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PERIODISMO: IDEOLOGÍA ENTRE LÍNEAS

PERIODISMO: IDEOLOGÍA ENTRE LÍNEAS

Tema: En El secreto de la pirámide, el periodista y teórico Adelmo Genro Filho subraya: “Los hechos solo adquieren sentido en un contexto particular que precisa, en cierta medida, ser establecido subjetivamente, no solo dándole un amplio margen a la ideología, sino exigiéndola como necesaria”.

ZULEMA SAMUEL DEL SOL,
estudiante de primer año de Periodismo,
Facultad de Comunicación,
Universidad de La Habana.

La ideología fue considerada en los siglos III y IV a.n.e como una materia amorfa de voluntad propia, una especie de tejido vivo de diversos comportamientos. Esta podía heredarse, imponerse, adoptarse, transformarse, madurar, manipularse y desaparecer con la pérdida de las capacidades cognoscitivas del individuo, como Platón dejó entrever en los diálogos del Fedón (2010: Web).

En el siglo XXI son varias las teorías y estudios referentes a la ideología. Ahora, como nunca antes, el término desempeña un rol preponderante en los medios de comunicación.

La ideología en los medios

La ideología se ha proyectado a lo largo de la historia a través de varios focos visores, algunos bastante contrastantes. Ha sido presentada desde las acepciones más generales que la aceptan como un “conjunto de ideas, valores, principios y creencias (que) explica y justifica la organización, carácter, bases jurídicas y funcionamiento de la sociedad y la clase dominante" (Van Dijk, 2003:20), hasta otras orientados a campos más específicos.

Dentro de la última vertiente destacan las declaraciones del teórico español Jesús Martín Barbero, quien representa la ideología como "una mediación que impone límites a lo que puede ser dicho y a las maneras de decirlo por medio de un sistema de orden, (…) en correspondencia con visiones del mundo dominantes" (citado por Güides Ortíz,  2014: Web).

Cabe destacar que su enfoque se limita a la superficie del problema. En realidad, dentro de los medios, la información subyace bajo varias capas de influencia: primera, si lo establecemos en orden jerárquico, la agenda del medio transversalizada por la agenda política, después la de los editores, seguida por la del periodista o comunicador y, por último, la de las fuentes.

El teórico estadounidense James Burnham, citado por Ernesto Guevara en sus Apuntes Filosóficos, expresó que las ideologías susceptibles de influenciar a las grandes masas y de merecer su aceptación, son la argamasa verbal indispensable para cimentar y mantener la estructura de cualquier tipo de sociedad. Estas (…) ordinariamente tienden a servir y favorecer los intereses de un determinado grupo o clase social. (…) Ninguna reconoce abiertamente que solo es vocera del grupo cuyos intereses en realidad expresa (…). A su vez cada grupo insiste en que su ideología tiene validez universal y expresa los intereses de la humanidad como un todo, trata de conseguir que la misma sea universalmente aceptada (Guevara, 2013:66).

Si tomamos los planteamientos del catedrático de la Universidad de Ámsterdam, Teun Van Dijk y el estudioso norteamericano James Burnham, como directriz, entenderíamos que todo individuo al encontrarse ante un determinado suceso adopta inconscientemente una posición apegada a  sus valores y criterios, por lo tanto, resultaría imposible afrontar cualquier situación cotidiana sin apegarnos a nuestra ideología.

En El secreto de la pirámide, el periodista y teórico brasileño Adelmo Genro Filho subraya: “Los hechos solo adquieren sentido en un contexto particular que precisa, en cierta medida, ser establecido subjetivamente, no solo dándole un amplio margen a la ideología, sino exigiéndola como necesaria” (2010:226). En dicha frase se resume la tesis de este trabajo: el apego incondicional del individuo a sus ideas, determinado por la intencionalidad presente en todo accionar.

La ideología y el periodismo

El periodismo, al ser ejercido por individuos naturales, se acoge al precepto anterior. Después de todo, la profesión se sustenta en tres cuerdas medulares: la información, la interpretación y la opinión. El profesional, incluso cuando en pos de la objetividad muestra datos y hechos, representa inconscientemente una posición ideológica en la manera de proyectar y discernir entre lo útil y lo innecesario, de escoger fuentes y emplear sus juicios en la contraposición de escena y hasta en el uso de los signos de puntuación.

Lo que somos, lo que pensamos, nuestros sistemas de representación social, no solo como periodistas, sino como seres humanos, tendrá siempre una proyección más o menos explícita en cualquier tarea que desarrollemos. La medida de esa expresión estará siempre vinculada proporcionalmente a las formas en que sean coherentes esas concepciones individuales con las del resto de los grupos sociales o estructurales en los que nos desarrollemos, comentó al respecto Liomán Lima Padrón, periodista de Prensa Latina, vía correo electrónico.

La Doctora en Ciencias de la Comunicación, Iraida Calzadilla, en el artículo “El análisis y la interpretación para entender el mundo”, relaciona los conceptos lacanianos “realidad” y “real” y resume, apegada a los escritos del teórico, el primer término como “el conjunto de cosas tal cual son percibidas por el ser humano”, en tanto lo real son “las cosas, sean percibidas o no por el ser humano” (2011: Web).

La también Profesora Titular de la Facultad de Comunicación de la Universidad de La Habana, establece que los comunicadores trasmiten en cada uno de sus productos diversos grados de intencionalidad, pues hasta en el acto de no opinar sobre algo se defiende determinada posición, ¿y que son las intenciones y posiciones del sujeto sino extensiones de su pensamiento e ideología?

Los estudios realizados en la Universidad de Navarra, España, sobre la influencia de las actitudes profesionales del periodista europeo en las noticias, así lo demuestran. Los investigadores del Departamento de Comunicación Pública de dicha institución, María José Canel y José Javier Sánchez–Aranda, definieron que en una muestra de mil periodistas españoles el 34 por ciento considera su esquema mental (ideología y escala de valores) como un elemento primordial proyectado necesariamente a la hora de enfocar las noticias (2000: Web).

En nuestra isla, la afiliación ideología-noticia-opinión tomó un giro diferente a partir de enero de 1959. Fue entonces cuando “se redujo el número de periódicos para eliminar las publicaciones dedicadas a intereses particulares. Se reorganizaron más de cien estaciones de radio para lograr una emisión a todas las regiones del país y se instauraron dos canales de televisión. Se creó la Agencia de Información Nacional, la Agencia Prensa Latina y el ICAIC. Los medios de comunicación masiva se convirtieron en vehículos fundamentales para la expresión de la nueva sociedad”, relató Daynet Rodríguez Sotomayor, subdirectora del portal digital CubaSí, en entrevista vía correo electrónico.

Desde ese momento hasta la actualidad, el sistema de comunicación cubano se estableció con un carácter no autónomo. Su funcionamiento se encuentra supeditado a la funcionalidad del sistema político, y, por tanto, su accionar está estrictamente vinculado con las normas de la estructura política, describió Lima Padrón.

Con el escenario político actual, Cuba y nuestros medios son ejemplo de una ideología y cultura de la resistencia contra la cultura de la colonización, que hace frente a los empeños de los que han querido liquidar nuestra identidad y borrar la historia, solo que a veces en ese empeño somos aburridos o repetitivos. Luchamos más contra ese enemigo y nos olvidamos un poco de las necesidades de nuestro público.

Ahí es precisamente donde se aprovechan, globalizan y estandarizan el gusto mediante los productos norteamericanos contenidos en los llamados “paquetes”, que no son más que un recipiente de su ideología: la del individualismo, la superioridad, la colonización, el consumismo a ultranza, la tontería, la frivolidad yanqui y el culto a las marcas, agregó Rodríguez.

Fidel Díaz Castro, director de la publicación trimestral El Caimán Barbudo, argumentó que nuestros medios son demasiado ideológicos en su proyección clasista, lo cual no condiciona que la ideología transmitida en ellos siempre llegue al destinatario deseado, sobre todo, si la mayoría de las veces se violan en el intento las más elementales leyes de la comunicación mediática.

Fuera de “teques” o estereotipos gastados, nuestra prensa asume su rol ideológico porque entiende cómo toda labor humana está condicionada de manera indisoluble a un sistema de ideas propias, adheridas a cada acto de comunicación.

Bibliografía:

Calzadilla, Iraida: El análisis y la interpretación para entender el mundo. En mesadetrabajo. URL: http://mesadetrabajo.blogia.com/
2011/122608-el-analisis-y-la-interpretacion-para-entender-el-mundo.php. Consultado: 20 de abril del 2014.

Genro Filho, Adelmo: El secreto de la pirámide. Ediciones AVN. Caracas, Venezuela. 2010.

Guevara de la Serna, Ernesto: Apuntes Filosóficos. Editora Ciencias Sociales, La Habana, Cuba. 2013.

Güides Ortíz, Oscar Rolando: Las ideologías profesionales de los periodistas y su influencia en la producción de noticias. En: Monografías. URL: http://www.monografias.com/
trabajos81/ideologias-profesionales-periodistas-influencia-noticias/
ideologias-profesionales-periodistas-influencia-noticias4.shtml#ixzz2zER8UD00. Consultado: 24 de abril del 2014.

José Canel, María; Sánchez–Aranda, José Javier: La influencia de las actitudes profesionales del periodista español en las noticias. En: Dialnet. URL: http://dialnet.unirioja.es/
servlet/articulo?codigo=72392. Consultado: 20 de abril del 2014.

Platón: Fedón. En: Free Books. URL: espanol.freee-books.net/
ebook/Fedon/pdf/view. Consultado: 3 de junio del 2014.

Van Dijk, Teun: Ideología y discurso. Una introducción multidisciplinaria. Ediciones Ariel. Barcelona, España. 2003.

Periodistas consultados:

Liomán Lima Padrón, periodista de la Agencia Prensa Latina.

Daynet Rodríguez Sotomayor, subdirectora del portal CubaSí.

Fidel Díaz Castro, director de la publicación El Caimán Barbudo.

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