UN SUPERHÉROE DE TODOS LOS DÍAS
Modesto Labarca conduce un P12 habanero. Es el amigo que nos lleva al trabajo o la escuela y tiene que lidiar de cerca con la Cuba de estos tiempos.
Texto y foto:
AILÉN RIVERO HERNÁNDEZ,
estudiante de primer año de Periodismo,
Facultad de Comunicación,
Universidad de La Habana.
Un mediodía caluroso preferí posponer el almuerzo para hablar con Modesto Labarca, el chofer del P12 que me ha llevado desde mi lejano Santiago de las Vegas hasta la céntrica Habana casi todos los días. Es un hombre sonriente que se sorprendió, pues la modestia, implícita hasta en su nombre, no le dejaba entender el interés hacia un trabajador del transporte. Accedió, aunque él también retrasaría su almuerzo, y luego de parquear a buen resguardo su “monstruo” sobre ruedas, comencé el diálogo.
-¿Cuántos años lleva como chofer?
“Desde 1984”, responde con tremenda naturalidad, sin darse cuenta de que sus años de trabajo casi duplican mis años de vida.
-¡1984! ¿Y siempre ha sido
chofer de transporte público?
Siempre desde esa fecha.
-¿Cómo le va con los P?, ¿cuán
diferente son a los “camellos”?
Son más fácil de trabajar que el camello, porque el P es guagua y el camello, camión. Pero da igual el medio de transporte, el problema es la gente: no quieren pagar y se niegan a contribuir con la alcancía, se montan por las puertas de atrás, hay mucha indisciplina.
-¿No afecta su visibilidad que
la guagua sea tan larga?
“Yo tengo un espejo bueno, grande, y miro bien. La cuestión no es el largo de la guagua, sino la experiencia de chofer y el cuidado que tenga”, aclara orgulloso y me hace imaginar con los gestos su cuidado al manejar. Por momentos, la manera en que habla de la profesión, me hace idealizarlo como el superhéroe que salva el día usando correctamente un espejo retrovisor. La imagen se vuelve algo absurda, sin embargo, no puedo evitar halagarlo: “Es mucho tiempo de costumbre, ya tiene la técnica. Ahora quisiera que me hablara más de la gente”, indago.
“¡La gente! Mira, hay cantidad de juventud en la calle que no paga. Han pasado el Servicio Militar hace años y todavía enseñan los pases con el fin de no pagar. Uno tiene que estar arriba de ellos y entonces responden con el pasecito ese. Se les nota que hace diez años que estuvieron en el Servicio, y todavía hacen eso”.
-¿En sus años de trabajo ha sufrido
algún incidente en la guagua?
Aquí han ocurrido muchas cosas: robos de cadena, peleas, hasta incluso puñaladas. ¡Ay, mija!, no es fácil.
-¿Y los accidentes?
Gracias a Dios hasta ahora no he tenido accidentes grandes. Una vez me llevaron el espejo, pero no más que eso.
-¿Las peores horas del día?
Por la tarde, porque es cuando la gente sale del trabajo y algunos acostumbran a esa hora “darse el buche”. En la mañana los pasajeros van a trabajar, se acaban de levantar. Pero después del mediodía el pasaje se torna más difícil.
-¿Piensa que los P son los indicados
para el transporte en Cuba?
Estos sí. Pero dicen que hay otros ahora que son más largos.
-Respecto al tema, ¿cómo se comporta
el nuevo carril exclusivo para el
transporte público?, ¿los demás
vehículos lo respetan?
¡Cómo no! ¡Eso que ha hecho la policía es tremenda cosa! Yo quisiera felicitar de corazón al que tuvo la idea. Es magnífico lo que han hecho para nosotros, te lo digo de corazón.
-Sobre la situación de los P, este
mismo tiene el piso roto…
Ah, mira, eso sí, están medio podridos. Pero la cuestión es la falta de calidad que tuvieron en la fabricación, ¿me entiende? Están medio podridos. Hemos tenido que ponerle “cines” para poder resolver el problema.
-Entonces, por una parte, el tamaño que
tiene el P resuelve, pero, al mismo tiempo,
su mala fabricación puede ser un problema.
Por eso le preguntaba si cree que
solucionen la situación del transporte.
A pesar de que estén medio rotos, estos carros están diseñados para el transporte público y, a no ser por sus defectos de fabricación, son los indicados para el país.
-¿Qué propondría para mejorar
el transporte en Cuba?
¿Para mejorar el transporte? Que hubiera más guaguas y con mayor calidad, claro.
-¿Y su opinión sobre
nuestros ómnibus?
“Que ojalá mejoren, porque así pasamos mucho trabajo”, dice con una expresión de optimismo.
Que así sea.
Pie de foto: Casi treinta años de trabajo no le han quitado las ganas de hacer bien su labor a este guagüero.
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