¿PINAR DEL RÍO EN ITALIA?

El museo de Bellas Artes de La Habana, edificio de Arte Universal, expone la única obra del retratista italiano Giovanni Boldini en Cuba: una mujer, conocida por muchos de los señores de la más alta aristocracia.

DAVID DELGADO SECO,
estudiante de primer año de Periodismo,
Facultad de Comunicación,
Universidad de La Habana.

El único cuadro en Cuba del pintor realista italiano Giovanni Boldini, Marquesa de Pinar del Río, está expuesto en el Museo de Bellas Artes de La Habana y fue inspirado en una señora de compañía, quien se codeaba con relevantes personalidades de la década de 1920, en la etapa neocolonial.

En una de sus visitas a Cuba, el artista plasmó en su cuadro a la misteriosa mujer, quien siendo una meretriz captó la atención de importantes figuras del siglo veinte en la Isla, ejemplo de esto, Roberto Partagás, nieto del fundador de uno de los tabacos más famosos del mundo.

“Es inaudito el hecho de que Boldini se haya fijado en ella como modelo para su lienzo. Pero, extremadamente bella, realizaba continuas apariciones por el teatro García Lorca, de la mano de hombres de familias poderosas”, cuenta Marelys Martinez, fundadora e historiadora del museo y especialista en arte europeo.

Durante el encuentro pactado por Boldini y su modelo, existió algún tipo de conversación, puesto que el nombre de la obra es Marquesa de Pinar del Río, lugar donde parece le fueron regaladas por sus amantes alguna que otra posesión. Muchas personas cuando ven el cuadro se preguntan si es qué era de Pinar del Río o donde queda en Italia un sitio con tal denominación.

El cuadro presenta dimensiones enormes. En 200,5 centímetros de alto por 128,5 centímetros de ancho, plasma la belleza de la modelo, interpretando la más alta elegancia de la primera mitad del siglo. Hoy ocupa, debido a reparaciones dentro del museo, un espacio recóndito, donde solo los más curiosos acceden al deleite del gigantesco óleo.

“La procedencia de la pintura y cómo llegó la museo es igual un enigma; muchas de las obras que posee el centro son donaciones, otras se obtienen a través de depósitos, y las demás, con un fondo destinado por la institución para ese fin, pero, desde la inauguración del museo La Marquesa se encuentra  con nosotros”, afirma la historiadora.

Al parecer, el artista gustaba de pintar mujeres deslumbrantes y elegantes, pues Berenson, crítico internacional de arte, en 1958 expresó: “Era una artista ultra chic, en su forma muy particular, especialmente cuando retrataba larguiruchas señoras de la lata sociedad internacional que aparecen pintadas como debajo de un vidrio traslúcido (…) pero esos retratos tienen un fuerte poder de encanto: revelan espontáneas y seguras cualidades de pintor…”.

En la revista The Glass of Fashion, de 1955, Cecil Beaton escribe acerca del pintor: “Por más que su trabajo se haya hecho superficial y mercantilista, Boldini siempre fue capaz de transmitir al espectador la alegría que le inspiraba las absurdidades que retrataba. Hasta el más insoportable de sus retratos revela una inmensa diversión”.

Tomás Deuglofeu, museólogo del centro, precisó: “Impactados quedan los que tienen la paciencia y al final del cuarto piso del salón italiano, llegan hasta el fondo del pasillo y detrás de algo parecido a una columna, solitaria, esperando a sorprender, está ella, sabiéndose hermosa, sabiéndose impresionante, La marquesa aguarda “confiada” de quien la vea quedará hechizado de la misma forma que el artista”.

Pie de foto: Marquesa de Pinar del Río, de Giovanni Bondini, expuesto en el museo de Bellas Artes.

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