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Isla al Sur

CUP VS. CUC

CUP VS. CUC

La unificación de las monedas en Cuba debe lograrse más temprano que tarde, pero su ejecución no puede ser de un día para otro, pues los procesos necesarios para concretarla son complejos.

Texto y fotos:
OLIVIA RODRÍGUEZ MEDEL,
estudiante de primer año de Periodismo,
Facultad de Comunicación,
Universidad de La Habana.

En el próximo mes de abril (2016) se celebrará el VII Congreso del Partido Comunista de Cuba, uno de los objetivos del debate será analizar el cumplimiento de los Lineamientos de la Política Económica y Social del Partido y la Revolución. Uno que probablemente resultará muy atractivo tendrá que ver el de la dualidad monetaria.

Actualmente, en la Isla circulan dos monedas: pesos cubanos convertibles (CUC) y el peso cubano (CUP), pero no siempre fue así. El licenciado en Economía Raúl Hernández Balán hace un poco de historia y explica que en Cuba llegaron a circular tres monedas al mismo tiempo: CUP, el dólar estadounidense o USD por sus siglas en inglés (luego de ser despenalizado en 1994) y el euro (este solamente en Varadero).

Amplía que después se creó el CUC –sustituto del USD- por la necesidad de tener un capital cubano con respaldo en oro, pues el CUP no tenía valor suficiente.

La coexistencia de ambas monedas ha devenido problema para la mayoría de las personas, y quizás una de sus causas más importante sea que una buena parte de los productos se ofertan en CUC y los salarios se pagan en pesos cubanos. Existe otra variedad de retribución monetaria: el salario en CUP con estimulación en CUC.

Para la trabajadora de Etecsa, María Ofelia Menéndez Cuéllar, el pago en las dos monedas tiene ventajas y desventajas, estas últimas teniendo en cuenta que el CUC, al no formar parte del salario, no acumula para el retiro. Añade que el principal problema es la insuficiencia del pago en ambas monedas, que no se corresponde con la realidad del país ni con los precios, siquiera de los artículos de primera necesidad.

A propósito el lineamiento No. 55 de la Política Cambiaria, perteneciente a su vez a la Macroeconómica, expresa: “Se avanzará hacia la unificación monetaria, teniendo en cuenta la productividad del trabajo y la efectividad de los mecanismos distributivos y redistributivos. Por su complejidad, este proceso exigirá una rigurosa preparación y ejecución, tanto en el plano objetivo como subjetivo”.

Es cierto que ese procedimiento está inconcluso, pero en su desarrollo se ha avanzado bastante gracias a la mencionada posibilidad de pago con las dos monedas en la mayoría de los establecimientos estatales, lo que facilita la compra y elimina a la Casa de Cambio (Cadeca) como intermediaria entre el cliente y la tienda que antes era solo en CUC.

La dualidad monetaria a la hora del pago NO se ha extendido en ambas direcciones, en los lugares que originalmente vendían solo en CUP no aceptan pesos cubanos convertibles.

Otra arista de este tema es la cantidad de billetes que se deben llevar a la tienda cuando el artículo es de gran valor y el pago será en CUP. Se crearon billetes de alta denominación (200, 500 y 1 000) para aliviar este proceso; además se introdujo el pago por tarjeta que, aunque no está generalizado en la red minorista, constituye un mecanismo efectivo muy usado en todo el mundo.

Entre tantos aspectos económicos, monetarios y numéricos existe otro muy importante fuera de esas categorías: la psiquis. La psicóloga Laura Cepero Elordi aclara que la influencia mental de las cifras grandes se relaciona con la representación que las personas se hacen.

“Los sentidos son muy importantes, de forma visual es más impactante ver un número grande que uno pequeño, por eso en algunas ocasiones las personas tienden a rechazar el producto; auditivamente sucede de la misma forma, pues no es igual escuchar uno que 25, cuando se hace la conversión es lo mismo, pero el símbolo no”, añade.

Según la licenciada, el grupo etario de los adultos mayores quizás sea el más afectado con los números grandes “debido a la pérdida lógica de facultades, les tomará más trabajo contar el dinero”.

La dualidad monetaria no tiene aspectos negativos solo desde el punto de vista de las personas naturales, sino también desde la perspectiva de las jurídicas.

El Licenciado Hernández hace referencia a este aspecto y explica que la contabilidad en las empresas resulta un poco engorrosa, pues es necesario llevarla en ambas monedas; precisa que el CUC y CUP le pusieron un pare a algunos de los mejores sistemas informáticos del mundo usados en ese proceso, pues no estaban totalmente preparados para operar con dos monedas, pero finalmente se lograron adaptar.

En la Resolución No. 19 de 2014, emitida por el Ministerio de Justicia y publicada en la Gaceta Oficial de la República de Cuba, se expresa: “Se hace necesario dictar una norma específica de contabilidad que establezca los elementos para el registro contable del proceso de eliminación del peso convertible (CUC) en las relaciones entre las entidades económicas...”

Cuando las empresas comercian entre sí deben pagar uno por uno, es decir, un peso convertible por un peso cubano. Existen algunas que solo operan en CUC, pero pagan los salarios de sus trabajadores en CUP, para lo cual tienen que utilizar la tasa de cambio de 1 CUC por 25 CUP.

El futuro de la situación monetaria en Cuba es aún incierto, y quizás todos se pregunten qué rumbo tomará. Es necesario que la vía a utilizar resulte factible para la población y las empresas.

Pie de fotos: 1-La dualidad exige, en muchas ocasiones, realizar cambios de una moneda para la otra, lo cual resulta incómodo. 2 y 3-Varios billetes de las monedas que circulan en Cuba: a la izquierda el CUP y a la derecha el CUC.

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