pone en manos del periodista desde infografías hasta música e imágenes. En lo personal, si de rigor se trata, me quedo con la prensa escrita. Tal vez mi opinión suene un poco romántica, pero un reportaje histórico redactado con todos los aderezos investigativos que caracterizan a los especialistas de la revista Bohemia es como para chuparse los dedos”.

Pedro A. García comenta: “Hoy en Bohemia el hecho de que el espacio para la historia esté compitiendo con Cultura y Deportes indica que se ha logrado algo. Bohemia se hace para un público mayor de 20 años, con cierto nivel cultural;  entonces el Periodismo Histórico no puede ser igual al que se hace en Somos Jóvenes, por ejemplo, donde, sin violar las reglas del periodismo y la historia, los trabajos deben tener algo de ficción para el establecimiento de una comunicación con su público adolescente. El trabajo en Bohemia tiene que ser más científico”.

¿Qué no se debe dejar de tener en cuanta cuando se hace periodismo histórico? es un cuestionamiento que le puede surgir  a muchos, más aún cuando se está en la Academia. Sobre este aspecto, Morales Agüero sugiere:

“Son esenciales el rigor del dato, la hondura en la investigación, la precisión de la fecha, la acuciosidad profesional a la hora de manejar información en bruto. Advierto que «historia» no es solo el suceso de carácter sociopolítico o el análisis de un determinado  período, como tal vez alguien pudiera pensar. Es, en esencia, todo lo que ha ocurrido en el mundo antes del instante que estamos viviendo. En mi humilde criterio, no hay historia del presente -hablando en términos estrictamente temporales- y mucho menos historia del futuro. El Periodismo Histórico no es una especialidad para tomar a la ligera. No admite improvisaciones ni mucho menos superficialidades”.

Existen, como estos, muchos profesionales que reconocen las deficiencias que hoy presenta en nuestros medios el tratamiento del pasado lejano. Es imprescindible que el nivel del periodismo encargado de contar la historia rebase los límites del estancamiento en que hoy permanece.

“Parece que nos encontramos ante un escenario semejante al de los huecos negros, esas zonas existentes en el espacio que, según los astrónomos, son palpables, pero que al adentrarse en ellos se corre el peligro de introducirse en un túnel sin salida y para siempre”, así expresó Luis Raúl Vázquez en Periodismo Histórico: la criatura que quiere vestirse. Se hace necesario que al coger un periódico en mano, el trabajo que hable de lo que sucedió un tiempo atrás, sea leído hasta el final, no con pereza, sino con el interés y la calidad que deben caracterizar al buen periodismo.

Bibliografía:

Vázquez Muñoz, Luis Raúl. Periodismo Histórico: la criatura que quiere vestirse. En: http://www.crisisyestado-nacion.org/

reportajes_Periodismo_Historico_la_criatura_que_quiere_vestirse.php. Consultado el 19 de junio de 2011.

Periodistas consultados:

Juan Morales Agüero, corresponsal de Juventud Rebelde en La Tunas.

Luis Raúl Vázquez, corresponsal de Juventud Rebelde en Ciego de Ávila.

Pedro Antonio García, periodista de la revista Bohemia.

 

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