MÁS CALOR Y MENOS LLUVIA PARA EL 2050
Especialistas del Instituto de Meteorología investigan sobre los efectos del calentamiento global para Cuba.
VERÓNICA ALONSO CORO,
estudiante de primer año de Periodismo,
Facultad de Comunicación,
Universidad de La Habana.
Un 14 por ciento del territorio cubano perjudicado por el ascenso del nivel del mar, aumento de la temperatura en más de dos grados y reducción de las precipitaciones entre un 10 y un 20 por ciento son los principales efectos que se esperan del cambio climático en nuestro país para el 2050.
“Alrededor de un millón de cubanos se verá afectado directa o indirectamente por el aumento del nivel del mar. Se prevé, además de la desaparición de comunidades costeras, un incremento de los vectores transmisores de enfermedades y de los problemas diarreicos a causa del empeoramiento de la calidad del agua”, expresó Eduardo Planos, investigador del Centro de Clima del INSMET.
Amílcar Calzada, investigador del Departamento de Meteorología Marina, explicó que el tamaño de las olas, la tectónica, la marea astronómica y especialmente los ciclones tropicales, son algunos de los muchos factores influyentes sobre el nivel del mar en las islas del Caribe.
Las predicciones se realizan en el Departamento de Clima y de Meteorología Marina del Instituto de Meteorología (INSMET) en La Habana siguiendo tres parámetros posibles. El primero asume el mantenimiento estable de las emisiones de tóxicos a la atmósfera; el segundo, una reducción de estas y el tercero pronostica de acuerdo a un posible empeoramiento de las condiciones existentes.
Además de la ascensión de la altura del mar, en Cuba se observará un aumento de la temperatura aproximado de 2,5 grados. Esto trae consigo la reducción de las precipitaciones entre 10 y 15 por ciento y, por tanto, déficit de agua y afectación a la agricultura, principalmente en el cultivo de la papa, explicó Planos.
Para aminorar los efectos, el gobierno cubano desarrolla varias iniciativas, entre ellas un programa conocido como Macroproyecto, además de la Estrategia Cubana de Enfrentamiento al Cambio Climático y la llamada Comunicación Nacional. Esta última estudia lo relativo a la vulnerabilidad, impacto y adaptación al cambio climático.
Entre las ideas que se discuten para reducir los efectos del fenómeno en la ciudad de La Habana, aunque aún de forma hipotética, están la elevación del muro del Malecón y el establecimiento de un límite inferior de altura para las viviendas a lo largo del borde costero, expresó Pedro J. Pérez Osorio, jefe de Meteorología Marina del centro.
Pie de fotos: 1: Labores de rescate durante el Huracán Ike en 2008; 2: Inundaciones provocadas por el Huracán Wilma en 2006, en La Habana.
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